Por Esto!
Apuntes
Guillermo Fabela Quiñones
Pésima señal del Tribunal Electoral Federal
Una pésima señal envía el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al autorizar al gobierno de Enrique Peña Nieto regalar miles de televisores digitales a la población de escasos recursos, con el logotipo que identifica al régimen del PRI: “Mover a México”. El magistrado Flavio Galván afirma que “los electores no son menores de edad” para inducirlos a votar por el partido tricolor con la marca de éste en los aparatos. Tampoco nosotros, quienes nos negamos a creer semejante estupidez, somos niños para dejarnos meter el dedo en la boca sin protestar.
Pésima señal del Tribunal Electoral Federal
Una pésima señal envía el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al autorizar al gobierno de Enrique Peña Nieto regalar miles de televisores digitales a la población de escasos recursos, con el logotipo que identifica al régimen del PRI: “Mover a México”. El magistrado Flavio Galván afirma que “los electores no son menores de edad” para inducirlos a votar por el partido tricolor con la marca de éste en los aparatos. Tampoco nosotros, quienes nos negamos a creer semejante estupidez, somos niños para dejarnos meter el dedo en la boca sin protestar.
El susodicho magistrado, quien junto con sus colegas José Alejandro Luna Ramos y Pedro Esteban Penagos, votaron a favor de la entrega de televisores que jamás podrían adquirir con recursos propios los padres de familia escogidos, con un cinismo impropio de alguien con una investidura que se supone está para garantizar la legalidad de las elecciones, después de señalar que es imposible quitar el logotipo de los aparatos, se preguntó: ¿cómo hacerle para que los beneficiarios no sepan que es del Ejecutivo federal y que el presidente emanó del PRI? Muy sencillo: prohibiendo la entrega de los cientos de miles de televisores.
Ciertamente, “los electores no son menores de edad”, pero quienes viven en zonas populares y marginadas son, en su mayoría, analfabetas funcionales que se creen la demagogia del grupo en el poder. ¿Acaso dudan los señores magistrados del TEPJF que al recibir semejante obsequio, quienes lo reciban se van a negar a votar por el PRI? ¿Se han puesto a pensar los señores magistrados de dónde provienen los miles de millones de pesos que se gastaron en la compra de aparatos que valen más de lo que gana en un año un padre de familia sin trabajo? ¿Por qué avalan una acción que parece buena pero que finalmente dejará un olor pestilente?
¡Qué lamentable papel el de los señores magistrados, quienes con su forma de actuar demuestran carecer de principios! ¿Cómo no esperar que la corrupción en nuestro país sea el flagelo más extendido si en las más altas esferas del poder ponen el mal ejemplo? Es obvio que el régimen reaccionario de los tecnócratas al servicio de intereses extranjeros quiere mantener el poder al precio que sea, pero sin quitarse la máscara de demócrata, porque esa es la condición a la que deben ajustarse para evitar complicaciones políticas, como las que está padeciendo el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade por haber avalado las torpes declaraciones del subsecretario Juan Manuel Gómez Robledo, quien descalificó el informe del relator de la ONU, Juan Méndez, donde afirmó que “la tortura es generalizada” en México.
La ciudadanía desinformada no alcanza a discernir que recibir un regalo de equis partido no la obliga a votar por éste. Como ahora hasta el PRD obsequia despensas, por eso el PRI decidió actuar a lo grande, con el fin de acabar con la competencia y al mismo tiempo quedar bien con el duopolio televisivo. ¿No debería el Instituto Nacional Electoral (INE) investigar de dónde salieron los miles de millones de pesos para comprar televisores digitales que por más baratos que estén no bajan de 3 mil pesos? Es curioso que para mantener el poder no se escatimen recursos del erario, como desgraciadamente se hace para hundir al país en el subdesarrollo y seamos más fáciles presas de los grandes intereses trasnacionales.
De ahí el imperativo de sacar a la mafia reaccionaria de Los Pinos, antes de que sea demasiado tarde. Aunque parezca que ya el mal está hecho, luego de tres décadas de que la derecha ultra reaccionaria llegó al poder merced a un golpe de Estado técnico, todavía puede seguir haciendo mucho más daño a la sociedad mayoritaria si continúa fortaleciéndose bajo la máscara de una “legalidad” democrática. Quiere lograrlo, en la medida que las instituciones del Estado estén bajo su pleno control. Por eso su firme decisión en ganar las elecciones intermedias del próximo 7 de junio, lo que le facilitaría el camino para llegar al 2018 sin complicaciones insalvables.
Sin embargo, su cálculo es erróneo a final de cuentas, porque la voracidad de la oligarquía, la corrupción inagotable de las élites, la desenfrenada e injusta desigualdad acabarán imponiéndose sobre los sueños de gloria eterna de la derecha, y el despertar será terrible.
(guillermo.favela@hotmail.com)
(guillermo.favela@hotmail.com)
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