domingo, 14 de octubre de 2012

El malogrado aspirante a director de cine

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Narcotráfico, muerte y farsa

Editorial


Casi una semana después de orquestarse el montaje de la farsa para “retirar” de sus actividades criminales al líder fundador del cartel de “Los Zetas”, Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca” y/oEl Z-3y/o “El Verdugo”; casi una semana después, se repite y se insiste, las contradicciones se acentúan y se multiplican también las versiones oficiales en el grosero intento por tratar de convencer al pueblo de México que fue “real” la “muerte” de “El Lazca” en el paraje cercano a Progreso, Coahuila.

Se olvida, sin embargo, que el palo de la escoba de los POR ESTO! es largo, largo, y alcanza a limpiar la basura con la que se pretende cubrir la verdad que, en esencia, es la siguiente:

Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública Federal y malogrado aspirante a director de cine, dio rienda suelta a su imaginación y, de acuerdo con la cúpula de la narco-política mexicana y un sector específico del Crimen Organizado, preparó “el retiro voluntario” de “El Lazca”, sirviéndose de la buena fe de la Armada, que avaló sus perversas versiones y su conducta incalificable.

Genaro García Luna ha sido el ingeniero de la actual narcopolítica mexicana, destacándose con carácter de exclusividad en los seis años de la administración espuria del panista Felipe Calderón Hinojosa, quien le ha brindado apoyo decisivo para el movimiento de las fichas que figuran sobre el tablero del narcotráfico en el país y más allá de las fronteras.

Así, desde la Secretaría de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna ha movido, de acuerdo con los intereses de la mafia narcopolítica, las fichas adecuadas y en los momentos precisos.

Léase, y léase bien lo que debe entenderse por mafia de la narcopolítica mexicana, que incluye a banqueros y funcionarios públicos -estatales y federales-, financieros -nacionales y extranjeros-, administradores de Bolsa y jefes de los diversos carteles de la droga.

Aunque parezca difícil de asimilar: en determinado momento, cuando así se considere, Genaro García Luna, desde la Secretaría de Seguridad Pública Federal, favorece a tal o cual Cartel; enfrenta a unos contra otros; prepara emboscadas y golpea en los momentos políticos requeridos y en los lugares adecuados, para fortalecer los intereses de la mafia narcopolítica; sacrifica a sus propios operadores de confianza cuando su posición como Secretario está en entredicho; estimula las contradicciones en el seno de las Fuerzas Armadas para generar la división y la distracción y manchar a la vez la imagen de estas Instituciones, lo que conjuga con la desinformación que facilita al inquilino de Los Pinos.

El engaño-adulación ha sido y es la constante en la relación de Genaro García Luna con el espurio Felipe Calderón Hinojosa, hecho que ha enrarecido aún más la crisis de credibilidad y de confianza que envuelve a la nación.

De ahí también que al ilegítimo que preside el Poder Ejecutivo Federal NO le interesa valorar las impactantes fallas en los trabajos de inteligencia (debe leerse: negligencia consciente), así como la ausencia de coordinación y entendimiento entre las instituciones a las que ordenó su participación en una “guerra” estúpida y criminal, estúpida y criminal porque exhibe ignorancia sobre lo que significa y representa el arte De la Guerra y porque se envía a la muerte a tropas NO entrenadas para el combate contra la irracionalidad y el terror estimulados por la desesperación de personas surgidas de dramáticos cuadros sociales que se pierden en un alarmante proceso de deshumanización.

Ha sido más que evidente la urgente llamada de auxilio de la desacreditada administración calderonista al gobierno de Estados Unidos para que avale la noticia de “la muerte” de “El Lazca”, “noticia” sobre la que el vecino del Norte guardó silencio durante tres días.

Finalmente, el pasado jueves 11 del mes en curso, la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) expidió un comunicado que dice lo siguiente en su parte medular:

“La DEA felicita a las autoridades mexicanas por las recientes series de éxito en atacar a los liderazgos de las organizaciones criminales transnacionales que operan en México... Con la muerte de Lazcano Lazcano el gobierno de México ha capturado o asesinado a 25 de las 37 figuras del crimen en México más buscadas... El presidente mexicano Felipe Calderón y el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, confirmaron la muerte del líder del cartel de Los Zetas, Heriberto Lazcano...”.

La DEA, cuya ficha sobre “El Lazca” difiere de la que expuso la administración espuria, precisó, sin embargo, que fue la administración calderonista la que confirmó la supuesta “muerte” de Heriberto Lazcano y NO Estados Unidos.

Y es que la DEA, por normatividad interna, corrobora físicamente e inclusive lleva al cabo pruebas periciales, que coteja con su amplio archivo sobre el narcotráfico mexicano, antes de dar a conocer su punto de vista.

En el caso de “El Lazca”, la DEA NO lo hizo, porque conoce lo que hay detrás de la fachada de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y tiene conocimiento pleno de las fechorías de su ingeniero-jefe, que aprovecha para el ejercicio del chantaje permanente.

Para NO equivocarse, siempre hay que tener presente que hay dos tipos de narcotráfico:

a).- el institucional u organizado, que es el autorizado y que requiere el Gobierno de Estados Unidos para abastecer a su mercado interno conformado por 30 millones de consumidores droga, y
b).- el NO institucional o desorganizado y, por consiguiente, NO autorizado, que es el perseguido por la Ley.

Los ciudadanos, entonces, asisten como espectadores de un juego de simulaciones, en un gran circo con sus políticos trapecistas y sus payasos empresariales a los que aplauden los oportunistas y detestan los desamparados.

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