martes, 4 de septiembre de 2012

Imposible de creer esa sarta de mentiras

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Mentiras y ficciones

MEXICO, 3 de septiembre (LILIA ARELLANO/ESTADO DE LOS ESTADOS) Tal y como se había previsto, Felipe Calderón se organizó su última fiesta oficial a modo, con dos mil invitados dispuestos al aplauso fácil, muy atentos a sus teléfonos móviles, sin hacer ningún gesto que denotara su fastidio al oír, que no escuchar, lo que el michoacano resaltaba como los grandes logros de su gobierno. Obviamente que el tema preferido fue el de la seguridad, pero si a deficiencias gubernamentales vamos, el que habla del renglón económico no tiene desperdicio y se torna en altamente reprochable cuando se utiliza a la pobreza para pretender tapar la ineficiencia, la incapacidad. Lo anterior, en el mismo sentido en el que resulta inaceptable que se eleven las características y los afectos sentimentales por encima de lo que es primero: la seguridad y la representación de los ciudadanos.

Esto último pudo verse claramente cuando se permitió que Alonso Lujambio se presentara a rendir protesta como senador cuando, por desgracia, enfrenta una enfermedad terminal cuyo tratamiento, se ve, lo ha minado considerablemente. Es imposible que una persona que está consumiendo todos los medicamentos que componen las quimioterapias contra el maligno cáncer tenga todos los sentidos en su lugar y la mente totalmente despejada. El país atraviesa por momentos sumamente difíciles en los cuales es menester exigir que cada uno de los representantes, tanto en las cámaras como en los ayuntamientos, en las gubernaturas y en la misma presidencia, estén sanos y con el 100 por ciento de salud mental. Al igual que el señor Lujambio, hay miles de mexicanos que padecen esta mortal enfermedad y ellos no tienen la posibilidad de que los traten en hospitales de primer nivel como al actual senador. Es más, hasta son despedidos de sus empleos o tienen pensiones de hambre.

¿Quiénes merecen el aplauso? Sin duda que el legislador está luchando por su vida, ¿y no hacen lo mismo quienes viven en la más absoluta de las miserias? Pero, según el michoacano, tuvimos una economía competitiva y generadora de empleos. Si el inquilino de Los Pinos no toma Prozac, ¿de dónde tiene tales fantasías del México próspero, ideal, pleno en democracia y con el estómago satisfecho y la salud garantizada? Su texto revela en el renglón económico que está sumamente orgulloso de lo realizado en el terreno de la construcción, dice que especialmente en vivienda e infraestructura de comunicaciones y transporte. ¿Acaso nadie le informó que el Infonavit, por ejemplo, es un intermediario solamente entre los fraccionadores y los contribuyentes a los que, por cierto, y mediante despachos legales privados los expulsa de sus hogares? ¿Tampoco le informaron que las carreteras son de cuota, que fueron construidas e inmediatamente después concesionadas? ¿Que los aeropuertos están en las mismas condiciones y que incluso la vigilancia, que es un renglón prioritario dentro de la seguridad nacional, también está en manos de particulares? ¿Ignora que no hay ferrocarriles de carga y pasaje que recorran la geografía nacional y que los puertos también están concesionados? ¿De dónde surge tal triunfalismo?

Pero el documento entregado no termina ahí. Resulta que todo el mundo tiene la culpa del desastre en la microeconomía nacional. De otros polos surgen los incrementos a los precios de los energéticos, como si nosotros no tuviéramos los veneros del oro negro a reventar. Hasta los efectos naturales en Japón han sido utilizados como argumentos por la cadena que dice representan en algunas industrias. ¿Cuáles?, ¿las de mexicanos o habla por las armadoras? Va más allá, al señalar que la incertidumbre en los mercados financieros se debe a los sucesos internacionales asociados con los problemas de sostenibilidad de la deuda pública de ¡países europeos y en los Estados Unidos de América! O sea que de la gran, de la inmensa deuda mexicana, ni mencionarla, de esa no se acordó el michoacano. Así llega al reporte de un crecimiento del 4.3 por ciento real que tal vez sea cierto, si nos vamos a los registros de porcentaje bajo cero que se vienen arrastrando desde el mandato de Ernesto Zedillo y que incrementaron notoriamente durante el foxiato y los cuales no logró hacer repuntar para llegar siquiera a un cero el interprete del “hijo desobediente”. Según estas cuentas, resulta que el registro de trabajadores permanentes y eventuales afiliados al IMSS creció un 16.1 por ciento. ¿Ya se le olvidó lo que han hecho las outsourcing que, precisamente, son las que no tienen esa y otras prestaciones? ¿De dónde, pues, la cifra de aumento?

Dice también en este, que es un reporte y no un informe, que el comercio incrementó a una tasa real anual del 6.1 por ciento, debido al dinamismo de la demanda interna y externa. De no ser por los columnistas financieros y económicos y la prensa, cualquiera diría que en efecto vivimos en el país de las mil maravillas, cuando lo cierto en este renglón es el cierre de decenas, cientos, miles de pequeñas y medianas empresas y negocios, y que los incrementos de los precios de muchos productos de todo tipo, particularmente los del alimento pero también los servicios, los energéticos, etcétera, han logrado disminuir esa demanda. Tal escenario sería, tal vez posible, si regresara el control de precios y de alguna manera se frenaran incluso las utilidades de los intermediarios y se dieran reglas claras para la operación de la banca, donde las ganancias suman miles de millones de dólares o incluso se establecieran los reglamentos para las grandes empresas que se han constituido como casas de empeño.

Y es que lo mismo habla del aumento de 4.4 por ciento en la demanda de los servicios de autotransporte de carga y terrestre de pasajeros, que del 2.3 por ciento de incremento al arrendamiento de inmuebles y compra-venta de viviendas; los servicios financieros y de seguros aumentaron a un ritmo real del 12.3 por ciento, revela muy orgulloso como si no supiera que las comisiones que cobran los bancos han permitido que reporten utilidades generadas en nuestro país que resultan inigualables y que en algunos casos, como en el de Santander, les permitan salir de la quiebra en sus países de origen.

En cuanto a los precios, intentan ser sutiles y manejar porcentajes que ligan a la inflación pretendiendo separar la canasta de bienes y servicios y lo referente a los productos agropecuarios de los que aseguran que sólo subieron un 11.27 por ciento. ¿Y los huevos?, ¿y el pan BIMBO que tan sólo en los últimos seis años subió un 300 por ciento?, ¿y todo lo que debe llevar la dieta de los niños desde que nacen hasta cumplir los seis años, misma que ya es totalmente inaccesible para cientos, miles de ellos? En el periodo de Felipe Calderón la realidad, la que manejan las amas de casa, es totalmente diferente a ese 11.27 por ciento, pero aun cuando así fuera, el salario mínimo no se ha elevado en la misma proporción, lo cual ya es revelador pormismo de las penurias de la clase trabajadora, ya sea de la formal o de la informal.

Cabe destacar que de acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura y del Banco de México, consignadas en el VI Informe de Gobierno, entre 2006 y 2012 creció la dependencia del consumo a las importaciones de casi todos los productos básicos. Por ejemplo, el volumen de importaciones de frijol pasó de 8.8 por ciento en 2006 a 18.1% en este año; en maíz, la dependencia alimentaria pasó en seis años de 25.9 a 43.7 por ciento.

Por lo que respecta a las tasas de interés y al mercado cambiario, con lujo de detalles especifican los puntos y las tasas de referencia del Banco de México, así como informan de la suspensión de subastas mensuales de opciones que dan el derecho a vender dólares al Banco de México, una de ellas la que se llevaría a cabo el último día de noviembre aunque sigue vigente la reactivación diaria hasta por 400 millones de billetes verdes. Claro que, de regular las comisiones que cobran los bancos por servicios, no se menciona una sola palabra ni se advierte que existiera en momento alguno la intención de llevar a cabo una reglamentación que ponga orden a las actividades de lo que antes eran considerado como instituciones de crédito, que servían para impulsar empresas, industrias, comercio, campo, vivienda, etcétera. Otro renglón, con triunfalismo a rabiar, está en las reservas internacionales de las que dicen hay las suficientes para que el país pueda enfrentar posibles perturbaciones. Y así ha de ser, lástima que las perturbaciones no provengan del extranjero sino de las extracciones que le hacen a los fondos públicos los políticos, así como de las ganancias por el coyotaje que permanentemente llevan a cabo.

Sorprende que la balanza de pagos observe, aseguran, un superávit de 1,624.1 millones de dólares, cuando la deuda ha ido en aumento y las importaciones también se han elevado sustancialmente, ya que no sólo son las gasolinas ante la carencia de refinerías sino de jitomates, maíz, lechuga y con los kilómetros de litorales con los que cuenta nuestro país resulta insultante que ¡hasta el pescado y los mariscos! Parecería la reproducción de los panes el mantener reservas internacionales que en cada reporte aparecen como “históricas” y mantener una sana balanza de pagos, cuando todo lo que ingresa se liquida precisamente con billetes verdes que, supuestamente, se compran en el Banco de México, donde suspenden las subastas para comercios y empresas.

No niegan que la deuda neta del gobierno federal ha sido superior en 228 mil 478.8 millones de pesos a la registrada en el periodo de enero a junio del año anterior. Así que con eso redondeamos los supuestos grandes éxitos en los renglones anteriores. La deuda interna del sector público federal rebasó también en 227 mil 807.6 millones de pesos la del año pasado. Dicen que se trata de ajustes contables, pero la realidad muestra a un sinnúmero de proveedores del gobierno extremadamente disgustados porque no les han liquidado sus facturas desde hace más de seis meses, independientemente de todo lo que se debe a los Estados y Municipios. Lo más impactante es que sigue creciendo la deuda del IPAB. Ahora ya resultó que al 30 de junio de este año creció un 0.03 por ciento que se antoja risible cuando no se le relaciona con cientos de miles de millones de pesos, lo cual ya hace de nuevo otra cifra considerable.

Así pues están las cosas para los mexicanos de acuerdo con el reporte de Calderón, aunque en el renglón de la seguridad todo está… un poquito peor.

HERENCIA DE SANGRE E INSEGURIDAD
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