Por Esto!
Y los últimos suspiros de soberanía
Ricardo Andrade Jardí
El desastre natural del FOBAPROA:
Mientras el Senado hace como que escucha, lo que no escucha de los foros sobre la reforma energética, entre otras cosas, porque no es una reforma energética, sino la exigencia de los grandes capitales extranjeros para apoderarse de manera “legal” del patrimonio natural de los mexicanos. La consulta popular propuesta por AMLO, (la consulta propuesta por Cuauhtémoc Cárdenas para el 2015, ni sentido tiene, pues una vez modificados los artículos 27 y 28 de la Constitución el control político y económico del país, en la práctica, estará en manos de extranjeros) será el argumento de “legalización” para que el PRIAN termine de una buena vez por entregar el país a los más siniestros intereses transnacionales, si esta consulta es organizada por las corrompidas instituciones públicas o ciudadanas del país. ¿Quien organizará la consulta? ¿Gobernación? ¿El abrevadero de los dinosaurios, popularmente conocido como Congreso de la Unión? ¿El IFE?...
Mientras el país se encamina para aspirar el último suspiro de lo que fuera el sueño republicano, con el que en otros tiempos, muy parecidos a los de hoy, otros hombres y mujeres iguales a nosotros, pero con mayor dignidad nos otorgaron patria; los desastres “naturales” azotan la precariedad de la injusticia y el hambre, con la que el “nuevo” PRI y el PAN nos han introducido en la hamburcolademocracia de mercado, es decir, en el capitalismo neoliberal.
Ahora sale de nuevo a la luz, lo que siempre estuvo ahí, el robo FOBAPROA, acción nefasta con la que el PRIAN “legalizó” el macro robo con el que los empresarios nacionales saquearon al país en los tiempos del chupacabras Salinas, de “Lopitos”, Zedillo, del “Zorro de Martita” y el ahora conocido como “el fantasma genocida de Harvard”.
Mucho de lo acontecido con los meteoros que azotaron el país en los últimos días, pudo y debió ser evitado. Pero por un lado la nube neoliberal de la “industria turística”, en vez de alertar sobre el inminente choque de “Manuel” e “Ingrid”, encabezada por los empresarios turísticos decidieron no hacerlo, al tiempo que los tres niveles de gobierno se sometían a esa lógica y así siguieron promoviendo el puente “patrio” en los puertos turísticos del Pacífico. Y por eso el gobernador de Guerrero siguió en su bacanal borrachera hasta que pudo, tarde, levantar la vista con los muertos a cuestas.
Por otro lado tenemos el asunto FOBAPROA, porque no hay que olvidar, aunque la telebasura nacional no lo mencione, que muchas de las carreteras y puentes, que hoy sabemos, lamentablemente a partir de la tragedia, no cumplen con los estándares mínimos de seguridad y resistencia, pese a que esas carreteras son parte del “rescate carretero” con el que los desgobiernos del PRI y el PAN autorizaron el macro robo a la nación. Robo, así con mayúsculas, que no rescate, que los mexicanos seguimos pagando, para ver cómo la lluvia arrasa con todo, a los vulgares ladrones; que no empresarios, ladrones protegidos con el manto de la IMPUNIDAD del tristemente célebre FOBAPROA.
Así, mientras el desgobierno de la telecracia hace un llamado de “solidaridad” a los mexicanos para mandar víveres y medicamentos a los afectados por las tormentas ciclónicas del FOBAPROA y la naturaleza, el Ejército resguarda, como si fuera una urgencia primaria, los supermercados, que son parte de la IMPUNIDAD que hoy se traduce en una de las peores tragedias “naturales” que el país ha sufrido en los últimos años, en vez de volcarse con todas sus energías y voluntades al rescate de los cientos de miles de damnificados víctimas del lodo FOBAPROA que hoy emerge con las terribles consecuencias humanas y naturales que ya conocemos, al tiempo que el desgobierno federal debería obligar a los supermercados (Walmart, COSTCO, Soriana, Chedraui), a donar su mercancía para los damnificados, a nombre de una “solidaridad” aunque fuera epidérmica, en vez de seguir engatusando a los ciudadanos a gastar lo que no tienen en esas empresas transnacionales, lo que de todas formas haremos sin necesidad de la parafernálica cortina de humo de la “solidaridad” con la que el “nuevo” PRI intenta esconder la realidad empresarial que ha provocado la tragedia nacional en la que hoy nos encontramos.
Pero eso sería en otro país, justamente en el país que no somos. El Ejército seguirá protegiendo los centros de robo... perdón, supermercados, mientras el lodo de la IMPUNIDAD sepulta una y otra vez a los jodidos de siempre, a los que alimentan a los parasitarios centros urbanos del mundo.
Ahora podríamos decir, de nuevo, que si el México de hoy fuera una verdadera democracia, lo urgente sería abrir el FOBAPROA y meter presos a todos los genocidas que hoy se cobijan en los “rescates” carreteros, banqueros, azucareros, y no como pretende el PRIAN en la urgente y apátrida reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución. Pero ni México es una democracia, ni el niño de la telecracia fue impuesto para resolver con justicia lo que mejor convenga al pueblo de México, sino para ejecutar los últimos vestigios de soberanía y seguir protegiendo a los que son, presumiblemente, los mismos que engrosan la lista de los “rescates”, del inmoral FOBAPROA, que tanto daño nos ha hecho, como lo demuestran los desastres “naturales” de las últimas semanas.
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