martes, 7 de abril de 2015

Se resiente la agudización de la crisis

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Otra vez, la cruda realidad
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Crisis, devaluación y recortes al presupuesto
Desencanto e incertidumbre al iniciar campañas
66 millones no pueden comprar canasta básica
Se incrementan feminicidios, no hay “alertas”

“El hambre al poder: ¿si la mayoría votante tiene hambre, debemos crear la “famelocracia”? Jorge Saldaña

Tras el asueto de Semana Santa, chocamos de frente con la cruda realidad. A pesar de las reformas estructurarles, no llega el crecimiento “elevado, sostenido y sustentable” prometido por Enrique Peña Nieto. El mediocre paso de la economía (1.7 % del PIB en 2013 y 2.1% en 2014) es menor al promedio de las últimas décadas. Se resiente la agudización de la crisis económica, la devaluación del peso, los recortes al gasto público y hasta los onerosos gastos militares, en un país que oficialmente no está en guerra.

La inseguridad sigue golpeando a los mexicanos a pesar de las estadísticas oficiales que dicen que “vamos mejor”. Frente al proceso electoral para renovar la Cámara de Diputados y nueve gubernaturas, entre otros 15,832 cargos, prevalece el desencanto de la población hacia los partidos políticos y el gobierno federal.

En el PRI están prendidos los focos rojos. Temen que la caída de la imagen pública de Peña Nieto los arrastre a perder la mayoría en la Cámara de Diputados. Eso es lo que señalan también las encuestas sobre la intención del voto de varios medios de comunicación. Hay miedo ante el avance de Morena y se alían hasta con el PRD para detenerlo en estados como Michoacán, Guerrero, Morelos y, por supuesto, el Distrito Federal.

Los cálculos internos de los priístas llevan a la conclusión de que se perderán al menos 170 de los 300 distritos electorales de mayoría relativa. No ven cómo pueda ganar Ascensión Orihuela en Michoacán, ni Héctor Astudillo en Guerrero. En Nuevo León, su candidata, Ivonne Álvarez, enfrenta dificultades serias no sólo frente al panista Felipe de Jesús Cantú, sino ante el independiente Jaime Rodríguez CalderónEl Bronco.

Aunque su estrategia es apoyarse en el PVEM, que sigue con la entrega de dádivas y acciones mediáticas impugnadas, su esperanza está otra vez en el abstencionismo por el desencanto que prevalece en la población, la incertidumbre y el descontento con los resultados de la administración de Peña Nieto. Influye también el llamado de los padres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa a no salir a votar, mismo que ha sido repetido por otras organizaciones sociales que no ven en el ejercicio del voto la herramienta para cambiar el status quo.

La falta de credibilidad golpea a toda la administración federal. Esto conviene al PRI, porque entre más baja sea la participación se elevan sus posibilidades de ganar con su voto duro, al igual que el PAN y el PRD.

Focos rojos

Al arrancar las campañas electorales
, Michoacán y Guerrero son focos rojos, porque, como señala el dirigente del PAN, Gustavo Madero, son estados que tienen una mayor debilidad institucional frente a la delincuencia organizada. “Esto los pone en una situación de un foco rojo para poder garantizar la seguridad de sus candidatos, de sus funcionarios de casilla, incluso, cuando vaya a ser la elección y de los votantes”, comentó Madero en Morelia, Michoacán.

Los dos principales partidos, PRI y PAN, están enfocándose en ganar entidades que actualmente gobiernan. Además de Nuevo León, el PRI busca mantener el poder en San Luis Potosí, en una elección cerrada entre Manuel Carreras, su abanderado, y la panista Sonia Mendoza; así como Campeche y Colima. También los priístas buscan retener Querétaro, con Roberto Loyola, quien enfrenta al panista Francisco Domínguez.

En Michoacán, parecen no buscar el triunfo al postular a José Ascensión Orihuela, conocido como “Chon, quien tiene enfrente al perredista Silvano Aureoles, quien le hizo un gran servicio a Peña Nieto en la Cámara de Diputados en la aprobación de las reformas estructurales; y a la panista Luisa María Calderón, hermana del ex presidente Felipe Calderón.

Los panistas por su parte pretenden mantener Baja California Sur y Sonora, donde postularon a Carlos Mendoza y Javier Gándara respectivamente, quienes enfrentarán a Ricardo Barroso y Claudia Pavlovich del PRI. En Sonora, las últimas elecciones han sido cerradas y se han definido por menos del 5 por ciento de los votos

En Guerrero la ventaja debería ser para el PRD, pero las condiciones son de incertidumbre tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El Sol Azteca, que gobierna la entidad, postuló a Beatriz Mojica; el PAN se decidió por Jorge Camacho, y el PRI postuló a Héctor Astudillo, mientras que Movimiento Ciudadano lanzó a Luis Walton.

Campeche parece ser una apuesta segura para el PRI con Alejandro Moreno Cárdenas, quien tiene enfrente al panista José Rosiñol Abreu y a Layda Sansores, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

A pesar de las dificultades que pasan los partidos políticos en estas elecciones, los dirigentes de las tres principales fuerzas políticas del país están muy calmados dado que tienen aseguradas sus posiciones en el Congreso de la Unión. El priísta César Camacho, el panista Gustavo Madero y el perredista Jesús Zambrano, quienes fueron los promotores del Pacto por México, encabezan las listas de candidatos plurinominales.

Camacho encabeza la lista de la quinta circunscripción de los candidatos a legisladores del PRI, que incluye al Estado de México, de donde es originario. Madero ocupa el primer sitio de la primera circunscripción, donde está Chihuahua, su estado natal. Y Zambrano se ubica en la primera posición de la lista de la cuarta circunscripción, que contempla al Distrito Federal, por lo que los tres tienen asegurada su diputación de representación proporcional.

Pero los focos rojos también están prendidos en la mitad de los 10 partidos que participan en estos comicios, pues se juegan la supervivencia con reglas más estrictas y con una izquierda fraccionada. Panal, Movimiento Ciudadano y el PT buscarán conservar su registro nacional, mientras que Encuentro Social y el Humanista tratarán de superar el 3 por ciento de votos que como mínimo exige la ley para mantener el registro recién conseguido.

Hambre en México

Los especialistas señalan a la corrupción y a la falta de resultados como los responsables del desencanto de la ciudadanía frente a su gobierno. La criminalidad también es mencionada porque no ha bajado. Pero un punto que sin duda es vital en este panorama es el económico. El dato trágico es que el 55 por ciento de la población que no puede comprar la canasta básica de alimentos, advierte un estudio del Senado de la República publicado por el Instituto Belisario Domínguez.

Por la reforma laboral, que llevó a la ampliación de la flexibilidad laboral, no se dio el anunciado y prometido incremento del empleo, peroafecto su estabilidad, y por tanto no ha permitido el crecimiento de la seguridad social.

Con base a los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), ajustada con los nuevos factores de expansión desde el primer trimestre de 2010, se observa que la población que no alcanza a cubrir el costo de la canasta básica con los ingresos que produce de su trabajo, pasó de 47% en 2010 a 55% en 2014. Al finalizar ese año, más de 66 millones de mexicanos no tuvieron la posibilidad de adquirir los productos de la canasta básica con solamente el ingreso por trabajo en el hogar. También la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013, llegó a las mismas conclusiones.

Los alimentos básicos se alejan cada vez más de los bolsillos de los trabajadores mexicanos. El Observatorio de Precios que elabora la organización El Barzón destaca que los precios al consumidor del huevo y de la pechuga de pollo han aumentado 17 veces más que el salario mínimo en los recientes tres años. En marzo de 2012, el kilo de huevo costó a los mexicanos 14 pesos, pero aumentó 185.5 por ciento a un precio actual de 40 pesos. Hace tres años, la pechuga de pollo se vendía a 25 pesos por kilo y ahora se compra a 70 pesos, un incremento de 180 por ciento. En contraste, el salario mínimo aumentó apenas 10.7 por ciento desde 2012.

Dispendio en la Cámara

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