Homozapping
Laura Bozzo, un problema hasta para Televisa
Jenaro Villamil
Texto original publicado en Proceso No. 1926
Ave de tempestades, acostumbrada a vivir
del escarnio propio y del ajeno, especialmente de las personas más
humildes, aliada y propagandista de gobernantes como Alberto Fujimori y,
al mismo tiempo, defensora de un feminismo caricaturizado, la
conductora peruana Laura Cecilia Bozzo Rotondo se volvió ya en un
problema para su actual empresa, Televisa.
Los índices de rating (porcentaje de audiencia que sintoniza su programa) han disminuido desde que inició su talk show en
enero de 2011 hasta la fecha. Las organizaciones defensoras de los
derechos de la mujer y el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación (Conapred) han denunciado en varias ocasiones por
insultar y denigrar a las invitadas a su programa.
El 24 de
noviembre de 2011, la Secretaría de Gobernación emitió una “observación”
hacia XEW-TV Canal 2, concesión de Televisa, advirtiéndole que la
emisión del programa “Quiero confesarte que eres papá” era motivo de
infracción por violar disposiciones de la Ley Federal de Radio y
Televisión, especialmente al corromper el lenguaje, y por ser contrarios
a lo dispuesto en el artículo 38 de la Ley General de Acceso a las
Mujeres a una vida libre de violencia por fomentar estereotipos que
atentan contra la dignidad de las mujeres.
Desde las tragedias provocadas por las tormentas Manuel e Ingrid, Bozzo violó diversas disposiciones en materia de protección civil al presentarse como parte del grupo de rescatistas Relámpago del
Estado de México, sin haber recibido capacitación ni estar inscrita en
el equipo de voluntarios y tampoco haber sido evaluada en su capacidad
técnica, inventario y experiencia previa, según ordena el capítulo
tercero, artículo 69, del Registro de Grupos Voluntarios, del Reglamento
de Protección Civil.
Una investigación realizada por el
reportero Arturo Rodríguez revela que el Agrupamiento de Rescate
Relámpagos, del Estado de México, depende de la Secretaría de Finanzas
de la entidad. Y se desconoce si existe algún convenio de apoyo aéreo a
la producción de Bozzo, según establece la fracción XVI del artículo 35
del reglamento interior de la secretaría.
A esta serie de irregularidades, se suma
la airada respuesta en la pantalla de Canal 2, las acusaciones de
“mentirosa” y “el reto” que lanzó la conductora Bozzo contra la
periodista Carmen Aristegui, de MVS, por haber difundido y abundado en
la denuncia que hicieron los periodistas de Proceso, Marcela Turatti y Eduardo Miranda, quienes documentaron que la rescatista exprés de
Televisa utilizó un helicóptero del equipo de aeronaves del Estado de
México no para llevar víveres y material de emergencia a las personas
afectadas de municipios como Coyuca de Benítez sino para preparar la
grabación de un telemontaje el pasado 19 de septiembre.
El desafío de Laura Bozzo generó una
seria fractura al interior de los altos ejecutivos de Grupo Televisa,
según confirmaron distintas fuentes de la empresa. La intemperancia de
la conductora provocó un problema también de la televisora con el
gobierno del mexiquense Eruviel Avila, uno de los principales clientes
de publicidad política de la empresa de Azcárraga Jean.
En un escueto comunicado, emitido el
jueves 27 de septiembre, el gobierno mexiquense tuvo que asumir que sus
cuatro helicópteros del grupo Rescate Aéreo Relámpago hicieron las veces
de taxis aéreos para atender “15 solicitudes de diversos medios para
traslado”. El boletín no especificó el caso de Bozzo, pero mencionó a
las empresas: TV Mexiqunse, Televisa, Milenio, Reforma, La Jornada, El
Universal, UnoTV y Cablemás que utilizaron sus servicios.
En el mundo de la farándula y de la filantropía también se expresaron muestras de inconformidad por los excesos de Bozzo. La conductora estelar de Televisa, Rebecca de Alba, tronó contra la peruana y contra la propia empresa que la ha contratdo:
“Lo que hizo (Bozzo) en Acapulco, no
tiene nombre, por no decir otra palabra. Es patético todo. Fue pérdida
de aire y pérdida de tiempo. Yo no sé si eso hace negocio, seguramente
sí, pero creo que es una falta de ética tremenda de quien la haya
enviado, de quien la haya autorizado y de otras personas que hacen
estrategias para estar en el ´Cuentan conmigo´, pero en el fondo es
‘Aquí lucro y utilizo’”, declaró De Alba, en el marco de un evento de su
propia fundación altruista.
“Con Televisa tengo excelente relación,
aunque tal vez después de esto que digo, me vaya a mandar a matar Laura
Bozzo, y televisa me veta, pero estoy siendo honesta y lo digo desde mi
lugar, de ser una mujer que está involucrada desde hace 15 años en
causas altruistas”, confió De Alba.
Incluso, De Alba comparó la baja calidad del show de Bozzo –quien se atribuyó el rescate directo de una hiña- con la cobertura periodística de otras personalidades de Televisa.
“Si van periodistas serias como Adela
Micha, Carmen Aristegui, Denisse Maerker, hacen un reportaje serio. Si a
mí me mandaran no lucraría con el sufrimiento, iría a ver qué aporto.
Yo estoy con todos los periodistas y comunicadores serios y con
integridad”, sentenció la ex modelo.
La Caída del Rating
Para Televisa y para Laura Bozzo lo más preocupante es la disminución de su rating, uno
de los principales argumentos que llevó a la compañía de Emilio
Azcárraga Jean a contratar a la polémica conductora que apenas en 2009 y
2010 trabajó para TV Azteca y que antes estuvo en Telemundo. Con ambas
empresas terminó mal.
El 24 de enero de 2011, fecha en la que estrenó su programa alcanzó un rating promedio de 18.3 puntos y un share (porcentaje
del total de televisores encendidos que sintonizan el programa) por
arriba del 44 por ciento. Al día siguiente, registró un rating de
19.4 puntos en promedio, de acuerdo con el índice de medición del IBOPE
(Instituto Brasileño de Estudios de la Opinión Pública). De inmediato,
desplazó a su competencia de TV Azteca, Rocío Sánchez Azuara, conductora
del programa Cosas de la Vida
La novedad del talk show agresivo
y con temas morbosos de la autodenominada “abogada de los pobres”, en
el horario vespertino de 15:00 a 16:00 horas de Televisa, ayudó a que en
febrero de 2011, el programa de Bozzo alcanzara 21 puntos de rating, un
récord para ese horario en Canal 2 de Televisa. Incluso, desplazó a
Joaquín López Dóriga en su noticiario nocturno y a las telenovelas de la
barra vespertina.
Sin embargo, la fórmula se agotó y las críticas contra el maltrato a los invitados generaron que el rating de Bozzo haya disminuido. Para el 31 de mayo de 2012, de acuerdo a datos del IBOPE, tuvo 14.4 puntos de rating. En
junio, en medio de las movilizaciones de los jóvenes del Yo Soy 132 que
criticaban a Televisa, los índices de audiencia de Bozzo apenas
alcanzaron los 15 puntos, en promedio.
Experta en generar escándalos, a costa
de su propia vida privada, Bozzo ha tratado de repuntar en este 2013,
pero los reportes internos de Televisa indican que no ha logrado rebasar
los 18 puntos que tuvo en su inicio. Incluso, hay meses que se ha
estancado en 11 puntos.
El cambio de su productor también afectó
a la conductora que comercializa en su programa tanto marcas
comerciales como apoyos a gobernadores y autoridades. Primero tuvo como
productor al cubano Federico Wilkins, especializado en los realitys y talks shows, y en menos de tres años ha tenido a otros productores como Alejandro Salas, Gabriel Vázquez Bulman y Luis Segura.
IBOPE no ha divulgado públicamente sus
índices promedio de septiembre 2013. Ahí se pretende comprobar si Bozzo,
con todo y su disfraz de rescatista “Relámpago” y sus escenificaciones
de la tragedia en Guerrero, logró repuntar en índice de audiencias.
Denigrar como Sistema.
El expediente más documentado sobre los
excesos y violaciones a la normatividad de contenidos en concesiones de
televisión, lo tiene la propia Laura Bozzo, a raíz de la emisión del
programa “Quiero Confesarte que Eres Papá”.
El expediente de la Secretaría de Gobernación, cuya copia tiene Proceso, relata la siguiente introducción del programa:
Laura Bozzo, conductora: “Ahora,
ha, ha, cuando yo leí, claro condo yo me voy de viaje, aprovechan acá,
no, los investigadores, vivos ellos, dicen, acá, se fue la jefa de
Contenidos y hacemos cualquier porquería, verdad? Entonces yo leo esta
historia que está por aquí, yo con mi público no tengo secretos, jamás
he tenido secretos y yo mandé pedir un programa sobre ‘Quiero confesarte
que soy tu papá”. Paul Farfán y María Jesús Alzaco, que creo se quedan
hasta hoy, cualquier cosa hicieron menos lo que tenían que hacer.
En éste… en éste programa siempre hay
víctimas y victimarios pero una víctima no puede ser una putita,
señores, no puede ser una putita la víctima, cómo vamos a tener una
víctima, que va a confesar que el hijo es de otro, si se acuesta con
todos…¿o no? ¿Esa puede ser una víctima, señores?
En la transcripción del programa se
reproduce el diálogo burlón que tiene Laura Bozzo con una de sus
invitadas, de nombre Tania, que va a dar su testimonio.
Tania, panelista: A que usted
me escuche porque realmente no creo que es justo que usted me esté
tratando como mucha gente me ha tratado, señorita Laura.
Laura Bozzo, conductora: A
ver, una pregunta ¿cómo se trata a una mujer que se acuesta con dos y
que engaña a uno diciéndole que es el padre, cuando es el papá, cómo se
le trata?
Tania, panelista: Discúlpeme, pero no me acuesto con dos.
Laura Bozzo, conductora: ¿No?
Tania, panelista: No.
Laura Bozzo: Ah, no fue inseminación artificial.
Tania: No, señorita Laura.
Laura Bozzo: Te metieron el semen por, ¿cómo se llama la cosa esa? ¿Inseminación artificial, no es grosería, esto no es grosería.
Así transcurren los diálogos, hasta que la invitada confiesa que está embarazada y una mujer del público la juzga.
Por esta emisión, la titular de la
Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las
Mujeres, Dilcya Samantha García, advirtió que la Subseccretaría de
Normatividad de Medios debía determinar una sanción, “la cual puede ser
pecuinaria o un acto de disculpas público, o incluso que salga del aire
el programa”.
La sanción fue sólo una “observación”
por parte de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía,
dirigida a Televimex, S.A. de C.V., concesionaria de XEW-TV, canal 2,
donde se transmite el programa de Bozzo.
La respuesta del apoderado legal de
Televimex, José Alberto Sáenz Azcárraga, no asumió ninguna
responsabilidad en los excesos de la conductora peruana. Consideró que
la dirección de RTC no motivó ni fundó “adecuadamente” sus actos de
autoridad y defendió la emisión del programa.
“Como claramente se infiere, de ninguna
manera en el programa se utilizaron palabras procaces, ya que claramente
del Diccionario de la Lengua de la Real Academia, lo define así, y al
no encuadrar en el supuesto normativo, en el supuesto de la definición
de palabras procaces, no puede considerarse de modo alguno que haya
existido violación a los artículos antes mencionados”, afirmó el oficio.
Respecto al uso de la palabra “putita”,
el abogado Saénz Azcárraga aclaró que “debe entenderse en cuanto a su
uso se refiere y no al origen gramatical de la palabra de referencia,
habida cuenta que el contexto en que la conductora expresó la palabra
considerada procaz fue de desprecio y prejuicio denigrante hacia la
persona invitada a su programa, revelando un desconocimiento total de la
legislación que protege a las mujeres a vivir libres de violencia”.
Tras este episodio, Bozzo presumió que
Televisa había renovado su contrato de cinco años por otro periodo
igual, es decir, que tenía 10 años garantizados con la empresa de
Azcárraga Jean.
Así lo declaró al periódico Reforma, a finales del 2011:
“La empresa me sigue apoyando al 100 por
ciento, estoy orgullosísima de ello y no tengo manera de agradecerle.
Le prometí al señor Azcárraga por mis hijas que nunca más voy a decir
una palabra así…y tengo un contrato de cinco años que acabo de renovar
por cinco más, es decir, mi contrato con Televisa es de 10 años”.
La promesa se le ha olvidado a Bozzo y a
la propia empresa. Enfurecida por las críticas en redes sociales,
especialmente en Twitter, ante la revelación de su telemontaje en Coyuca
de Benítez, la conductora acusó de “mezquinos” a los reporteros de Proceso y a sus críticos en redes sociales los tildó de “asalariados”.
A la conductora Carmen Aristegui la acusó de “mentirosa” y en su alegato sacó a relucir el expediente de la anciana indígena de Zongolica, Ernestina Ascencio. Bozzo se burló de las versiones de que “la pobre ancianita” fue violada por militares. No aportó ninguna prueba. Sólo la escenificación de su rabia y el poder de la pantalla.
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