domingo, 12 de abril de 2015

Para proteger sus múltiples privilegios

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

PAN y PRD: la larga cola que arrastran

En el aparato que conforma el Estado mexicano hay Korenfelds por doquier. Es cierto, innegable a la luz de los escándalos que han detonado en estos 28 meses de la administración del Presidente de Enrique Peña Nieto, que han marcado el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder, que los reflectores sobre la corrupción, la impunidad, la falta de rendición de cuentas, el conflicto de interés y el peculado se han concentrado sobre algunos de los personajes más poderosos del Poder Ejecutivo, incluyendo al propio Primer Mandatario y a su familia.

Pero los excesos denunciados, ya sea por la prensa local o la extranjera, se han quedado en presunción, en sospechas que nadie investiga a fondoasí sea la Secretaría de la Función Pública (SFP) o la propia Procuraduría General de la República (PGR)– porque no hay un contrapeso y, peor aún, ningún interés del Poder Legislativo para atajar esos males, señalados por gobiernos de otros países y organismos nacionales e internacionales como los problemas más graves para que México salga adelante.

Es lógico, en un país que evade la aplicación de la justicia, que el PRI y sus aliados, tanto el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) como el Partido Nueva Alianza (Panal), se hagan guajes ante los señalamientos de corrupción contra una larga fila de funcionarios y gobernantes, en todos los niveles.

Pero que el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), los más grandes de la oposición por su número de militantes, evadan su responsabilidad desde el Congreso evidencia también su desdén por el respeto a la justicia y a la legalidad.

Con esa conducta, esos partidos también caen en un delito de omisión, señalado claramente en la ley, y que castiga el encubrimiento y también el no presentar una denuncia. Pero, más allá, muestran poca calidad moral ante los ciudadanos que les dieron el voto para representarlos en las cámaras, y se convierten en comparsa de quienes actualmente mueven el pandero.

Por supuesto, lo hacen para proteger sus múltiples privilegios, pero también para blindarse contra la larga cola de irregularidades que también han acumulado.

El viernes pasado, el prestigiado diario The New York Times se refirió al reciente escándalo generado por David Korenfeld Federman, ahora ex titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y a la lista de escándalos que se han producido en los últimos meses en torno al Gobierno federal, y en los que están involucrados personajes cercanos al Presidente de la República.

Los partidos de oposición, expuso el influyente periódico de la Gran Manzana, se han tardado en denunciar los excesos del Presidente Enrique Peña Nieto, que abarcan a su familia y a algunos de sus funcionarios más cercanos, así como dirigentes y militantes de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI). Pero no lo han hecho, afirmó el diario, a causa de sus propios escándalos de corrupción.

“Los partidos de oposición han tardado en hacer hincapié de los excesos personales en el Partido Revolucionario Institucional del señor Peña Nieto, a causa de los escándalos de corrupción en sus propios partidos”, refiere el diario estadounidense en una nota firmada por la periodista Elisabeth Malkin.

Y es evidente que esa cauda de corrupción es un impedimento para exigir se cumpla la justicia a cabalidad.

Esta semana el Partido Acción Nacional (PAN) lanzó una campaña para promover sus propuestas rumbo a la elección de junio, y usó una imagen de César Camacho Quiroz, presidente del PRI, usando un relog de cientos de miles de pesos. También Gustavo Madero Muñoz, el presidente nacional de los blanquiazules, exigió la “destitución e inhabilitación de David Korenfeld de la Conagua por el uso de un helicóptero oficial en asuntos personales. Sin embargo, no chistó cuando, ese mismo día SinEmbargo difundió una serie de imágenes del Gobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas utilizando una ambulancia aérea del gobierno para transportar a Ximena Navarrete Rosete, Miss Universo 2010, a un partido de fútbol en Puebla.

Otros que no tuvieron empacho en mostrar su gusto por los viajes cómodos y ostentosos en helicópteros fueron los perredistas, quienes el domingo pasado, en el arranque de la campaña de Silvano Aureoles Conejo por la gubernatura de Michoacán, se trasladaron a Zitácuaro en varios helicópteros rentados.

De acuerdo con los reportes de prensa, la elite del PRDun partido supuestamente de izquierda y que “defiende” los derechos de los más necesitados del paísusó al menos cinco aeronaves en las que llegaron al mitin Graco Ramírez Garrido Abreu, Gobernador de Morelos; Rogelio Ortega Martínez, Gobernador interino de Guerrero; el Diputado federal Antonio García Crespo, el ex Senador José Guadarrama Márquez y hasta Carlos Navarrete Ruiz, el mismísimo presidente nacional del PRD, el partido que en su sitio Web se define de esta forma:

“El PRD es heredero de múltiples visiones que han buscado transformar al mundo por diversas vías. De grandes luchas obreras, campesinas, de estudiantes, ferrocarrileros, mineros, etc. sostenidas con afanes justicieros y de solicitudes y protestas ciudadanas, las más legítimas. De las grandes reivindicaciones históricas, desagravios y exigencias. El PRD concentra la voz de los más diversos movimientos sociales en pro de un país más justo, igualitario, solidario y humano”.

¡Já! Bonita forma de demostrarlo.
(SINEMBARGO.MX)

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