jueves, 9 de abril de 2015

De donde sacarán sus cuentas milagrosas

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Promesas incumplidas: FT
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

No se alcanzarán metas de crecimiento
Petroprecios obligarán a más recortes
Malestar de la población por inflación
Viudas, condenadas a extrema pobreza


“Un periodo gubernamental es un lapso de tiempo que transcurre entre lo malo y lo peor”Jorge Saldaña

Durante los últimos meses, lo hemos dicho en infinidad de ocasiones en estas líneas. Muchos colegas también lo han resaltado en diferentes medios de comunicación a lo largo y ancho del país. Pero debe venir un medio extranjero, esta vez el “Financial Times” para confirmarlo: “Las promesas de crecimiento de Peña Nieto se han venido abajo con estruendo”. El artículo de la corresponsal Jude Webber destaca lo que hemos señalado una y otra vez en este espacio: “Un crecimiento nada espectacular mediocre, para nosotros—, el malestar por el aumento de impuestos en 2014, la producción de petróleo en declive y la perspectiva de recortes al gasto público éste y el siguiente año golpean el estado de ánimo después de las embriagadoras esperanzas de que las ambiciosas reformas del presidente Peña Nieto pondrían a México en una vía rápida hacia la prosperidad”.

Las promesas del mexiquense, de alcanzar un crecimiento económico de 5 por ciento al término de la actual administración, simple y sencillamente no se cumplirán. El gabinete peñanietista no pudo con el paquete. Pura saliva gastaronasí como millones de pesos en costosas campañas de difusión- al ofrecer un mayor crecimiento y bienestar con las reformas que impulsó al comienzo de su gobierno y que en los hechos sólo se cristalizaron en el despojo de derechos y recursos a la nación mexicana. Ahora, ante su ineficiencia e inoperancia interna y un entorno internacional complejo, pide el actual gobierno a la población sacrificios y “hacer más con menos”, luego de los anuncios de los recortes al gasto en 2015 y 2016, que en conjunto sumarán alrededor de 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), unos 259 mil millones de pesos.

El grupo de tecnócratas, encabezados por el virrey” Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), simplemente no pudo con el paquete que asumió en diciembre de 2012. La economía apenas creció 1.8 por ciento en promedio anual, una tasa menor incluso a la de los 25 años precedentes, que fue de 2.1 por ciento promedio por año y sin reformas estructurales—, de acuerdo a los datos oficiales. Por eso, ahora sus promesas de que se crecerá más del 3 por ciento este año y el siguiente ya nadie las cree, sólo los sumisos e ignorantes legisladores de la Cámara de Diputados que les aprueban todo. Los analistas económicos privados ponen en duda que existan las bases para alcanzar ese nivel. De hecho, todos coinciden en que los cálculos del gobierno están equivocados y que se crecerá menos, si acaso el 3 por ciento este año, como señala la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

El “Financial Times” destaca, en el artículo publicado este martes, que la población mexicana se verá obligada a apretarse el cinturón con los recortes presupuestales anunciados por el gobierno de Peña Nieto para este año y el siguiente, como consecuencia de la caída del precio internacional del petróleo. Resalta que “nada simboliza mejor el malestar de las personas que el alza en el precio del huevo”. Pero no es únicamente este producto, pues en los mercados públicos y centros comerciales de diversos estados del país, algunos de los artículos de la canasta básica mostraron variaciones al alza, como el aguacate, que se comercializó hasta en 40 pesos por kilogramo. A su vez, el kilogramo de tomate saladette se ofreció hasta en 24.22 pesos y en algunas regiones hasta en 35 pesos, el del limón en 18.73 pesos, la bolsa de dos kilos de azúcar en 25.69 y la cebolla en 16.62 pesos, incrementos con los que quedan fuera del alcance del bolsillo de muchos mexicanos.

El diario británico subraya el malestar de la población por el aumento en los precios de artículos de primera necesidad, que llegaron a aumentar hasta 45 por ciento en los primeros tres meses del año, y explica que esos incrementos ponen de relieve la “volatilidad e incertidumbre que nubla el horizonte”. Al señalar los reportes oficiales sobre la inflación, que es ligeramente menor al objetivo de 3 por ciento anual fijado por el banco central, y los cuales no reflejan la realidad que padecen las amas de casa en mercados y supermercados, indica que la confianza de los consumidores y de los empresarios respecto de la situación económica va a la baja, lo que añade vientos contra la recuperación económica.

Sin embargo, en el gabinete económico persiste un falaz optimismo. Señalan que el panorama está mejorando y destacan la marcha de la economía de Estados Unidos, que es el destino de cuatro quintas partes de las exportaciones mexicanas. Ponen como ejemplo a los sectores de la industria de fabricación de automóviles y de la construcción que, dicen, están en auge, y también insisten en que las facturas de teléfono y electricidad están bajando, lo que, aseguran, es una prueba de que las reformas ya están dando resultados. También gastan millones de pesos en propaganda para permear estas ideas en la opinión pública, de cara a las próximas elecciones de julio, aun cuando no las tienen todas consigo.

Promesas y expectativas es lo único que ha podido ofrecer Peña Nieto. Pero el no cumplimiento de unas y otras ha pegado a su índice de popularidad que está en su nivel más bajo desde que inició su gestión. Las reformas estructurales impuestas en los primeros dos años no están dando los resultados prometidos. No se ven, por ningún lado, los beneficios que se ofrecieron. No se han detonado los sectores energético, de telecomunicaciones o bancario, ni se ven realmente reducciones en las tarifas de esos servicios. El derrumbe de los precios internacionales del crudo frenó la inversión privada hacia el sector energético que se abrió por primera vez en casi 80 años.

Más ajustes 

Y la terca realidad es que el panorama se complica. Las perspectivas para el crecimiento económico y de la recaudación para el país el año que entra, 2016, corren el riesgo de no materializarse y provocar un ajuste adicional al gasto de ese año, según la opinión de especialistas. La semana pasada, la administración de Peña Nieto anunció un recorte de 135 mil millones de pesos al presupuesto público del próximo año, y dijo que habrá un crecimiento económico de 3.3 a 4.3 por ciento. También estimó una recaudación tributaria de 2.2 billones de pesos, lo que implica una captación 10.2 % mayor a la que espera obtener durante 2015.

Analistas económicos como José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, advirtieron los riesgos de que el entorno macroeconómico que maneja el gobierno federal no se cumpla y que los ingresos tributarios no se alcancen y que, por lo tanto, la administración federal no reciba los recursos que proyectó”. En esto coincide Mario Correa, director de Estudios Económicos de Scotiabank, quien señala que la preocupación se centra en las expectativas del gobierno sobre la recaudación de impuestos, “ya que con el esquema actual sería difícil alcanzar la cifra que pronostican”.

Por su parte, Alexis Milo, economista en jefe de Deustche Bank, destacó la preocupación que persistirá en las finanzas públicas, que es el tema de la deuda, la cual creció seis puntos porcentuales en los últimos dos años. “La deuda, como proporción del PIB, creció de 38 a 44 % en los últimos dos años. Esto es preocupante porque si se crece a ese ritmo, ya no vamos a tener un nivel reducido que era una característica del país”, indicó.

Y el escenario internacional se sigue complicando. Los menores petroprecios que generaría una mayor oferta de crudo, por parte de Irán, podrían obligar al gobierno mexicano a realizar ajustes adicionales al gasto o elevar el déficit fiscal, coinciden analistas. Tomando en cuenta la previsión del gobierno para 2016, una baja de 55 a 45 dólares por barril con una plataforma de exportación promedio de 1.65 millones de barriles diarios implicaría una pérdida de al menos 3 mil 834 millones de dólares (mdd) para el presupuesto. Es decir, alrededor de 53 mil 925 millones de pesos (mdp), considerando un tipo de cambio de 14.5 pesos por dólar, según estimaciones de la Facultad de Economía de la UNAM.

En la opinión del investigador universitario Aníbal Gutiérrez, esto obligaría a las autoridades a realizar, por lo menos, una reducción al presupuesto para el próximo año de 150 mil mdp en lugar de los 135 mil mdp contemplados en los precriterios. Los riesgos de menores petroprecios para el próximo año han aumentado las probabilidades de recortes adicionales al gasto público.

De todo un poco

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