Por Esto!
Nefastos presagios electorales
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Con nefastos augurios han dado comienzo las elecciones intermedias del presente sexenio. Las instituciones responsables de que los comicios se realicen sin contratiempos, sin consecuencias lamentables, han dado muestras de parcialidad antidemocrática que pone en tela de juicio su honorabilidad. Tal parece que el grupo en el poder no tiene empacho en acabar de desacreditarlas con tal de concretar un proyecto que favorezca su hegemonía con máscara “democrática”.
Baste ver cómo el Partido Verde (PVEM) ha sido arropado por el Instituto Nacional Electoral (INE), con una complicidad que desborda cinismo. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), a su vez demuestra estar al servicio de los poderes fácticos, con el fin expreso de que la democracia siga entrampada y se afiance la marcha de la oligarquía pro fascista. Con tal forma de proceder, ambas instituciones están propiciando que se cancele en nuestro país la vía electoral, porque la ciudadanía acabará dándose cuenta de que no tiene sentido votar. ¿Esto es lo que busca precisamente el régimen derechista?
No, desde luego, mientras las instituciones del Estado cumplan su cometido con eficiencia, pero con el fin de que no haya necesidad de que el régimen se despoje de su máscara “democrática”. Lo podrán hacer en tanto la población siga cayendo en el abismo del subdesarrollo, con todos los flagelos que arrastra, como es el propósito de las políticas públicas implementadas por los “gobiernos” tecnocráticos desde hace tres décadas. Mientras más pobreza haya en el país, mejores posibilidades tiene la alta burocracia de seguir dando buenas cuentas electorales a la oligarquía.
La derecha tiene muy bien aceitada su maquinaria electorera, desde los cimientos hasta la cúspide, como se ha visto a pesar de los gravísimos problemas sociales que padecemos los mexicanos, que en cualquier otra nación de iguales características que las de México, hubieran hecho caer al gobierno. Aquí no ha sucedido así porque los poderes fácticos también han cumplido eficazmente su papel de enajenar al pueblo, desorganizarlo e incluso embrutecerlo. Por eso se muestran optimistas los dirigentes de los partidos de la oligarquía: PRI-PAN-PVEM, principalmente.
Afirman que lograrán una victoria inobjetable en los comicios del 7 de junio próximo. Tienen todo preparado para que así sea, gracias al invaluable servicio de las instituciones responsables del proceso electoral. Sin embargo, puede afirmarse sin temor a equivocación que será una “victoria” pírrica, porque la ultra derecha se habrá de envalentonar todavía más y sus presiones pondrán a la alta burocracia entre la espada y la pared. Tendrá que despojarse de su máscara “democrática” y actuar como lo que realmente es: una servil lacaya de la élite oligárquica.
Esta dramática situación, de consecuencias impredecibles, la podrán evitar el INE y el TEPJF si actúan con un mínimo sentido de responsabilidad y un elemental patriotismo, de manera imparcial, como debiera ser su actuación institucional. ¿Que esto es como pedir peras al olmo? Quizá lo sea, pero no si la izquierda actúa de manera igualmente responsable y patriótica. Aquí entra en juego el papel que tendrá el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ahora y en el futuro. Sobre sus hombros recaerá en buena medida el peso del éxito de los comicios en favor de un cambio democrático, porque es la organización que no tiene compromiso alguno con el régimen ni con la oligarquía.
Así también es fundamental que la gente entienda que cancelar las elecciones, como lo demandan diversos sectores populares en Guerrero, es facilitar las cosas a la ultra derecha y perjudicarse solos, por la sencilla razón de que Enrique Peña Nieto estaría facultado para nombrar gobernador interino y un Congreso más a modo. ¿En qué beneficia al pueblo esa manera de actuar? Quienes promueven la cancelación de los comicios, el voto nulo y el abstencionismo, en realidad están trabajando en favor de los intereses más nefastos.
De ahí el imperativo de que sus dirigentes en los estados actúen con una visión diferente a la de los líderes de los partidos tradicionales. Deben darse cuenta que el futuro está en sus manos, en cuanto que la gente ha respondido con entusiasmo a los llamados de Andrés Manuel López Obrador, a quien la derecha (PRI-PAN-PVEM) pretende descalificar tachándolo de “cacique”, “líder mesiánico” y otras estupideces sin sentido. Ahora el compromiso de los dirigentes es no quedar mal con la gente, aprender de una vez por todas (no habrá otra oportunidad) que primero hay que tener el pastel en las manos y luego ver cómo se reparte.
Es preciso que entiendan que deben ser diferentes a los partidos tradicionales, pues MORENA no lo es y no debe caer en ese juego. Es una organización de ciudadanos comprometidos con la salvación del país, con el restablecimiento de sus instituciones, con una orientación verdaderamente democrática del Estado. Sería un gravísimo error empezar a imitar a los partidos de la oligarquía.
(guillermo.favela@hotmail.com)
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