Homozapping
Tortura generalizada
Jorge Meléndez Preciado
La mayoría de los ciudadanos mexicanos que han sido detenidos por la policía reciben amenazas, insultos, golpes, violación (en el caso de las mujeres) y diversos ataques físicos a su persona. Baste encontrarse con un uniformado y que el mismo lo quiera remitir a la delegación para sufrir esos y otros ataques.
Desde el inicio del actual sexenio hay cantidad de testimonios, sobre todo de jóvenes que al participar en manifestaciones- o incluso sin hacerlo pero estando cerca de los acontecimientos- , al llegar las mal llamadas fuerzas del orden, han sufrido la represión. Por lo tanto, el debate de Méndez y Meade y sus subordinados da entre risa y amargura. En el primer caso porque los uniformados mexicanos gozan de mala fama. En el segundo, ya que muchos hemos visto y hasta sufrido la falta de ética de quienes deberían protegernos de los hampones y sabemos que la inmensa mayoría de ellos está a las órdenes de los delincuentes.
Como bien dice Perseo Quiroz de Amnistía Internacional: México pierde credibilidad al rechazar el informe que trata acerca de la tortura (SinEmbargo, 2 de abril). Pero ya sabemos que la desconfianza es el signo de esta administración.
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