¡¡Exijamos lo Imposible!!
Corrupción centralizada
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
En especie entregarán fondos a Estados
Se mantiene una economía subordinada
EPN y Biden buscan mayor dependencia
EU y México tienen los acuerdos ocultos
Cárdenas y AMLO: inicia distanciamiento
CNTE: no hay acuerdo y tampoco clases
“El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece de una nación, toda la estructura social va hacia el derrumbe”.- Alexis Carrel
Todo comenzó como un rumor al que pocos o, mejor dicho, ninguno le dio
crédito. Es imposible, decían; es tanto como violar las autonomías,
señalaban otros. Y como los priístas no ponen en tela de juicio, no
someten a ningún examen y, mucho menos, están dispuestos a lanzar
observaciones a cualquier documento que proceda de Los Pinos, ningún
gobernador dispuso que se revisara concienzudamente la iniciativa de
reforma hacendaria. Así que el susto les llegó con la comparecencia de
Luis Videgaray ante los diputados. Las compras se centralizan y, por lo
tanto, ya no se enviará la totalidad de las participaciones federales en
efectivo, mediante las consabidas transferencias, sino que habrá muchas
entregas en especie. ¡Ándale! Golpe en seco.
Inician con el Seguro Social, ya que desde ese instituto se surtirán los
medicamentos a diferentes hospitales en el Distrito Federal y se
anuncia que las primeras entidades en recibir los paquetes con las
peticiones sobre mil 800 claves de medicamentos son: Veracruz, Tlaxcala,
Colima, Campeche y Baja California. El monto de esta primera
adquisición es del orden de 43 mil millones de pesos. Pero ahí no se
detienen estas entregas, hay otras iguales o más voluminosas y que
tienen que ver con la demanda más sentida de la sociedad: la seguridad.
Los recursos que se destinaban al combate a la delincuencia y que
marcaban la compra de unidades para el patrullaje policiaco, armas,
uniformes, ya no los verán más y desaparecen los apartados llamados
“fondos”. Una sola armadora automotriz fue seleccionada para presentar
un modelo único que será distribuido directamente. La Defensa Nacional
se encargará de la compra de armas que se entregarán con su respectiva
licencia para portarla, lo cual permitirá que se tenga un registro que
por ahora no existe.
El mando único dentro de la policía obliga a la portación de un solo
uniforme y este tendrá manufactura central. Por lo que se refiere al
ramo educativo, se sigue con la misma receta. Se centraliza la impresión
de todos los libros, la nómina deja de estar dividida en los que se
liquidan con los fondos que la federación deposita y los de las
entidades aprobadas en sus respectivos congresos y se integra una sola.
Las asignaciones de obras también se determinarán en la federación.
Todos los renglones que se significan por compras, adquisiciones,
adjudicaciones, etcétera, quedan bajo una sola autorización,
designación, contratación y pago. El argumento para poner en marcha
tales medidas es el control aunado a la transparencia y, por ende, un
supuesto combate a la corrupción. Habrá que esperar cuál será la
reacción de los mandatarios estatales y si ésta se da o cada uno
procurará salir de su etapa lo mejor librado posible para enfilar la
lucha hacia la incursión dentro del selecto grupo sobre el que ahora
recaerán los diezmos.
El orden y la intentona de establecer estrictos controles no pueden ser
mal vistos por ningún ciudadano de este país porque los desvíos han sido
muchos, las fortunas personales que las distintas administraciones
tanto municipales como estatales se multiplicaron ostensiblemente los
últimos 20 años. Los endeudamientos no encuentran el respaldo en obras
que debería existir por los altos volúmenes que se han manejado, los
intereses que generan, los porcentajes de pago para ser reestructurados
que hacen más cuantiosa la deuda. Existen elementos que justifican que
se llegará al punto de dejar claro que la desconfianza es mucha, que se
la han ganado a pulso y que no hay límite para sustraer recursos
económicos y, estos mismos que ahora se ven afectados fueron los que
sacaron de sus arcas millones para que Peña Nieto alcanzara la
Presidencia. Entre más cuantiosa fue su aportación, recibirán como
recompensa una mayor fiscalización.
Sólo que hay uno o tal vez muchos, o demasiados, o incontables “peros”.
Porque resulta que esta centralización, más que dar la impresión de que
se persigue dar un golpe en seco a las corruptelas y componendas que
existen en las compras, en los desvíos de presupuestos, en la
utilización de recursos para reparaciones pero de mansiones y no de
calles, jardines o zonas afectadas por fenómenos naturales, centralizan,
monopolizan estas deleznables prácticas, dejan en manos de un grupo muy
reducido todas las ganancias y será, mediante la misma salida al estilo
embudo, que se rindan cuentas sobre cantidades multimillonarias. Es
cierto que a mayores volúmenes de compra se adquieren precios más bajos,
pero ¿quién va a supervisar renglón por renglón los mil 800
medicamentos base que conforman la primera gran adquisición? ¿Van a
comparar uno a uno los precios? ¿Y las gasas, las jeringas, el
instrumental? Sabido es que en el renglón salud –del que estamos
utilizando un ejemplo- el porcentaje que piden los encargados no es el
mismo que el que solicitan a los constructores y ¿va a ser menos porque
se trata de 43 mil millones o van a dejar el mismo porcentaje o
dependerá del sapo la pedrada?
Y es que resulta muy difícil y casi imposible, esperar que los
encargados de estas adquisiciones van a evitar cualquier entrega y que
se encuentren dispuestos a vivir solamente con su percepción salarial
porque la manera de hacerlo dignamente mucho tiene que ver con manejar
el auto del año, vestir de marca, asistir a los mejores restaurantes,
viajar de vacaciones al extranjero y no limitar las compras, así como
contar con un ejército de servidumbre y guardias. El pasado de quienes
incluso han hecho la propuesta y que dan la cara, no permite que puedan
surgir por lo menos dudas sobre lo que pasará en el futuro inmediato o,
mejor dicho, lo que ya está sucediendo. Si los abusos y las desviaciones
de recursos han llevado a entidades y municipios a convertirse en
administradores de nóminas ahora que desde el centro liquidarán algunas,
ya ni ese renglón lo tendrán completo.
En la soledad, no serán pocos los que se preguntarán cómo lo hacemos los
ciudadanos, si no estarían mejor cuando consideraban que estaban peor,
porque el poder se recuperó, pero para unos cuantos y eso no era lo
esperado. Algunas esperanzas de hacer todavía más sólido lo que se dio
en llamar “virreinato”, se hicieron presentes e incrementaron cuando se
tendieron mantos de impunidad sobre ex gobernadores muy señalados por
corrupción o tratos con la mafia. Sin embargo y ya se ha visto, sólo se
trató de no abrirse de entrada tantos frentes como los que ya están a la
vista y lo complican todo. Para los de atrás sólo la recuperación de
algunas sumas que, por supuesto, quedan entre el mismo grupo. Es para
los que están que se han planeado. Habrá que ver si estos renglones y
las importaciones que se harán, también en mayor volumen, no son el
cascabel de un gato al que los de Peña Nieto están dispuestos a
reconocerlo chino.
EL DERECHO DE ESPIAR
Confiados en que se cumplen puntualmente los acuerdos de la “Iniciativa
Mérida” o Plan México, que desató una guerra de baja intensidad y que
arrojó más de 100 mil muertos en el sexenio pasado, y cuyo funesto ritmo
se mantiene en el gobierno de Enrique Peña Nieto, los funcionarios
estadounidenses, encabezados por Joe Biden, vicepresidente de Estados
Unidos, dejaron los temas de seguridad y del espionaje -a funcionarios
mexicanos por parte de agencias estadounidenses- de lado y los sacaron
de los reflectores de los medios de comunicación y del escrutinio de la
opinión pública, para concentrarse en las acciones que habrán de
fortalecer en los próximos años la dependencia económica de México hacia
los Estados Unidos, que se refleja en un intercambio comercial de mil
millones de dólares al día, favorables al vecino del norte.
Las cuestiones de seguridad que vino a tratar Rand Beers, secretario de
Seguridad Interna de Estados Unidos, y Jake Sullivan, asesor de
seguridad nacional de la Vicepresidencia de ese país, no fueron dados a
conocer. Los temas ventilados se refieren únicamente a los esfuerzos de
los gobiernos de Barack Obama y de Enrique Peña Nieto para fortalecer la
relación y cooperación económica y financiera, agudizando el mismo
modelo que opera desde hace décadas, y cuyos beneficios han sido en su
mayor parte para los estadounidenses. Biden vino a supervisar las
acciones que se realizan en México, reformas estructurales incluidas,
para garantizar los intereses económicos estratégicos de su país, para
mantenerse como el líder no sólo del continente sino a nivel mundial.
Vino a revisar los acuerdos, que se conforman a través del Diálogo
Económico de Alto Nivel, para fortalecer la conectividad y dependencia
de la economía mexicana a la de Estados Unidos.
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