¡¡Exijamos lo Imposible!!
La mayor amenaza es la corrupción gubernamental
María Teresa Jardí
Miente la OEA. El narcotráfico producto del mantenimiento de la droga como mercancía no sujeta a aranceles como imposición imperial a cambio de la tolerada corrupción gubernamental tiene como objetivo el someter y dominar a América Latina, en primer lugar.
Mienten los miembros de la OEA, a final de cuentas, representantes de los gobiernos sometidos a los mandatos del imperio asesino, que, sí, que puede que esté ya dando sus últimos coletazos criminales. Salta a la vista que de dentro le viene el final, espantoso, como han sido los finales de todos los imperios. Imperio que vuelve a la era de los dementes que se levantan un día y luego de asesinar a la familia se dirigen a la escuela a continuar matando, debidamente programados por la telebasura a ratos y el resto del tiempo por los enajenantes video juegos que forman parte del control distractivo de la perversión del imperio y que exporta para enajenar al resto de países.
En la prevención está el remedio. La prohibición sólo sirve para producir violencia. La prohibición mata. La prevención es lo que salva. Como el país destinado a ser laboratorio de falsas guerras con las que se busca limpiar al mundo de pobres, México es hoy el mejor de los ejemplos. No a todos los pobres. ¿Quién mantendría a los ricos si se asesinara a todos los pobres? Pero sí de unos cuantos que incluso afean el panorama.
No hay nada más caro que la pobreza. Incluso las tiendas departamentales se manejan acordes a los clientes según la colonia. Productos al por mayor a precios notoriamente más bajos se venden en las mismas cadenas departamentales a las que acuden los ricos de manera exclusiva, dado que para entrar hay que pagar por la tarjeta que da acceso al lugar.
Mientras en los lugares de las mismas cadenas ubicados en colonias más populares dividen y encarecen el producto y así lo venden a los pobres que pagan el doble de lo que pagan por el mismo producto los que pueden comprar muchos productos a la vez. La empresa ya se sabe que nunca pierde. La empresa gana siempre y más en lugares como México donde se le han dado todos los derechos y cancelado todas las obligaciones.
Se hacen campañas, fracasadas de momento, en nuestro país donde el consumismo es como un cáncer del que nadie se salva. Campañas para hacer compras en los lugares donde compran los ricos para luego repartirse los productos. Pero en el cambiar el modo de consumo está la solución. Al igual que lo está en la prevención el consumo de la drogas. No en la prohibición ni en la compra de lo que quieren vendernos, a fin de cuentas, los dueños de las empresas mantenidas con la condena a la pobreza de las inmensas mayorías.
Soy pésima ama de casa. Pero por diversos motivos unidos hace ya un buen tiempo que tomé la decisión de no contratar a nadie para que me ayude a mantener limpio mi piso ni siquiera un día a la semana. Y así he descubierto, por ejemplo, que no hay producto que mantenga más limpios los baños que el vinagre y lo mismo sucede con los vidrios e incluso con los platos, tazas y cacerolas si se añade un chorro al jabón, que entonces puede ser de cualquier marca o incluso que podríamos empezar a hacer con el sobrante del aceite, lo que permitiría, además del reciclaje del aceite ya usado, mantener limpias las coladeras, máxime, dado que en México, no se recolecta ese aceite, como se hace en otros lugares, como servicio gubernamental, para mantener en buen estado los canales que llevan el agua como el bien preciado del que tantos carecen. En fin... la mentira como regla y la sociedad manipulada creyendo a los que mienten y mienten y mienten como forma también de control en beneficio de unos cuantos que al resto, efectivamente desprecian, al punto de “donar” al FMI, lo que se les quita a pueblos como el rarámuri condenados a la hambruna, para rescatar a Europa, como si México siguiera siendo colonia de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario