martes, 14 de abril de 2015

Hasta las cejas embarrados x mismo lodo

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Guerra de lodo
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Dejan de lado labor de legisladores
Impera corrupción con Peña Nieto
Dinero público y regalías privadas
MAOCH, ministro multimillonario
Fallece Galeano, guía de indignados

“La corrupción de un partido en el poder va en razón directa de la estulticia del pueblo”.- Jorge Saldaña

Entre acusaciones y señalamientos sobre quién está gastando más dinero en campañas, quién pone más anuncios espectaculares, dónde se exhiben otras de los cientos de cualidades que tienen los partidos políticos, si se trata de cines, si hay que contar de uno por uno los del radio, o los de la televisión, o la prohibición de usar los celulares y ni qué decir de cínicamente lanzar las mismas promesas que hace tres, seis, nueve, doce, quince años, basadas en garantizar empleo, una vida mejor, disminuir los precios de la canasta básica, aumentar el sueldo mínimo, bajar el costo de los combustibles, incentivar a la iniciativa privada para que genere más empleo, pasan los días de campaña, salen los ciudadanos a votar y no sé si se den cuenta de que lo hacen por lo mismo, llámese como se llame el candidato y que éste sea abanderado por cualquier color.

Así las cosas, vamos rumbo a las trampas de siempre. Fueron esos legisladores federales por los que se votó en la elección anterior, los que nos hicieron el gran favor de autorizar el gasolinazo de enero justo el primero de enero del 2015; los que autorizaron que se hicieran los cambios de los medidores de luz, de los que han resultado tan inteligentes que lograron que quienes tenían consumos de menos de mil kilowatts de la noche a la mañana consumieran siete mil, en casas de clase media baja y que se multiplicaran aún más en las zonas más pobres, en las que tienen un par de focos, carecen de refrigerador y si acaso recurren a un par de ventiladores por la noche. Los que han hecho que los restaurantes cancelaran parte de sus refrigeradores para evitar el consumo eléctrico que los llevaría a vender las aguas y los refrescos en una fortuna.

Y ni qué decir de lo que no aprobaron pero que son temas en los cuales han guardado un silencio infame, como el caso de los sucesos de Ayotzinapa o los de Tlatlaya, o los abusos y los señalamientos hechos por la ONU y muchas otras organizaciones de Derechos Humanos sobre la tortura y los abusos de uniformados tanto del Ejército como de las fuerzas públicas locales, estatales, federales. Sobre las cifras que reportan del incremento a los precios de la canasta básica, pero de los productos alimenticios y de uso cotidiano en general. Y menos aún, se atrevieron a emitir una sola protesta por el dispendio de la familia presidencial, no sólo por las casitas como la “blanca” y las otras propiedades encontradas a familiares de los ocupantes de Los Pinos y sus colaboradores como el caso del señor Videgaray o del titular de la Segob, sino por el vestuario que lucen “la gaviota, sus hijas y su hijastra, incluyendo al elegante Peña Nieto, por el usado en el Reino Unido.

En ese viaje se hizo acompañar el primer mandatario de todo un séquito, se presentó como jeque árabe, como en los mejores tiempos de precios de petróleo, demostrando una vez más al Financial Times que no ha escrito una sola línea en vano, ni falsa, sino que aquí, en este país, todo es una comparsa con un montaje mucho peor que el que pretendió en su momento Carlos Salinas de Gortari. Una sola voz no se alzó dentro del partido que lo llevó al poder para reclamar que, de nuevo, los llevan directamente a una derrota que es más que la que puede surgir en las urnas, en la que al parecer confían en todo lo contrario, sino a un estallido social que en los actuales tiempos tiene una y mil formas de presentación y no es a caballo y con machetes o mentadas de madre en lugar de balas.

Esos, los de las autorizaciones infames y de los silencios viles y cómplices, fueron por los que se votó en el pasado y los que hicieron las mismas promesas que las que se hacen en el presente. No han tenido o se han tomado ni siquiera la molestia de que ya que van a votar orquestados como lo ordene su partido, establecer líneas de acción que realmente puedan llevarse a cabo. De ahí que aquellos que opinan que no importa el color del partido o el nombre del candidato, todos son iguales, con lo cual difiero porque ya no alcanzan ni esa definición porque son similares, o sea con patentes ya caducadas y a los cuales se les puede reproducir bajo cualquier marca que sólo tenga como requisito indispensable dar a conocer la fórmula y esa es por todos conocida: saqueo y corrupción con la dosis suficiente de cinismo, de mentiras, una bonita etiqueta y la valentía para salir del closet cuando ya se tenga el poder.

Impera corrupción con EPN

La corrupción es el principal problema de México. La mayoría de los mexicanos (más del 60 por ciento) piensa que en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto, la corrupción aumentó. Los ejemplos abundan y embarran al primer mandatario, a su esposa Angélica Rivera, conocida como “La Gaviota, al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y ahora también al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y a su subalterno, Luis Enrique Miranda Nava, a quienes les descubrieron propiedades inmobiliarias en el sector más exclusivo de las Lomas de Chapultepec. La administración del mexiquense se ha destacado por su eficiencia en la conversión de los dineros públicos en regalías privadas, y por la impunidad que prevalece ante las múltiples evidencias de actos de corrupción que se han acumulado en poco más de dos años.

Como principal problema del país, la corrupción es el tema central de las campañas a los cargos de elección popular, que incluyen la renovación de la Cámara de Diputados y 9 gubernaturas, entre otros cargos. Sin embargo, los partidos políticos se han entrampado en su mismo lodo, y no pueden utilizar este tema sin salir raspados por sus propios actos ilícitos, en el que están inmersos desde sus mandatarios, dirigentes políticos y candidatos. Las pruebas publicadas en medios de comunicación que demuestran la compra de propiedades de políticos y gobernantes mexicanos, tanto en el país como en el extranjero, no han podido ser utilizadas al 100 por ciento por los partidos políticos de oposición, porque inmediatamente se les señalan sus propios actos de enriquecimiento personal.

El mismo proceso electoral se ha contaminado con irregularidades que imposibilitan la competencia equitativa. Tanto la legislación electoral como las autoridades en la materia enfrentan vicios arraigados, sometidos a los poderosos y haciendo a un lado a los electores. Los gobernantes no han tenido empacho en mostrar sus preferencias políticas, apoyar a sus candidatos, abierta o soterradamente, pese a la legislación que lo prohíbe. Las denuncias sobre la utilización de los recursos públicos desviados a campañas electorales se han vuelto comunes y ya no causan extrañeza a los ciudadanos, ni tampoco atención por parte de las autoridades electorales.

La Iglesia católica lamenta que México padezca “el mal desafortunado donde servidores pueden moverse en la impunidad más absoluta porque creen estar por encima de la ley. No obstante, la ciudadanía reclama el mínimo de coherencia por ser ésta una nación muy lastimada por los partidos y exige de ellos transparencia y sinceridad en sus aspiraciones”. Ha denunciado que a pesar de la legislación en la materia, desde las precampañas y en el inicio del período de campañas, “los electores han sido testigos de la deshonestidad, prepotencia, desacato y cinismo de contendientes contrariando la reforma electoral”. En el semanario “Desde la Fe”, se denunció este fin de semana “los inmorales” regalos de monederos electrónicos, lentes gratuitos, la promoción de vales de medicina, campañas en cine y el emblema partidista impreso en papel para envolver tortillas, que han realizado diversos partidos políticos, con lo que, acusa, se ha vulnerado la equidad de la contienda política.

En su editorial, denuncia que “en la capital del país, la guerra entre grupos políticos llega a la inmoralidad del reparto de despensas, lucrando con las necesidades más esenciales bajo pretexto de que tales insumos no tienen propósito electoral alguno, a pesar de la veda de programas sociales que pudieran incidir en la decisión en las urnas; por otro lado, en una aparición escandalosa y sólo vista en la era del autoritarismo, gobernadores y diputados de izquierda se trasladan en helicópteros para dar el espaldarazo en la apertura de campaña del candidato a gobernador de uno de los Estados más lastimados por la violencia e inseguridad. Este cínico acto es típico de prepotentes que raya en el escándalo en una entidad pobreMichoacán- y en rezago social”.

Lodo contra lodo

Los partidos políticos de oposición no han podido aprovechar, en esta época electoral, los escándalos causados por los excesos del presidente Enrique Peña Nieto, que incluyen a su familia, a ministros de primer nivel, y al dirigente nacional de su partido, el PRI, debido a que se han debilitado como consecuencia de la exposición de sus propios actos de corrupción en medios de comunicación.

No hay comentarios: