¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Quítense las máscaras
La corrupción que ha impulsado Roberto Hernández Ramírez desde sus
tiempos de operador de piso en la Bolsa de Valores y la impunidad y
protección que le han garantizado el Poder Ejecutivo Federal como
ingeniero de las finanzas de los capos de la droga, así como su
participación directa en el FOBAPROA y en operaciones multimillonarias,
hacen imposible su NO participación en la ruta centroamericana del
narcotráfico / Notarios yucatecos involucrados en la narco-mansión
Es difícil concebir que un Roberto Hernández Ramírez, acusado por los
POR ESTO!, con pruebas irrefutables, de vínculos con el narcotráfico
desde 1997, desconociese el uso de 16 camionetas (no sólo 6) con logos
de TELEVISA y la participación directa de no menos de 19 operadores del
monopolio de la televisión en México en el comercio de la cocaína, en
particular, y las drogas, en general, en Centroamérica.
Es difícil concebirlo, sobre todo después de adquirir, el 26 de
Diciembre del 2006, un total de 18 millones de certificados de
participación ordinaria (CPO’s) de TELEVISA, que por 110 millones de
dólares le entregó María Asunción Aramburozavala Larregui, heredera,
entre otros, del Grupo Modelo, cuyas cervecerías vendió también a la
compañía belga Anheuser-Busch InBev N.V./S.A.
La corrupción que ha impulsado Roberto Hernández Ramírez desde sus
tiempos de operador de piso en la Bolsa de Valores y la impunidad y
protección que le ha garantizado el Poder Ejecutivo Federal como
ingeniero de las finanzas de los capos del narcotráfico, así como su
participación directa en el FOBAPROA y en operaciones multimillonarias,
sin pagar un solo impuesto, como sucedió también en la compra-venta de
18 millones de certificados de participación ordinaria, que lo
convirtieron en el “padrino financiero” de Emilio Azcárraga Jean en
TELEVISA, hacen imposible su NO participación en la ruta centroamericana
del narcotráfico.
NO hay que olvidar, tampoco, la intervención del Presidente Ernesto
Zedillo ante el entonces Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton,
para impedir la Operación “Casablanca II”, que consistía, nada menos y
nada más, que en el arresto en México de Roberto Hernández Ramírez, por
agentes especiales norteamericanos, y su traslado a Estados Unidos para
ser juzgado por narcotráfico y “lavado” de dinero.
En aquel entonces, un alto funcionario estadounidense hizo la siguiente
observación al Director General de los POR ESTO!, con motivo de la
conferencia que sobre el narcotráfico dictó en la Universidad de
Columbia:
- Señor Menéndez, el Pueblo de México no puede imaginar el precio que
tendrá que pagar por el servicio del Presidente Clinton a la solicitud
del Presidente Zedillo.
Tiempo después, el Director General de los POR ESTO! supo de qué se trató:
23 mil millones de barriles de petróleo del Golfo de México.
Quítense las máscaras, ¡YA es hora de enjuiciar a Roberto Hernández Ramírez.
El involucramiento de seis empresarios yucatecos, un comandante de la
Policía Federal y seis notarios públicos en las transacciones del Crimen
Organizado para establecer aquí en Mérida sus “casas de seguridad”,
resulta un claro ejemplo de cómo el narco penetra como la humedad a la
sociedad meridana, no obstante el clima de seguridad que prevalece en la
capital yucateca.
Armando Palma Peniche, a través de Carlos Góngora Peniche, Héctor Lira
Morales (ex comandante de la PFP en Quintana Roo), Héctor Ulises Valdez
Aguilar, Francisco Estrada Castillo, Carlos Pérez Palma, Ana Ileian
Campos Alejos y Rodolfo Martínez Gamboa son las personas que vendieron
la narco mansión y las demás casas a Juana Raquel Alvarado Torres, (a)
Raquel Alatorre Correa, arrestada en Nicaragua desde el mes de agosto
pasado.
María del Carmen Baltazar Arceo, Jorge Correa Mena, Héctor Victoria
Maldonado, Jorge Heredia Trujillo, Eric Granja Ricalde y Jorge Hidalgo
Aguilar y Aguilar, son, por su parte, los notarios públicos que se
encargaron de protocolizar los predios que adquirió la mujer arrestada
por la Seguridad del Estado de Nicaragua, junto con el yucateco Carlos
Gustavo Reyes Arce y otras 18 personas, con 9.2 millones de dólares en
efectivo y restos de cocaína, que transportaban en seis camionetas con
el logotipo de Televisa, monopolio donde el neobanquero Roberto
Hernández Ramírez es hoy poseedor de más del 20% de las acciones del
corporativo televisivo.
Asimismo, ronda el comentario entre los círculos notariales y
empresariales que resulta muy extraño el hecho de que los fedatarios
Baltazar Arceo, Correa Mena y Victoria Maldonado hayan hecho los
protocolos más importantes, como el de la narco mansión de Altabrisa,
pues dichos notarios públicos fueron, por así decirlo, los “consentidos
de la administración anterior”, fuertemente vinculados al ex consejero
jurídico Sergio Cuevas González y sus jugosos negocios inmobiliarios
hechos al amparo del Poder Ejecutivo.
A la notario público María del Carmen Baltazar Arceo tal parece gustarle
la protocolización de importantes negocios, pues en la administración
anterior fungió como la que dio fe de la adquisición de los terrenos de
Chichén Itzá, así como de la regularización de miles de hectáreas en Ucú
y Hunucmá y haya sido la que “se echó el trabajito” de la “narco
mansión”.
La “narco mansión”, como se sabe, se encuentra en la calle 19 No. 559
por 21, de Altabrisa, cuenta con avanzados sistemas de seguridad, entre
ellos barda electrificada, cámaras de video vigilancia exterior,
interfon con cámara de video y portones eléctricos. Está conformada por
cuatro lotes, de los nueve en que se dividió el predio original, que
perteneció a la inmobiliaria Casas, Desarrollo y Promoción en Cancún, de
Armando Palma Peniche, y cuyo director adjunto es Carlos Jesús Góngora
Peniche.
Entre los notarios es bien sabido que a la hora de protocolizar una
compraventa de algún bien inmobiliario hay considerando al momento de
anotarlos en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, como el
hecho de hablar de un precio real y otro para que sea anotado en los
documentos oficiales.
Es precisamente el artículo 153 de la Ley del Notariado en vigor el que
sancione a quien utilice indebidamente los instrumentos notariales y a
los fedatarios que a sabiendas hagan constar hechos falsos en un acta o
escritura.
Hay más camionetas de Televisa
Asimismo,
en las investigaciones del caso, todo apunta a que hay más camionetas
con el logotipo de Televisa que eran utilizadas por estos
narcotraficantes, pues Grupo Televisa inició un litigio contra
autoridades del Gobierno del Distrito Federal que le negaron información
sobre todos los vehículos registrados en la Secretaría de Transportes y
Vialidad (Setravi) a nombre de la empresa.
La televisora solicitó por oficio a Setravi la lista de todos los
vehículos registrados a nombre de “Televisa SA de CV” en el padrón
vehicular del DF, después de que investigaciones periodísticas
confirmaron que las seis camionetas tipo Van rotuladas con logotipos de
Televisa, que fueron decomisadas por la Policía Nacional de Nicaragua el
20 de agosto, están registradas a nombre de “Televisa SA de CV”.
Respuesta de Setravi
Sin embargo, la directora del Registro Público del Transporte, María
Alexandra Malpica Gómez, respondió mediante un oficio fechado el 24 de
septiembre pasado que sólo puede proporcionar tal información si
Televisa le envía los datos específicos de los vehículos que busca.
Ante tal respuesta, el Grupo Televisa presentó el pasado 8 de octubre
una demanda de amparo contra la Setravi, que ya fue admitida a trámite
por el juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa, Enrique
Cabañas Rodríguez.
Televisa alega que el oficio de la Setravi “carece de fundamentación y
motivación legal”. En el juicio de amparo, que debe tomar entre tres y
seis meses, se analizará si estos argumentos son ciertos y si Setravi
debió responder en los términos planteados por la empresa.
El mismo día, el procurador de Justicia capitalino, Jesús Rodríguez
Almeida, declaró a la prensa que en las pesquisas por el caso Nicaragua
habrían detectado al menos otras 10 camionetas registradas a nombre de
Televisa, al parecer de forma irregular.
La Ley de Transporte del DF establece que sólo se tendrá acceso a los
datos sobre registro de vehículos privados y mercantiles “cuando el
solicitante acredite fehacientemente ser titular de algún derecho o
registro ante la Setravi” mediante oficio en el que “funde y motive la
necesidad de la información”.
Pena máxima
Asimismo, la Fiscalía de Nicaragua prepara la solicitud de 30 años de
cárcel para los 18 mexicanos detenidos el pasado 20 de agosto con 9.2
millones de dólares en efectivo que eran transportados en seis
camionetas con el logotipo de Televisa.
El fiscal del caso en Nicaragua, Armando Juárez, exige a Televisa las
pruebas de que es inocente y que demuestre que no tiene ligas con los
acusados de narcotraficantes ya que Nicaragua está obligada a dilucidar
los vínculos de una operación del Crimen Organizado que ha puesto en el
ojo del huracán a la televisora mexicana y ésta debe respaldar “con
elementos de prueba” que ha sido víctima.
La posición de Televisa “tiene que estar respaldada por elementos de
prueba que determinen que fue víctima de una operación -ilícita- o no”,
dijo el inspector general de la Fiscalía de Nicaragua.
La Fiscalía nicaragüense ya solicitó a la Procuraduría General de la
República (PGR) de México “investigaciones a profundidad” sobre los
registros del parque vehicular de la televisora por el hallazgo de
camionetas con su logotipo en presuntas actividades ilícitas.
La Fiscalía pedirá la pena máxima de 30 años de cárcel para los
extranjeros, según informó la Fiscal adjunta, Ana Julia Guido.
El Fiscal Juárez dijo que solicitarán información sobre registros
migratorios a Costa Rica y Honduras y ampliarán las indagaciones al “uso
de comunicaciones” que habrían efectuado los sospechosos en sus
ingresos a Centroamérica.
El fiscal comentó que nunca “han estado satisfechos” de la descarga de
responsabilidades de la televisora mexicana por el uso de su marca y su
logotipo. La insatisfacción, agregó, ha ocurrido por la detección de
nuevas camionetas “con las mismas características” que las que fueron
detenidas en Nicaragua.
“Nadie puede estar satisfecho de algo que ha ido en progreso,
necesitamos determinar por la prueba de la investigación que ninguna
institución de la naturaleza que sea, haya tenido vínculo encubierto o
no con la operación”, sostuvo el inspector general de la Fiscalía.
Al momento de su detención, los mexicanos declararon que eran empleados
de Televisa y una fachada como esa con “una marca y el emblema es de
mucho peso” para facilitar su movilización por los países de la región
sin contratiempo, expresó Juárez.
Nicaragua “tiene la obligación de dilucidar” con una investigación “a
profundidad” la propiedad de los vehículos y sus registros, reiteró.
Televisa ha negado en reiteradas ocasiones cualquier relación laboral con los detenidos o con los vehículos retenidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario