¡¡Exijamos lo Imposible!!
Cínica ofensiva de los impostores
Jorge Canto Alcocer
Así se van escuchando tenue pero persistentemente las voces de los mapaches electorales y sus cómplices institucionales, mientras los medios arrinconan o incluso velan por completo la precisa información que sigue fluyendo sobre la antidemocracia de la elección del pasado primero de julio, y que va aclarando el origen, en muchos casos ilegal y en otros francamente criminal, de los recursos utilizados para la dispendiosa campaña de Peña y la compra de votos y autoridades.
Por un lado, el Tribunal declara con todas sus letras que defenderá por todos los medios el resultado electoral del primero de julio, casi con el argumento calderonista de “haiga sido como haiga sido”, descalificando de antemano las decenas de miles de pruebas aportadas para demostrar la falsedad de los escrutinios y la ilegalidad de millones de votos que no se emitieron de manera libre y consciente, sino que, por el contrario, obedecieron a dádivas y presiones de diversos grupos de poder, incluidos destacadamente organizaciones criminales a las que supuestamente combate el Estado en su simulada “guerra”.
También Leonardo Valdez, el impresentable presidente de un IFE que se ha convertido en el principal abogado de la imposición, va cantando en foros públicos su conocida tonadilla de “las elecciones más limpias, transparentes y vigiladas de la historia”, aunque, claro, se cuida mucho de reconocer que la enorme mayoría de las acusaciones realizadas por el Movimiento Progresista y la ciudadanía en general serán resueltas hasta dentro de muchos meses, tiempo suficiente –estiman- para que la imposición se haya consolidado, y la resistencia se encuentre en crisis, o de plano en extinción.
Finalmente, hasta el propio Peña se atrevió a salir a la palestra, aunque en un escenario totalmente vigilado, totalmente controlado, frente a ONG’S de membrete, organismos tan fantasmagóricos como las empresas utilizadas por MONEX y otras instituciones financieras para triangular recursos para la “compra presidencial”. El del copetito salió al paso a las advertencias de los grupos en resistencia sobre los previsibles estallidos sociales en caso de confirmarse el atraco del TRIFE, situaciones que, con una total ignorancia de la realidad, desechó sin mayores argumentos.
Como el niño que ha roto el cristal con un pelotazo y se queda escondido a la expectativa, los sinvergüenzas esperan a la sombra las reacciones a sus palabras. Con el apoyo del 99% de los medios electrónicos e impresos, ganan al menos tiempo y espacio, y estiman penetrar, como la gota de la tortura china, en la mente del ciudadano para crearle la idea de que nada se puede hacer ya, que Peña será presidente sin más remedio.
Como pensadores comprometidos, es responsabilidad nuestra advertir de estas conductas y propiciar su rechazo. La realidad es que el Tribunal tiene toda la información necesaria para actuar legalmente y proceder a la única salida posible ante la crisis política, es decir, invalidar la elección. Tan sólo ayer, se revelaron nuevos datos sobre la implicación de la financiera MONEX en lavado de dinero, así como el involucramiento de los principales cárteles criminales en campañas priístas desde hace más de una década.
La tragedia que significaría la imposición, con toda la injusticia, impunidad y devastación social que acarrearía, nos impiden echar en el olvido el fraude 2012. Peña nunca será presidente, y todos los mexicanos conscientes y comprometidos deberemos seguir esforzándonos por evitar un segundo espurio consecutivo, ya que su costo amenaza con ser mayor que el antecedente.
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