lunes, 6 de agosto de 2012

Como obtuvo tanto dinero sucio el PRI

¡¡Exijamos lo Imposible!!
La historia de Monex y los Beltrán Leyva, sus clientes VIP

La operación “Tacos” mostró que ahí lavaron 100 millones de dólares / En medio de la polémica por su participación en el esquema de presunto lavado de dinero empleado por el PRI para comprar votos y voluntades durante la elección presidencial, según ha denunciado el Movimiento Progresista, el grupo Monex ha mostrado que tiene una sólida posición en el medio financiero nacional, pero que, al mismo tiempo, no es una marca limpia por completo / Quizá sería más acertado decir que esas cinco letras que componen el nombre de la empresa se asocian cada vez, con más frecuencia, al lavado de dinero del narcotráfico / Lo han confirmado las autoridades de Estados Unidos, México y ahora de España

MEXICO, D.F., 5 de agosto.- El colombiano Mauricio Bernal Palacios una vez que fue extraditado a Estados Unidos, su palabra es de fiar para la DEA estadunidense, la Policía Española, la Procuraduría General de la República de México y jueces en los tres países.

Mauricio sabe de lo que habla: este hombre garantizó el abasto de toneladas y toneladas de cocaína transportada desde Cali, Colombia.

Las otras etapas del negocio, la reexportación de coca hacia España y el lavado de dinero obtenido en Europa, se ejecutaron en la Ciudad de México.

Para la construcción de este entramado, Mauricio Bernal colocó en enero de 2001 a Francisco José Antón Pérez, un viejo blanqueador de capitales, como comprador de la casa de cambio Intercontinental ubicada en la colonia Del Valle y a la que se renombró, tras su adquisición, como Ribadeo.

Unos tres años después, en enero de 2004, se sumó al negocio Pablo Lorenzo Ampudia Bernal, un traficante mexicano que aseguraba tener una ruta segura hacia España vía Barcelona, pero necesitaba compradores al otro lado del Atlántico, parte que resolvería un socio y paisano.

El negocio prosperó. ¿En qué dimensión?

Mauricio Bernal lo deja claro al puntualizar sobre los movimientos de su dinero: “Las transferencias extranjeras fueron enviadas de varios bancos de España a California.

La mayoría de las ganancias de las drogas fueron canalizadas a través de Intercam y Monex. Aproximadamente 100 millones de dólares pasaron a través de estas casas de cambio en 2004”.
Desde Ribadeo, aportó la DEA, la organización lavó otros 160 millones de dólares entre 2007 y 2008.
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Otros detalles constan en un documento oficial español fechado el 31 de marzo de 2008 y suscrito por Jesús Espigares Mira, entonces agregado del Ministerio del Interior de la embajada de España en México.

El papel da cuenta de cuatro años de trabajo dentro de la “Operación Tacos”, como la policía española llamó oficialmente al lío de coca, euros y mexicanos en su país.

En octubre de 2004, los agentes españoles obtuvieron información sobre una sospechosa operación bancaria efectuada por cinco mexicanos a través de Ribadeo y simplemente siguieron la ruta del dinero.

Las características comunes de sus cuentas, todas abiertas en sucursales madrileñas, eran, por un lado, el ingreso de importantes cantidades de efectivo en euros, siempre depositando billetes falsos y, por el otro, el abandono de transferencias originadas en Barcelona.

El denominador común lo representaba un nombre, el de Guillermo Francisco Ocaña Pradal, mexicano naturalizado español, hombre clave en materia de lavado de dinero. Nadie mejor para dictar cátedra que los mismos que arman y aceitan esa inmensa maquinaria. Esta es la palabra jurada del narcotraficante colombiano Mauricio Bernal Palacios, respecto a los movimientos del dinero ganado por abastecer Madrid y Barcelona con cocaína:

“Las transferencias extranjeras fueron enviadas de varios bancos de España a Union Bank en California. La mayoría de las ganancias de las drogas fueron canalizadas a través de dos casas de cambio, llamadas Intercam Casa de Cambio y Monex. Pablo (Lorenzo Ampudia, narcotraficante mexicano) tenía varias empresas que enviaban dinero a Intercam y Monex, aproximadamente 100 millones de dólares pasaron a través de estas casas de cambio en 2004”.

Las declaraciones forman parte del proceso seguido contra Guillermo Ocaña, un operador financiero de los hermanos Beltrán Leyva que utilizó a Monex para blanquear capitales del cártel producto de sus operaciones en Europa, y de cuyo expediente penal completo emeequis posee una copia.

En fojas y fojas de oficios rubricados por funcionarios de España, México y Estados Unidos; declaraciones, cateos, reportes de incautaciones de dinero y droga está la historia de cómo Monex ha sido nutrida por empresas fantasma con millones y millones de pesos de recursos ilícitos.

En los últimos años, Monex, empresa financiera que supuestamente habría facilitado la dispersión de dinero para la operación del PRI durante el pasado proceso electoral, se ha visto además involucrada en el blanqueo de capitales relacionados con el ex gobernador Tomás Yarrington y su presunta sociedad con el Cártel del Golfo. También con la ronda de millones de dólares del chino Zhenli Ye Gon.

La relación de hechos e historias aquí contadas es de cómo narcos mexicanos transformaron la cocaína colombiana, vendida a clientes españoles, en dinero limpio gracias a Monex y otras casas de cambio.
Además de Monex, otra empresa que atrae particularmente la atención es Intercam, entidad fundada y presidida por Luis Esteve de Murga, cuñado de Fernando Gómez Mont, ex secretario de Gobernación en los tiempos en que el cártel de los Beltrán Leyva convirtió a Intercam en un lavadero de capitales, de acuerdo con los mismos expedientes.

La Operación “Tacos”


El 1 de abril de 2008, la embajada estadunidense en México emitió un oficio que pinta de cuerpo entero la organización de narcotráfico trasnacional que operaba en Colombia, México, España y Estados Unidos.
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El 5 de marzo de 2002, Adriana un hombre que se convirtió en informante de la policía y al cual se le asignó ese nombre de mujerdeclaró que trabajó para Pablo Ampudia y Mauricio Bernal en la transferencia y transportación de euros a México.

Adriana tiene importancia en esta trama porque en 2002, se asoció en la compra de la casa de cambio Intercontinental con José Francisco Antón Pérez. El testigo protegido compró 10 por ciento de las acciones, equivalentes a 200 mil dólares, y participó en la arquitectura del circuito de blanqueo de capitales.

Adriana hiló los momentos de cuatro viajes a España para traer efectivo. Todas sus participaciones fueron exitosas y concluyeron con la entrega de maletas llenas de billetes en la oficina de Antón Pérez, quien a su vez trasladaba el efectivo a Pablo Ampudia.

Por conocer todos los detalles desde adentro, es que Adriana resultaba confiable para la investigación judicial.

Entre muchas cosas, Adriana detalló cómo era físicamente Guillermo Ocaña y qué contactos utilizaba para la organización. Dijo de él que era “gente” de un socio mexicano de Ampudia identificado en el expediente como El Tito, encargado de negociar el transporte de la droga de Colombia a México y “dueño declaración de diciembre de 2005de Finamex Casa de Cambio, ubicada en el Paseo de la Reforma, cerca de la Bolsa Mexicana de Valores”.

En octubre de 2003, Adriana volvió a España, esa vez acompañado de José Francisco Antón. Se reunieron con Ocaña, a quien el informante conocía desde mediados de los noventa, pues ambos ya operaban transferencias con Monex.

El informante aseguró que “Guillermo Ocaña Pradal fue quien armó la estructura para lavar dinero de Europa a México, desde hace aproximadamente dos años, creando empresas fantasma en España; esta persona era representante de espectáculos de Televisa en España, con lo cual justificaba su presencia en dicha nación”.

La colocación de Monex, como parte del engranaje de esta asociación criminal, y en la creación de empresas fantasma que alimentaron de dinero sucio a esa casa de cambio.

Siguiendo con el asunto de la venta de cocaína y los mecanismos de lavado en las casas financieras, la diplomacia española asentó en su escrito de 2008:

“Por lo que respecta a las sociedades radicadas en Barcelona y controladas por Guillermo Ocaña, se tiene comprobado que a través de las cuentas de dichas sociedades se han efectuado ingresos de efectivo por importe superior a los 78 millones de euros, fondos que se hacían seguir luego mediante transferencias al exterior y cuyos beneficiarios eran, en su mayoría, tres casas de cambio radicadas en México: Monex Casa de Bolsa, Monex Divisa e Intercam Casa de Cambio.

“A la hora de contar con los testaferros, Guillermo Ocaña iba acompañado en ocasiones de un tal Javier Cruz (una fotocopia del pasaporte de Javier Jesús Cruz Muller apareció en el registro del domicilio de Ocaña), quien se presentaba como representante en España de Monex Casa de Bolsa”.

A la par, los investigadores españoles obtuvieron información de la DEA respecto de las operaciones de una organización criminal existente en su país, pero dirigida desde México por el colombiano Mauricio Bernal.

La parte del negocio dedicada a la venta de coca guardaba relación directa con una sociedad catalana adquirida a principios de 2004 e inmediatamente renombrada como Marítima Istmo.

Desde su venta, había realizado más de 40 importaciones desde México en cargamentos con un peso superior a las 173 toneladas, descritos como manufacturas de caucho para protección en barcos y vehículos. Su destino era el aeropuerto de Barcelona y el remitente siempre era el mismo, Hulera Marítima Istmo, su matriz mexicana.

La policía española esperó un momento oportuno, aseguró dos toneladas de cocaína oculta en defensas de caucho y pasó el balón a la PGR.

¿Qué ocurrió cuando las autoridades mexicanas acudieron al domicilio de Hulera Marítima Istmo en la delegación Benito Juárez?

Lo mismo que ocurrió cuando, recientemente, periodistas fueron a preguntar por las empresas que también habrían surtido a Monex para que el PRI operara la elección presidencial: nada.

“Supe, dijo, que el promotor de Ocaña en Monex era una persona de nombre Javier Cruz, quien le hacía sus transacciones de España a México y con pleno conocimiento de que eran producto de actividades ilícitas”.

Javier Cruz Muller, según la Policía Nacional de España, estaba realmente involucrado con las finanzas de los narcos. El presunto representante de Monex participó en la discusión sobre la recuperación de cinco millones de euros confiscados en efectivo en la terminal aérea barcelonesa.

La segunda ocasión en que se encontraron Adriana y Guillermo fue en el Distrito Federal, en la sede de Ribadeo. Hablaron de las cuentas y formas alternativas de transferir el dinero a México, pues, en ese momento, había problemas con Intercam y Monex.

Monex
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