Álvaro Cepeda Neri
Javier Moreno Valle alega ser aún concesionario del Canal 40. Sus
oficinas embargadas están en remate y huyó al país del Norte para
ponerse a salvo de las acciones civiles y fiscales; tiene pleito a muerte
con Ricardo Salinas Pliego, el mandamás de TV Azteca, bancos, comercios
y vaya usted a saber qué más negocios. Moreno Valle con su hermano
Rafael, son hijos de Rafael Moreno Valle (usan el apellido compuesto),
egresado de la Escuela Médico Militar; priísta de corazón, con una larga
carrera como senador, exsecretario de Salubridad y Asistencia de México
y exgobernador de Puebla. Este junior es el desgobernador
poblano, gracias a que se convirtió al Partido Acción Nacional (PAN) y
lo amadrinó Elba Esther Gordillo con su partido privado, Partido Nueva
Alianza (también es dueña de las cuotas de 2 millones de profesores del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE; de curules en
el Senado, la Cámara de Diputados federal y legislaturas estatales… y
aliada de Felipe Calderón, pero dispuesta a todas las traiciones
posibles con tal de mantenerse en la elite depredadora).
Con el alias de doña Perpetua por su “liderato vitalicio” en
el SNTE, con minúscula porque lo ha degradado como nadie de sus
nefastos dirigentes de Manuel Sánchez Vite a Carlos Jonguitud Barrios,
fue invitada de “honor” (¡deshonor!) al primer informe del
despilfarrador Moreno Valle (quien gasta dinero del pueblo en planas y
planas en los diarios con su fotografía de “galán”, queriendo como
Enrique Peña Nieto ser bonito). Y cuando el locutor la presentó, le
escupieron chiflidos y mentadas de repudio, como en todos los actos
donde aparece. Frunció la boca y echó lumbre por los ojos, pero “conchuda” que es, sólo se arremolinó en su asiento de primera fila.
Todos los medios de comunicación dieron cuenta del repudio a quien
supone que es política, pero no pasa de “grilla”, marrullera y
oportunista desde que Manuel Camacho Solís y Carlos Salinas de Gortari,
la impusieron en la dirigencia del SNTE, y que ha ido escalando hasta
convertirse en dueña de un partido (para candidatear a su hija
Mónica Arriola, a su yerno Fernando González Sánchez y a sus cómplices
para posicionarse en las transas con el PAN y Calderón). Y no es que no
le hagan mella las mentadas, pero ya se acostumbró a recibir esos
“ramos” de desprecio.
En la cúpula de los cargos públicos, sindicales, partidistas y
empresariales, se ha agrupado la peor fauna que mangonea los beneficios
económicos a costa del empobrecimiento y hambre de los mexicanos. Y
Gordillo, que viste y calza a la moda de París y Nueva York, cliente de
los mejores hospitales estadunidenses (mansión en Miami) para atender
sus males (vive con un riñón artificial), insiste en meterse en los
asuntos políticos del país. Tiene una inversión con el Partido
Revolucionario Institucional-Peña; otra con el Partido de la Revolución
Democrática-Marcelo Ebrard-Camacho. Y se habla de sus nexos con Josefina
Vázquez Mota, mientras le da atole con el dedo a Calderón, quien
ya de salida y perdedor en los tres partidos porque sus candidatos:
Ebrard y Ernesto Cordero se quedaron fuera y Peña lo odia a muerte, busca comprar casa en territorio estadunidense en calidad de testigo protegido. Y la Gordillo se queda… con las horas contadas.
*Periodista
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