Campañas llenas de circo maroma y teatro

¡¡Exijamos lo Imposible!!
México, convertido en maquilador

Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Pese a reformas, crecimiento mediocre
Desmienten analistas a Gobierno Federal
Política de la FED no preocupa al BM
Sólo “guerra de lodo” hay en campañas
Avanzan negocios de reforma energética

“Promete todo. No tienen memoria”. Jorge Saldaña

El presidente Enrique Peña Nieto presume que en lo que va de su administración, “se han impulsado cambios, ajustes, reformas, se tienen políticas públicas y se hacen inversiones en infraestructura para ampliar los horizontes de oportunidad para más mexicanos”, pero la economía mexicana no crece. Cuando era candidato presidencial, el mexiquense prometió que el país crecería 5 por ciento promedio durante el sexenio. Pero no, en 2013 creció sólo 1.1 por ciento, y en 2014 incrementó sólo 2.1 por ciento. Para 2015, los especialistas coinciden en que no crecerá más del 2.5 por ciento. Sus promesas quedaron sólo en eso.

La depreciación del peso, que acumula una pérdida de valor de 17 por ciento en lo que va del año, y la baja en el precio internacional del petróleo —que al cierre de marzo, el precio de la mezcla mexicana cayó 56 por ciento desde su punto más alto, en junio de 2014—, así como los recortes en el gasto del gobierno, llevó a los especialistas en la economía mexicana a reducir sus previsiones sobre el crecimiento de ésta en el presente año.

Durante la ceremonia en la que se anunció la construcción de una Planta de Ensamble Automotor de Toyota en Guanajuato, en la que se invertirán mil millones de pesos y que generará más de 2 mil empleos, Peña Nieto destacó este miércoles que durante su administración la inversión extranjera directa en México ha incrementado y, dijo, prueba de ello es que entre 2013 y 2014 se recibieron 66 mil millones de dólares. También indicó que de esta manera se reafirma la confianza en el país y lo proyecta como un destino para inversiones confiables. Pero eso ha sido insuficiente.

Los últimos ajustes en las previsiones sobre el crecimiento de la economía se registraron esta semana. El Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó su estimación de crecimiento a 3 por ciento, cuando en enero esperaba 3.2 por ciento. Uno de lo ajustes más agresivos entre los analistas es el de Banorte-Ixe, que bajó su pronostico del PIB de 5 por ciento, en septiembre del año pasado, a 3.6 por ciento este mes.

También la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción redujo este miércoles sus expectativas de crecimiento para este año, a un rango entre 3.0 y 3.5 por ciento, diferente a la previsión del gobierno federal que lo estima entre 3.2 y 4.2 por ciento. Banamex ha ajustado su estimación de crecimiento económico para este año de 3.9 % a 3.0 %; Bank of America ML de 4.0 % a 2.8 %; Barclays de 3.4 % a 2.6 %; la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de 3.2 % a 3.0 %; HSBC de 3.8 % a 2.7 %; JP Morgan de 3.8 % a 2.7 %; UBS de 3.7 % a 2.7 %.

El director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI; Robert Rennhack, destacó que México enfrenta menores precios del petróleo, una depreciación del peso y la expectativa del aumento en las tasas de interés, pero con un marco macroeconómico “muy estable”. El menor crecimiento del PIB de México, dijo, se debe a que el crecimiento estimado para Estados Unidos es más bajo que el previsto anteriormente, de 3.6 bajó a 3.1 por ciento y como las relaciones con México son bastante estrechas, esto afecta la proyección para México.

“También la producción de Pemex ha ido bajando más rápido de lo que pensamos, además, el gobierno ha anunciado un ajuste en el gasto fiscal, y esto tiene una tendencia muy levemente hacia abajo en el crecimiento”, dijo el especialista del FMI. Destacó que los ingresos del petróleo son casi un tercio de los ingresos del Estado, así que la baja en el precio del petróleo tiene un impacto importante, a lo que se suma la menor producción de Pemex.

De acuerdo con las proyecciones del FMI, si todo sale bien la economía mexicana crecería 2.3 por ciento en promedio anual entre 2013 y 2016, sin que ese ritmo se altere en 2017 y 2018, con lo que en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la economía mexicana se mantendría estancada, como ha sucedido desde que se impuso en el país el modelo neoliberal en el gobierno de Miguel de la Madrid.

Para hace frente a sus requerimientos poblacionales, la economía mexicana necesita crecer a un ritmo de al menos 6 por ciento del PIB anual, pero pese a las promesas de los últimos mandatarios, desde De la Madrid a Enrique Peña Nieto, el ritmo de crecimiento se ha deteriorado, con las consecuencias negativas para la población del país, que ha visto caer su nivel de vida sexenio tras sexenio.

“En lo que resta de la gestión de Enrique Peña Nieto no será posible alcanzar ese nivel de crecimiento, dado que a nivel global se enfrenta un escenario adverso. Para el Banco Mundial, la economía de Latinoamérica en su conjunto crecerá sólo 0.8 por ciento este año y podría seguir muy lenta en el futuro. América Latina —dijo Augusto de la Torre, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe— tendrá que adaptarse a una ‘nueva normalidad’, ahora que China crece a un ritmo moderado y los precios de las materias primas se estabilizan en niveles más bajos”.

El funcionario indicó que “la evidencia apunta a que los golpes externos que emanan de la desaceleración china y los cambios en los términos de intercambio son permanentes”, y añadió que “a falta de reformas estructurales a favor del crecimiento, esta situación apunta a una desaceleración también permanente en el crecimiento económico de la región, con tasas que serán insuficientes para promover cualquier tipo de avance social significativo”.

Pero en México se han aprobado dichas reformas, no obstante el país sigue sin crecer. De la Torre explica que los beneficios de las reformas estructurales que, dice, hoy permiten al país tener una mejor posición respecto a otras naciones de la región, tardarán algunos años más en materializarse. El funcionario señaló que México tuvo “mala suerte”, ya que al aprobar una reforma tan profunda como lo fue la del sector energético, coincidió con la fuerte caída en los precios del petróleo, lo que ha derivado en cierto desaliento de inversiones.

Pero para Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, el entorno internacional está bajo control, o al menos él así lo considera. Asegura que las finanzas públicas mexicanas ya están preparadas ante un eventual cambio en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos. En una entrevista con la agencia NOTIMEX, el fondomonetarista explicó que México se preparó con la acumulación de reservas internacionales, que se mantienen en niveles récord –de 194,826.1 millones de pesos—, además que cuenta con una línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI), por otros 75,000 millones de dólares.

Carstens advirtió que los flujos de capital masivos por políticas monetarias no convencionales en economías avanzadas generan distorsiones en el tipo de cambio e industrias en países emergentes, los cuales deben prepararse para su eventual retiro. También consideró que la colocación de bonos globales a 100 años, que llevó a cabo el gobierno mexicano la semana pasada, por 1,500 millones de euros (alrededor de 1,620 millones de pesos), fue una “muy buena señal”.

Confrontación

En las actuales campañas electorales, a los cerebros de los partidos políticos no se les ha prendido el foco. Sólo se ve confrontación, una competencia para exhibir a los rivales en un concurso que se podría denominar “¿quién es el más corrupto?”. Hay una gran pobreza intelectual entre los contendientes, no se ve por ningún lado un debate ideológico y, mucho menos programático, que atraiga a los electores.

Hasta el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, justifica las campañas de confrontación que han implementado las principales fuerzas políticas del país. A 10 días de iniciado el periodo de proselitismo electoral, no se ve por ningún lado la comparación de ideas, bueno no hay ni ideas ni mucho menos propuestas. La estrategia seguida hasta el momento es exhibir la corrupción del de enfrente, olvidando la cola que se carga cada partido en esta materia. No hay propuestas que interesen al ciudadano y que lo obliguen a participar en un debate público.

Los candidatos a cargos de elección popular recurren a la promoción de su imagen bailando y entonando canciones populares, cuyas letras adaptan a su propaganda; hacen literalmente circo, maroma y teatro, suben al encordado y aparentan luchar contra la corrupción y la carestía; recurren a la frivolidad y la farándula porque carecen de ideas y argumentos; lo que han logrado es hacer el ridículo. Se desperdician cantidades industriales de recursos públicos en estas campañas. Hay a disposición de los candidatos 2,500 estaciones de radio y televisión que se encargan de difundir sus mensajes publicitarios y propagandísticos. Se están emitiendo más de 16 millones de spots durante las campañas electorales, que nada dicen al electorado.

Ese tipo de campañas no modifican las preferencias electorales y exhiben el nivel tan pobre que tiene la clase política en México. De ahí que no sea extraño que se siga perdiendo la credibilidad en la política y sus representantes, que acumulan cada día más descrédito hacia las actividades relacionadas con la labor legislativa y de gobierno.

Hacia mucho tiempo que no se veía tal pobreza ideológica en campañas, y tan aguda escasez de ideas y propuestas de gobierno que atraigan al electorado. El uso de recursos de programas sociales se ha multiplicado, por parte de todos los partidos. No es extraño que vayan hasta su puerta para recomendar a las amas de casa que vayan por sus despensas que están regalando por igual priístas que panistas o perredistas. Y las acciones oficiales no detienen estas prácticas, a pesar de que se firmen convenios como el que Córdova, a nombre del INE, suscribió con Alfonso Navarrete, titular de la Secretaría del Trabajo, para promover acciones en materia de educación cívica y cuidar que no se desvíen recursos de programas sociales para beneficiar a partidos.

En la guerra de lodo en que se han convertido las campañas políticas destacó este semana un video subido a YouTube, que circuló profusamente en las redes sociales por la cuenta “Cambiemos de rumbo”, donde se exhibe que las hijas del presidente del PAN, Gustavo Madero, habrían presuntamente gastado 6 millones 897 mil 500 pesos en viajes por distintas partes del mundo, de 2011 a 2014, lo que generó críticas entre los usuarios, además que se creó el hashtag #LadiesPan. Este video también fue empujado por el PRI a través de las cuentas @CENPRI_Eleccion y @RJXMex (Red Jóvenes por México). En la primera lanzaron la pregunta: “¿De dónde proviene el dinero para este derroche de las hijas de @GustavoMadero? Qué poca, ¿no?”.

De los pasillos

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