Hecatombe
Lilia ArellanoEstado de los ESTADOS
México, país más mortífero del orbe
Le Monde duda de capacidad de EPN
PIB per cápita en México reduce 4.3 %
Ingresos han caído 22.95 % con FCH
Empleo faccioso de espectro : AMEDI
“Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso”: Denis Diderot
La mal planeada y peor ejecutada guerra de Felipe Calderón contra algunos carteles de la droga convirtió a México en el país más mortífero del mundo. Un total de 95 mil 632 homicidios documentados y reconocidos oficialmente se perpetraron en suelo nacional de 2007 a 2011, la mayoría relacionados con el crimen organizado y la lucha calderonista contra la delincuencia, iniciada con el fin primordial de dar al michoacano una legitimidad que le fue negada en las urnas y que aún no ha alcanzado y no logrará en los últimos días de su gestión. El actual inquilino de Los Pinos tendría que ser juzgado, en México o en tribunales internacionales, por esos crímenes de lesa humanidad. La muerte de decenas de miles de personas, a un ritmo de 74 por día en el quinto año de gobierno, no debe quedar impune.
El diario vespertino francés Le Monde, en su editorial de este jueves, en el que hace un balance de las acciones de Felipe Calderón y de las víctimas de la guerra contra el crimen organizado, sostiene que “es una verdadera hecatombe que constituye, y por mucho, el conflicto más mortífero de los últimos años en el planeta”. Y concluye que “esta espiral refleja el fracaso terrible de la estrategia militar emprendida desde hace seis años por Calderón con el apoyo constante, y principalmente financiero de Estados Unidos, el principal mercado de narcóticos”. Lo peor es que el rotativo europeo expresó sus dudas sobre la capacidad de Enrique Peña Nieto para mejorar lo que considera un mal endémico:
“El mal es tan profundo que no es seguro que la elección del señor Peña Nieto cambie algo: significa el regreso del Partido Revolucionario Institucional que dominó la vida política del país durante décadas con un trasfondo de corrupción y complacencia hacia los narcotraficantes”. El problema de la inseguridad en territorio mexicano ya no es sólo un desafío para la próxima administración federal, sino un reto de carácter mundial del que no puede desentenderse ni Estados Unidos ni Europa, los principales mercados de la droga. Le Monde advierte que “ya no es un desafío exótico, sino planetario, que no puede dejar indiferente”.
No obstante, el periódico francés no toca puntos fundamentales en esta delicada cuestión: el papel responsable de Felipe Calderón —y de los integrantes de su gabinete— en esta masacre, manipulado por los gobiernos de Estados Unidos, primero por el de George Bush y después por el de Barack Obama, con el fin de garantizar el abasto de estupefacientes a su creciente población adicta y mantener un excelente mercado para su industria armamentista, además de alimentar a su sistema financiero con un flujo constante de miles de millones de dólares que se lavan impunemente, en sus principales bancos, y que se han convertido en un puntal de su economía.
El caso está en la Corte Penal Internacional de la Haya, Holanda, que es la encargada de juzgar crímenes de genocidio, de guerra y de lesa humanidad, donde se encuentra en la etapa de análisis la demanda que al menos 23 mil mexicanos presentaron contra Felipe Calderón por los crímenes de lesa humanidad y de guerra en su lucha contra la delincuencia organizada.
Como se recordará, en noviembre del año pasado, el abogado mexicano Netzaí Sandoval presentó, ante esa Corte, la demanda contra el actual inquilino de Los Pinos y parte de su gabinete de seguridad, así como contra los integrantes del cártel de Sinaloa –protegido durante esta gestión-. El expediente se presentó ante el fiscal general de dicho organismo, Luis Moreno Ocampo, y está integrado por 470 casos documentados de asesinatos, torturas, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores que se han producido en un “contexto generalizado de violencia sistemática que ha llevado a México a una crisis humanitaria, con más de 50 mil personas ultimadas, 230 mil desplazados, y 10 mil desaparecidos”.
En dicha denuncia se responsabiliza directamente al Estado mexicano –encabezado por Felipe Calderón— así como también a varios integrantes de su gabinete como los secretarios de la Defensa Nacional, Guillermo Galván; de Marina, Francisco Saynez; y Seguridad Pública, Genaro García Luna, además del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, por la ejecución de crímenes de lesa humanidad, como las violaciones sexuales perpetradas por elementos del Ejército Mexicano, cuyos integrantes ya quedaron con el “fuero de guerra” totalmente restringido por las últimas resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y la “esclavización” de migrantes indocumentados por funcionarios del Instituto Nacional de Migración en colaboración con los grupos delincuenciales. La petición de juicio al michoacano denuncia los homicidios de civiles en retenes militares; las desapariciones forzadas atribuibles a agentes estatales; el uso de la tortura como mecanismo para lograr autoinculpaciones, y ejecuciones extrajudiciales, delitos que hasta la fecha se mantienen impunes.
ECONOMIA EN PICADA
El tiradero que deja en el país Felipe Calderón no se concentra sólo en el tema de la grave y peligrosa inseguridad que prevalece a lo largo y ancho del territorio nacional, sino que se extiende a todos los renglones de su administración. Por ejemplo, en el terreno económico, en el que presumen sus “buenos resultados” en macroeconomía, la verdad es que dejan mucho que desear. Como muestra hay que señalar que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en México cayó 4.3 por ciento en el primer semestre de este año. De acuerdo con datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el PIB nominal a precios de mercado alcanzó los 15.9 billones de pesos en el segundo trimestre del año.
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