Economía aletargada
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Déficit y deuda siguen creciendo peligrosamente
Bajan los ingresos y se multiplica el desempleo
Banqueros insaciables lanzan a 6 mil empleados
Mayor recorte al presupuesto para 2016: IMCP
Petróleo y evasión amenazan finanzas públicas
Sigue SAT con “cuentas alegres” recaudatorias
Estado de los ESTADOS
Déficit y deuda siguen creciendo peligrosamente
Bajan los ingresos y se multiplica el desempleo
Banqueros insaciables lanzan a 6 mil empleados
Mayor recorte al presupuesto para 2016: IMCP
Petróleo y evasión amenazan finanzas públicas
Sigue SAT con “cuentas alegres” recaudatorias
“El problema de México no es económico ni democrático, es patológico”. Jorge Saldaña
Tal y como se esperaba, los ingresos del sector público cayeron en el primer bimestre de 2015, lo que pega al crecimiento económico y a la generación de empleos. Disminuyeron 1.9 % real en este periodo, al ubicarse en 654,500 millones de pesos. Los ingresos petroleros se ubicaron en 105,600 millones de pesos, inferiores en 46.3 % en términos reales a los del primer bimestre de 2014. La reducción se explica por el menor precio promedio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo; por la baja producción del hidrocarburo y por la disminución en el precio del gas natural. Por su parte, los ingresos tributarios aumentaron 20.1 % en términos reales respecto al mismo periodo de 2014, lo cual suena a otra de esas mentiras “piadosas” que esconden siniestras intenciones.
No por esperado el dato deja de ser malo. La economía está aletargada, como la califica el Instituto para el Desarrollo Industrial y la actividad económica (IDIC) sigue “avanzando” con el freno puesto. Los ciclos económicos del sector primario, la minería, las manufacturas y el comercio van a la baja, en tanto que el de servicios presentó un avance muy lento. El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) aumentó apenas 2 por ciento en enero, de acuerdo con el último reporte del INEGI, lo que no revierte el crecimiento de 1.8 y 2.1 por ciento que alcanzó la economía en los dos primeros años del sexenio.
Durante el primer bimestre, el gasto neto presupuestario del sector público ascendió a 911 mil millones pesos, monto superior al de enero-febrero del año anterior en 11.7 % real. En febrero, el gasto neto pagado alcanzó un crecimiento real anual de 4.2 %, en contraste con el registrado en el mes de enero de 18.1 por ciento. Pero este gasto no se está reflejando en el crecimiento económico.
Y el déficit público se triplicó. En febrero fue de 150,700 millones de pesos; al excluir la inversión productiva para evaluar la meta de balance, el déficit fue de 56,300 millones de pesos. En los dos primeros meses del año, el déficit público presentó un aumento de 105,000 millones de pesos respecto al mismo periodo de 2014, debido a las aportaciones a los fondos de estabilización y el menor nivel de los ingresos petroleros.
No obstante la situación, el gobierno se muestra optimista. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) espera superar los dos billones de pesos de recaudación fiscal en 2015, cifra que representa alrededor de 11 por ciento del PIB del país. El SAT también contempla realizar devoluciones por casi 11 mil millones de pesos a los contribuyentes cuyas declaraciones resulten con saldo a favor.
Recorte impacta crecimiento
La baja en los precios del petróleo, una desaceleración global y una mayor volatilidad, por la inminente alza en las tasas de interés de Estados Unidos, obligó a la Secretaría de Hacienda a hacer un recorte de 124 mil 300 millones de pesos, equivalentes a 0.7 % del Producto Interno Bruto (PIB), al gasto público autorizado por el Congreso para 2015, lo que impacta en el crecimiento económico del país, e impide el cumplimiento de las metas en la materia marcadas por la administración de Enrique Peña Nieto.
El impacto del recorte se apreciará en una menor generación de empleos. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social advirtió que se dejarán de generar alrededor de 250 mil empleos. Los expertos han bajado las expectativas de crecimiento económico para este año de 3.5 a 2.5 % del PIB, porque este año habrá menos generación de riqueza, menos empleos, y los salarios continuarán perdiendo poder adquisitivo, lo que repercutirá en una fuerte disminución de la compra y venta de bienes de consumo.
Para el año siguiente, 2016, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) calculó que la Secretaría de Hacienda recortará entre 200 mil y 250 mil millones de pesos –equivalentes a entre 1 y 1.4 % del PIB—, el borrador de presupuesto que tiene que entregar al Congreso de la Unión en los próximos días. El recorte sería mayor si se dispara la inflación en Estados Unidos, por lo que el Banco de la Reserva Federal tenga que subir sus tasas violentamente y, por consiguiente, el Banco de México haga lo mismo.
Las promesas de crecimiento económico del candidato Enrique Peña Nieto, no las está cumpliendo como presidente. Se quedaron sólo en eso: promesas. No hay elementos para que la actual administración federal cumpla lo que su jefe prometió a lo largo y ancho del país en campaña. Por eso no es raro que haya crecido la desconfianza hacia su gestión y que la intención del voto de los mexicanos hacia el PRI se haya reducido a grados peligrosos para la hegemonía del actual grupo en el poder.
La nueva realidad presupuestal obliga al gobierno federal a redimensionar su estructura para el 2016, lo que no sólo implicará recortes a los 889 programas presupuestarios, sino también al personal. Las finanzas públicas se encuentran amenazadas el próximo año por la caída en los precios del petróleo, y por el hecho de que casi cuatro millones de contribuyentes inscritos en el régimen de Repecos, dejaron de pagar impuestos por 15 mil 649 millones de pesos en 2014, y se espera que este año se registre una cantidad similar, lo que continuará afectando las arcas del gobierno.
El IMCP advierte que un alza en las tasas de referencia podría detener la depreciación del peso, pero obligaría a México a pagar mayores intereses por su deuda y frenaría la actividad económica a través de un encarecimiento del crédito, un escenario que complicaría las finanzas de los ciudadanos, ya que actualmente la morosidad del crédito al consumo se encuentra en 8 %, un nivel relativamente alto que representa un “foco amarillo”.
Para empezar, el presupuesto de Pemex fue recortado en 62 mil millones de pesos. Ya se confirmó que la empresa dejará de pagar obligaciones contraídas con otras empresas nacionales y suspenderá proyectos ya calendarizados. Además de los empleados de la descapitalizada paraestatal que serán despedidos a causa de este recorte, también perderán su empleo una cantidad indefinida de trabajadores de las empresas que tienen contratos con Pemex.
Bajan ingresos en enero-febrero
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