¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
¡Por fin se acabó el año 2012!
Joaquín Ortega Arenas
El año que se va, ha dejado a nuestro querido y sufrido país una saga de
desgracias y calamidades difícilmente superables. Se desenmascaró la
“Dictadura Perfecta” que analizara el Premio Nobel Mario Vargas Llosa.
El cambio anunciado para el año 2000 apareció como lo que fue, ¡una
verdadera farsa! Realizada con todos los “agravantes de la ley”,
premeditación, alevosía, ventaja y TRAICIÓN. Con “premeditación” se
había modificado el artículo 82 Constitucional durante el sexenio
trágico 1988-1994, para prestar, ¡sí, para prestar!, al Gerente Nacional
de “The Coca Cola Co.” Vicente Fox Quesada la Presidencia de la
República, con el compromiso de devolverla cuando se le requiriera. Con
ALEVOSIA, se violó el sistema democrático, establecido
constitucionalmente, empleando para ello todos los sistemas gansteriles a
la mano, incluido el engaño mediante todos los medios masivos de
comunicación, para que triunfara en verdad y llenara de esperanza al
sufrido pueblo mexicano. El día de la toma de posesión, “fue a misa,
desayunó en Tepito y acudió al recinto legislativo a ser “ungido”
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA.
No pasaron 24 horas, y empezaron los dislates del rústico “Presidente”,
que no cesaron sino hasta el día en que, “Entregó el poder, en lo
obscurito, en secreto como lo que era, un gánster, a su sucesor que
notoriamente había sido superado en las preferencias del pueblo, del
pueblo, no de la casta política corrupta, de “los dinosaurios”, como los
ha bautizado el verdadero pueblo mexicano. Entre sus peores acciones,
está el haber empezado el remate de los bienes del país. Concesiones
mineras, principalmente a canadienses, mediante las que se permite la
explotación libre de tierras obtenidas en arrendamiento a razón de
$500.00 por hectárea. De ese modo, se ha saqueado la riqueza minera en
una forma inimaginable, como se ha saqueado la petrolera y todo tipo de
riqueza que había en este país, “El Palacio del Rey de Oros” que cantaba
nuestro poeta Ramón López Velarde.
Se acabó ese funesto sexenio y, tal parece que el préstamo del poder se
contrató a doce años, porque resultó electo, en medio de fraudes de toda
especie, otro miembro de “su Partido”, al que tuvo que trasmitirle ese
“poder” a las cero horas del 1 de diciembre de 2006, a obscuritas, en
forma totalmente ilícita que los inefables “Medios Masivos de
Comunicación” legitimaron, quién sabe a qué costo, ya que esos “medios”,
como suele decir nuestro pueblo, “No dan paso sin huarache”.
Otro sexenio perdido. Al Nuevo Presidente las condiciones de su elección
no le permitieron aparecer en público durante los primeros cinco años
de su mandato.
Con la indudable presión de países extranjeros a los que las drogas
heroicas causan mucho daño, inició una “guerra contra el Crimen
Organizado” que trajo como terribles consecuencias, más de CIEN MIL
MUERTOS como daños colaterales: la separación total entre la legalidad y
el quehacer del Ejército y la Armada mexicanos, que, pasando sobre
todas las dizque garantías constitucionales, asesinaron, ¡sí,
asesinaron!, a cuanto “sospechoso de narcotraficante encontraron o
inventaron. El REMATE del patrimonio nacional siguió a pasos
agigantados. El despilfarro y para terminar, la ya pactada “devolución a
como diera lugar del poder” a los dinosaurios. El rústico Fox pidió a
los miembros de “su partido” que votaran por el candidato “opositor” y
se retiró de nuevo a su feudo de Guanajuato, a morirse “de risa”. Otra
vez, la misma historia iniciada en el lejano año de 1884 que permitió a
Porfirio Díaz gobernar durante más de treinta años, ampliamente superada
por Plutarco Elías Calles, que corporativizó nuestras instituciones al
más puro estilo fascista y a partir de 1929, en que inventó el P.N.R.,
que lleva ya ochenta y dos años en el poder, incluido el préstamo ya
relatado.
Hay algo que nos tiene inquietos. Los Partidos Políticos carecen de
principios, a secas. Son verdaderos negocios en que los militantes
cambian de partido como de calcetines. Donde esté el dinero que regala
el Estado, allí los encontrarás.
Pero ¿…cuánto tiempo más aguantará el “sistema?
Los mexicanos suelen aguantar todo, pero en nuestra historia podemos
hallar TRES, ¡TRES! estallidos de odio que han costado más de dos
millones de vidas y el rezago en todos los órdenes de cualquier
desarrollo sustentable. Aunque traten de ocultarlo, seguimos siendo un
país medieval.
¡Cuidado!
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