Siguen ciegos y sordos a la realidad
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Los beneficiarios de un sistema político y económico sumamente injusto y
depredador, siguen sin entender que los problemas sociales tienen una
causa y un efecto, y que cuando se confunden se crean conflictos
mayores, como lo demuestra la Historia. Ahora la Asociación Nacional de
Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), pidió al Movimiento
Progresista frenar los ataques contra las tiendas Soriana, cuando en
realidad debería exigir a los dueños de esta cadena comercial aclarar
todo lo concerniente a su participación en el asunto de las tarjetas con
las que el PRI compró votos a gente sumida en la miseria y la
desinformación.
Es obvio que no fue gratis la componenda, sino un negocio que debe
haberle redituado cuantiosas ganancias. Pero como el PRI no cumplió
plenamente su compromiso, como se demostró cuando trascendió que algunas
de esas tarjetas no eran aceptadas por las cajas, empezaron las
protestas de los supuestos beneficiarios y la sucia maniobra quedó
descubierta. Vista la situación por la dirigencia priísta, se
apresuraron a culpar a la izquierda y particularmente a Andrés Manuel
López Obrador, al mismo tiempo que echaban a andar una estrategia de
control de daños al estilo mafioso: se activó una escalada de violencia
con provocadores del propio partido a fin de culpar a las corrientes del
Movimiento Progresista.
Por ello en este momento es muy difícil precisar cuál acción contra las
tiendas Soriana es hecha por ciudadanos que fueron burlados por el PRI, y
cuáles otras son parte de la estrategia de provocación para culpar a la
izquierda y al mismo tiempo destacar la noción de que ésta es violenta
por naturaleza. Dice Pedro Joaquín Coldwell que “es una ofensa para los
mexicanos decirles que se compró su votó”. La burla es manifiesta, pues
lo verdaderamente ofensivo es haber incurrido en esa y otras prácticas
lesivas de la dignidad del pueblo. El colmo fue que ni siquiera hubo la
intención de cumplir plenamente con la cifra prometida, como lo
demostraron los hechos, motivo por el que la gente burlada se indignó.
El compromiso ahora es para el Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación (TEPJF), el cual cometería un desacato extraordinario a la
Constitución si no anula los comicios por la Presidencia. Cada día
surgen nuevas pruebas de las ilegalidades cometidas por el PRI, las
cuales se pretende nulificar con palabras y con actitudes de “enojo” y
de sorna. Tal es el caso con los documentos probatorios de la
triangulación de fondos realizada por Luis Videgaray a través de una
cuenta de Scotiabank cuyo titular es el gobierno del estado de México,
por un monto que supera los 8 mil millones de pesos.
La propia institución bancaria, con tal de quedar bien con su poderoso
cliente, hizo un desmentido revelador: negó en un escueto comunicado que
Videgaray sea el titular de la cuenta de referencia, cuando existen
documentos que demuestran lo contrario, mismos que fueron entregados a
la prensa. Ricardo Monreal informó que dichos documentos probatorios
fueron entregados durante las asambleas distritales para recabar
evidencias de la compra de votos. Esto demuestra que hay ciudadanos que
están hartos del cinismo de los tecnócratas priístas, y están
contribuyendo a que las cosas cambien en el país.
Tal situación patentiza el gran riesgo que se corre si las autoridades
electorales se prestan, de manera indigna y contraria incluso al
espíritu y la letra de la ley, a los designios infamantes del grupo en
el poder. Otro sexenio igual o peor como los vividos en los últimos
treinta años, no lo resiste más la población mayoritaria. Así lo
demuestra el renovado interés ciudadano en ofrecer pruebas de las
prácticas ilegales del PRI. Cada vez más gente está comprendiendo,
incluso la menos informada, que el sistema político y económico está
armado para beneficiar a unos pocos a costa del empobrecimiento de cada
vez más población indefensa.
Así lo demuestran los hechos y datos duros, como los que acaba de dar a
conocer la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV): en el primer
semestre del año, los 42 bancos comerciales que operan en México, casi
todos extranjeros, obtuvieron utilidades por un monto de 43 mil 500
millones de pesos, 24.2 por ciento superior al del mismo periodo del año
anterior, que fue de 35 mil millones de pesos. La mayor parte de ese
dinero fue a parar al extranjero, donde se ubican las casas matrices de
estos bancos. Lo más lamentable de esta situación es que los mayores
beneficios los obtuvieron de los créditos personales y de nómina, que
son mucho más caros que los de las tarjetas de crédito. ¿Adónde vamos a
parar por este camino de depredación y agio, protegido por el Estado
neoliberal?
(guillermo.favela@hotmail.com)
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