¡¡Exijamos lo Imposible!!
Imposición
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
México consolida la plutocracia
Preparan rechazo de la izquierda
Arman Congreso para Peña Nieto
Romero y Cavazos van “al garete”
Niega juez amparo a Grupo MVS
“Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez”.- Francisco de Quevedo
Todo parece indicar que los magistrados del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF) validarán el “triunfo” de Enrique Peña
Nieto en la elección presidencial del pasado 1 de julio, con lo que se
repetirá el escenario del 2006, cuando surgió para los millones de
mexicanos que votaron por la izquierda un presidente “ilegitimo” en la
figura de Felipe Calderón, quien no alcanzó la legitimidad que brinda la
certeza de la limpieza en los procesos, pero que a pesar de todo, fue
impuesto por los poderes fácticos en la residencia oficial de Los Pinos,
lo que inició una de las peores administraciones federales de la
historia de México. Las noticias difundidas hasta el momento señalan que
en el proyecto de resolución de la demanda de invalidez de los pasados
comicios presidenciales, no se realizó una revisión exhaustiva de las
pruebas que presentaron los partidos que conforman la coalición
Movimiento Progresista, que postuló a Andrés Manuel López Obrador a la
Primera Magistratura de la Nación.
La mesa ya está puesta para que se ratifique a Enrique Peña Nieto como
el próximo Presidente de la República, lo que abre un nuevo capítulo de
manifestaciones, marchas e inconformidades a lo largo y ancho del país
que puede desencadenar un estado de ingobernabilidad crítico y agravado
por la gran inseguridad que prevalece en el territorio nacional, como
consecuencia de la fallida guerra a algunos de los cárteles de la droga
declarada por Felipe Calderón y quien para tal efecto, fue presionado
por el gobierno de George Bush con el señuelo de que así alcanzaría el
grado de “héroe” que le brindaría la legitimidad que le fue negado por
los electores mexicanos. Los resultados están a la vista, tras un
sexenio realmente fallido, con un Estado debilitado y con el
fortalecimiento de los grupos fácticos, entre los que destacan no sólo
los de los poderosos grupos empresariales, particularmente los que
conforman el duopolio televisivo, sino también de los grupos criminales,
con el cártel de Sinaloa y Joaquín “El Chapo” Guzmán a la cabeza.
Ayer Leonardo Valdés, consejero presidente del IFE, pidió a los actores
políticos aceptar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación (TEPJF) sobre la validez o no de la elección presidencial,
en cuanto se formalice. Ya el proyecto de dictamen de la comisión del
TEPJF, responsable de elaborar el proyecto de sentencia sobre el juicio
de nulidad promovido por la coalición Movimiento Progresista que está en
poder de los magistrados electorales, prevé desechar la petición de
invalidar el proceso. Los magistrados del máximo tribunal en materia
electoral del país sostienen que el desahogo del juicio de inconformidad
“ha sido exhaustivo y ha garantizado plenamente el derecho de equidad
procesal, por lo que todas las partes y sus allegados han sido
escuchados”, afirmación que no resiste un somero examen.
A través de un comunicado, el TEPJF afirmó que “la Comisión Calificadora
de la elección presidencial ha dictado 36 acuerdos, en los cuales se
han adoptado más de 100 determinaciones”. Dijo que se ha escuchado a las
partes y la documentación revisada rebasa más de 33 mil fojas. Sostuvo
que se ha hecho una “revisión exhaustiva de los planteamientos”
contenidos en la demanda, informe circunstanciado y escrito de los
alegatos, así como de las pruebas presentadas por las coaliciones actora
y tercera interesada y por las autoridades señaladas como responsables,
es decir, el Consejo General del Instituto Federal Electoral y la
Unidad de Fiscalización de los Partidos Políticos.
No obstante y para muestra un botón: el TEPJF declaró infundada la
solicitud de la coalición Movimiento Progresista para que se consideren
283 mil 451 firmas de ciudadanos inconformes con la elección
presidencial para que se les considere como terceros interesados. En una
sesión pública, la Sala Superior de ese tribunal declaró infundada la
petición de los partidos de izquierda, al considerar que las firmas
recolectadas durante las asambleas informativas de los institutos
políticos no pueden ser tomadas en consideración para la resolución del
juicio por el que solicita la nulidad de la elección presidencial.
Frente a esa certeza, la dirigencia nacional del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) pidió a todos los partidos políticos que, después de
que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declare
(a Enrique Peña Nieto) presidente electo, se deje atrás la competencia
electoral, la diatriba, el encono y la crispación, con el propósito de
construir el proyecto de unidad nacional que requieren los mexicanos.
También, los gobernadores del tricolor llamaron a cerrar el capítulo del
conflicto poselectoral porque, dijeron, es tiempo de construir a favor
de los mexicanos. César Duarte, actual presidente de la Conferencia
Nacional de Gobernadores (Conago), consideró fundamental que el proceso
electoral se desahogue en los términos que está planteado en la ley. El
gobernador de Chihuahua, optimista, descartó un mayor conflicto, pues,
dijo “no veo más allá de una polémica intensa, que se ha generado en
torno a la elección”.
La visión de la izquierda es diametralmente opuesta: el jefe de Gobierno
del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, consideró que las movilizaciones
populares en contra de la declaración de validez del triunfo del priísta
Enrique Peña Nieto dependerán, primero de la decisión que tomen los
magistrados del TEPJF y sí éstos se apegan a la legalidad o simplemente
actúan con cinismo. Destacó que el Tribunal Electoral sólo tiene dos
caminos para calificar la elección presidencial: “actuar con cinismo”,
como en 2006 y validar el resultado, o declarar la nulidad del proceso
para permitir la designación de un presidente interino”. El mandatario
capitalino también convocó a los partidos que integran el Frente
Progresista (PRD, PT, Movimiento Ciudadano) a actuar de manera
cohesionada y unida.
La preocupación de los partidos de izquierda ante la cercana resolución
de los magistrados electorales no es gratuita. Jesús Zambrano,
presidente nacional del PRD, admitió que “vemos con preocupación que no
han terminado de desahogarse quejas que hemos presentado contra el IFE y
ya resulta que está circulando el proyecto de la sentencia emitida por
la comisión especial entre los magistrados”. También Ricardo Monreal, ex
coordinador de campaña de Andrés Manuel López Obrador, llamó a los
magistrados del Tribunal Electoral a no validar la elección
presidencial, ni avalar “un gobierno ilegitimo que no estaremos nunca
dispuestos a reconocer”. El político zacatecano instó a los magistrados a
no convertirse en encubridores o cómplices de las “graves violaciones
constitucionales” cometidas antes, durante y después de los comicios del
pasado 1 de julio.
En cuanto se consumen los hechos anteriormente descritos quedará por
observar el tamaño de la inconformidad popular, ante esta nueva
imposición de un nuevo mandatario por parte de las autoridades
electorales. La inconformidad de los grupos de izquierda habrá de
batallar al interior de los tres partidos políticos, con los grupos que
se comportan como verdaderos caballos de Troya y que defienden las
parcelas de poder alcanzadas hasta ahora, principalmente en el Congreso
la Unión, y algunas gubernaturas y presidencias municipales, lo que ha
permitido a esos políticos dejar de lado el morral y cargar ahora sendos
maletines y trasladarse en autos de lujo, que no conocieron en su
azarosa militancia en la oposición.
CONGRESO A MODO
Durante los últimos días, un Congreso a modo han estado construyendo
priístas y panistas a Enrique Peña Nieto. La nueva Cámara de Diputados
para la LXII Legislatura quedó formalmente constituida ayer. Entrará en
funciones el próximo sábado 1 de septiembre, cuando reciba por escrito
el sexto informe de gobierno de Felipe Calderón, quien pretende con todo
cinismo presentarse, ahora sí, ante la máxima tribuna de la Nación,
para intentar destacar los “grandes logros” de su administración que
sólo existen en su cabeza y los guiones que le preparan sus asesores de
imagen. Más le valdrá al michoacano no presentarse en el palacio
legislativo para no exponerse a un generalizado repudio en cadena
nacional, donde los legisladores de oposición podrían restregarle no
sólo su responsabilidad en la muerte de más de 70 mil mexicanos en su
guerra contra algunos cárteles de la droga, sino su indolencia en la
atención de las necesidades y requerimientos de más de 52 millones de
mexicanos sumidos en la pobreza.
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