¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Es una buena noticia
Por Laura Bolaños Cadena
Antes de que comenzara la campaña electoral, afirmé que más tarde o más
temprano López Obrador tendría que separarse de la caterva de
oportunistas que se ha apoderado del PRD. Atento a las elecciones,
Andrés Manuel estuvo de acuerdo en presentar un frente unido. Pero una
vez terminado ese asunto, y en vista del previsto alineamiento del sol
azteca con posturas oficiales, empezando por el reconocimiento como
legal y legítimo al tramposo proceso electoral reciente, tomó la
decisión que seguro tenía en mente desde hace mucho tiempo. Sólo la
pospuso hasta llegar al momento que consideró adecuado. Atento a la
línea de la prudencia, no lo planteó como una ruptura con el PRD ni con
los demás partidos y movimientos de izquierda, sino como una toma de
posición diferente dentro del mismo campo.
El resultado es bueno para la verdadera izquierda, y ya se demostrará
más adelante con el comportamiento de las demás fuerzas de esa
corriente, sobre todo del PRD que, montado en el prestigio de López
Obrador, alcanzó lo que buscaba: puestos en ambas cámaras. Y ahora
gracias a la separación de ese partido de quien estorbaba el maniobreo,
obtiene amplia libertad para sus componendas con el gobierno. Ya nada ni
nadie le impedirá al sol azteca jugar su papel de “apoyo crítico” al
PRI. Pero tampoco Andrés Manuel cargará con el desprestigio de los
seudoizquierdistas. Qué bueno.
Si Morena continuará como movimiento ciudadano o se convertirá en
partido, eso se decidirá de acuerdo a las circunstancias. A mi parecer,
si logra seguir creciendo y jugando un buen papel en el escenario
político de oposición, lo lógico es que se convierta en partido. Aunque
les pese a enemigos como la hoy senadora panista Gabriela Cuevas, quien
dejó bastante mal recuerdo como jefa delegacional, y cuya crítica
ridícula la pone en evidencia. Dice esta señora que lo que quiere Andrés
Manuel son las prerrogativas y el subsidio si se convierte en partido.
Como si su partido, el PAN, no recibiera prerrogativas y subsidio. Otros
critican el dizque afán de poder del tabasqueño, como si panistas y
priístas no fueran los más aferrados al poder.
Sobran también críticas por el lado de la izquierda radical, que no está
de acuerdo con una postura sensata y quisiera, ya, un llamado a las
armas o poco menos. Esta corriente pugna por el enfrentamiento violento
sin reconocer que la mayor sensatez de López Obrador es mantenerse
dentro de la línea pacífica. Y desde esa trinchera no dar tregua al
enemigo prianista.
La línea de Peña Nieto
También el grupo en el poder tiene bien definida su línea. Como con
anterioridad se ha dicho, no podrá gobernar igual que en el pasado. En
la actualidad el panorama es diferente. Existe una verdadera oposición. Se debe tomar en cuenta el descontento generalizado y la lucha de
diversos sectores aparte del principal, Morena, y otros menos grandes,
pero con mucho prestigio y muchas perspectivas de crecimiento como el
#132, o los del poeta Javier Sicilia, familiares de desparecidos y
asesinados en la guerrita de Calderón, contra el feminicidio y otros,
que son piedras en el camino del PRI. Urge atenderlos de alguna manera.
Ya pasaron los tiempos del señorpresidentismo y el ordeno y mando. Hay
que disimular. El gobierno se ve obligado a quedar bien en algunos
aspectos, aparte demagogias y atole con el dedo. Es mucho el daño que se
ha hecho al país en los últimos sexenios y es urgente revertirlo,
aunque sea en parte.
No se irá a las causas de fondo, claro. Se buscarán paliativos y aun a
veces se darán ciertas soluciones que busquen apaciguar a la gente.
Entre lo principal, Peña ofrece combatir la inseguridad, la corrupción, y
fomentar “el diálogo constructivo”. No la imposición sino celebrar
acuerdos y consensos. Enfatizar en la política educativa, en el derecho a
una educación de calidad. Considera inaceptable que en México haya 52
millones de pobres y 11.7 en pobreza extrema, etc.
Ya sabemos que del dicho al hecho hay un gran trecho, y apenas va
saliendo del poder el que prometió ser “presidente del empleo” y dejó
más pobres y desempleados que nunca; pero al día de hoy al nuevo espurio
le corresponde dar otra cara. Atacará algunos de los puntos dolorosos,
pero… no aquellos que son compromisos de fondo.
A cambio de algunos caramelos, nos asestará recetas amargas, las que
están en primera línea de los gobiernos del México subordinado a los
intereses de los poderosos de dentro y de fuera de México. Seguirá la
política económica neoliberal que ha hundido al país, y la guerrita
contra las drogas, tema prioritario para el gobierno de los EU.
Entregará lo que queda del petróleo y hará los cambios en la política
fiscal más provechosos para los grandes empresarios nacionales e
internacionales. Y enterrará los restos de la Ley Federal del Trabajo.
En síntesis: se verá obligado a hacer algunas concesiones favorables a
los ciudadanos, pero cumplirá con mucho gusto los compromisos con
quienes lo han llevado a alcanzar la Presidencia.
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