BOTONES SOBRAN

¡¡Exijamos lo Imposible!!

La impaciencia presidencial
Lunes, 11 Agosto, 2008

• El fracaso del modelo

• Fotos compartidas...

El hombre revela por completo su carácter, mi estimado, cuando describe el carácter de otro.

Se acumulan los agravios y las contrariedades en las entretenidas listas de aquellos divertidos y poderosos personajes que fueron fundamentales para la entronización de Felipe Calderón en el poder, quien ha ido demostrando con el correr de los aciagos meses su distintiva capacidad de no poder con las responsabilidades que conllevan tan volátil cargo. Quien ha demostrado su magnánima inseguridad y pequeñez al ir colocando en carteras claves a frívolos personajes sin experiencia, ya no digamos en algunas de las más importantes dependencias, sino en la complejidad de los laberintos de la administración pública. Quien ha demostrado que para gobernar México es obligatorio contar con su amistad... y complicidad. Y que, mezcladas, lleven la dosis correcta de servilismo y sumisión para no cuestionar sus (in)decisiones en asuntos de poder y… de partido.

Calderón, my friend, da señales delicadas de autoritarismo y de concentración desmedida de poder. Los movimientos de su achispado e inservible Gymboree no envían las señales correctas de hacia dónde se quiere avanzar y mucho menos de una estrategia integral de gobierno ante la volatilidad entre los focos rojos, cuyos caminos convergen irremediablemente hacia una ingobernabilidad y a un peligroso caos.

El caso de la inseguridad pública y el escalofriante número de ejecuciones, cuyas cifras diarias rebasan la capacidad de la sorpresa colectiva, necesita ser atendido bajo premisas de fórmulas distintas ya que las aplicadas —en los últimos meses– han fracasado. El gobierno fracasa cuando se rompe impunemente el estado de derecho ante la ola de violencia y criminalidad que azota al país.

Y nada más preocupante, amable lector, que escuchar la voz del inquilino de Los Pinos aconsejando a empresarios a utilizar originales fuentes alternas para fortalecer su círculo de seguridad así como escupir cual tarabilla el sonsonete de que ni un paso atrás...

La simpática cuestión es si Felipe & his stupid squad saben la secuela de incertidumbre que están sembrando en el accidentado camino. El gobierno vuelve a ser uno de reacción y no de prevención. El tema de las policías federales, de los mAFIosos, de la PFP aderezado con el tema de los órganos de inteligencia son problemas añejos que (no entienden) han sido atendidos por los mismos funcionarios rotados en ochos años por las mismas áreas cuyos resultados, aunque no lo parezca... son un rotundo fracaso.

A Felipe, my friend, le encanta navegar (emocionado) en su barco de gran calado entre la adversidad que garantiza la práctica del deporte del Tío Lolo, yes?

Y botones sobran.
El último desplegado en la estupenda encerrona en Ixtapa con los legisladores azules ha sido suficiente como para que vociferen que oopppss, we lost him! Perdido en su grotesca burbujita creada ex profeso para... mantenerlo secuestrado, Calderón se manifestó sobre temas delicados con desplantes autoritarios y sugestivos manotazos… que ocasionaron un espléndido efecto: el contrario.

Ese donde se desencadena el desánimo ante la certeza del rumbo. Ante la toma de decisiones completamente centralizadas. Ante la desinformación en asuntos fundamentales como son los susurros tras bambalinas del célebre chisguete energético. Calderón regaña a los de casa. Se impacienta. Y esto ocasiona desesperación presidencial en un hombre con un carácter bastante definido en eso de los rencores y el cobro de facturas.

Y aquí es donde entra la simpática cuestión de la llegada de los ausentes para la guanajuatización del país ante el complicado numerito electoral que trae, literalmente, sin sueño a Germán Martínez. Y donde Felipe ve la extraordinaria oportunidad para poner a Vicente Fox y Manuel Espino para la ocurrente foto. La foto compartida de la derrota electoral.

Sobre todo cuando en áreas clave para los complejos procesos del año próximo hay personalidades clave identificadas con este estupendo grupito, donde con Los Pinos juegan aquellito de que... tú haces como que me dices la verdad, y yo hago como que te creo.

El atractivo trasfondo del romance azul radica en el pacto de uno que otro seductor acuerdo que llegará pronto… a su political timeframe.

Y recuerde, my friend, que el timing en política es todo. Sobre todo cuando lo que está en juego es... todo.

Ni más, pero ni menos.