¡¡Exijamos lo Imposible!!
Estado de los ESTADOS
Por Lilia Arellano
Cambios visibles
Honorabilidad a las cámaras… de T.V.
700 invitados y exponente bajo carpa
Anuncian ejes rectores para el futuro
Presentes estrategias “transversales”
Garantiza impunidad a la corrupción
Peña Nieto, gran labor en el exterior
“El poder político es, simplemente, el poder organizado de una clase para oprimir a otra”.- Karl Marx
Después de tantos cambios e interrogantes, el escenario no pudo ser
mejor: una carpa. Ahí se encontraron, como suelen presentarse en las
funciones de estreno, todos los que adquieren boletos gratis y, por lo
tanto, son quienes se encuentran obligados a aplaudir, a reseñar con
singular entusiasmo lo que presenciaron. Al momento de acudir los que sí
tienen que pagar por conocer lo que ahí se dice, el libreto no se
distingue igual, la sobreactuación se presenta y surgen a la vista todos
los errores de dirección cometidos. El inicio de lectura del mensaje
presidencial bien pudo, abiertamente, manifestar el gran respeto que
existe por las cámaras, pero no por las oficiales, la de diputados o
senadores, sino por las de la televisión, medio a través del cual los
mexicanos en horario de labores no pudieron ver y, estando en sus
centros de trabajo, tampoco escuchar. O sea que la opacidad lo ha
alcanzado todo y cualquier duda queda despejada cuando se conoce que lo
relacionado con logros y aplicación de recursos se mantuvo en secretismo
durante más de 24 horas. Del documento entregado por Miguel Ángel
Osorio Chong, no se supo absolutamente nada.
Hablaron de los grandes cambios que se presentarían en el país y nos
preguntamos si ¿serán éstos? O tal vez se refieran a esta misteriosa
entrega que tuvo como principal eje el lanzamiento de amenazas de
aplicación de leyes a quienes se manifiestan inconformes, a los que
señalan como obstáculo que detiene la buena marcha del país -¿cuál?-. En
el pasado muy reciente que abarca incluso la etapa de más de 7 décadas
del tricolor, el Ejecutivo Federal enviaba a todos los medios de
comunicación, a todas las dependencias del gobierno el texto del
informe, a fin de que se hiciera la debida difusión por áreas de su
contenido. En el presente no sólo se mantuvo en secreto aún después de
haberlo entregado a los líderes de las cámaras en un salón adjunto al
del Pleno, y por lo que respecta al mensaje emitido desde Los Pinos,
tuvieron que pasar 5 horas para que las oficinas de comunicación de la
Presidencia pudiesen entregar la versión completa, la que no lleva los
errores en la lectura y, mucho menos, el lenguaje con el que se enredó
la defensa de la reforma energética.
Sería un error no hablar de logros en estos 9 meses de gobierno de
Enrique Peña Nieto. Pese a los miles de manifestantes inconformes por la
reforma educativa, todos ellos involucrados directamente en este
renglón, zonas completas sitiadas no sólo por los maestros y sus
familias sino por cuatro corporaciones policíacas y militares, los
diputados priístas y los que pertenecen a sus partidos satélites, como
el Verde y el Anal, votaron para que sea una realidad, dejando pendiente
la elaboración de un “addendum”, de esta figura para parchar que se
utiliza cada vez con mayor frecuencia cuando el gobierno entrega a los
que no puede convencer un buen “atole con el dedo”, en espera de que el
diario acontecer borre cualquier pedimento o exigencia. Tampoco puede
negarse la aprehensión de 65 “grandes” capos, de esos que el vecino del
Norte reclama sean puestos tras las rejas cuanto antes, a sabiendas de
que tales acciones no van a disminuir ni la producción ni el tráfico de
enervantes ya que los atrapan, vivos o muertos, y de inmediato sube a
escena su sustituto. Estas aprehensiones tal vez piensen en la
administración federal que justifiquen los más de 13 mil muertos que van
en los nueve meses de esta gestión.
Se nos dijo y no tenemos por qué dudarlo, que la presentación de las
iniciativas financiera, energética y fiscal no son tarea fácil, que se
ha necesitado de mucho valor para enfrentar circunstancias ya muy
hechas, muy marcadas, de uso cotidiano y decidir que el 2013 pase a la
historia como el gran año para México es algo grandioso, lo mejor que
nos puede suceder. Claro que se supone que esa actuación de gran
valentía no tendría por qué verse opacada con una llegada al recinto de
San Lázaro, a la apertura de Sesiones del Congreso, sin un absoluto
control sobre las reacciones y, menos aún, si ésta se daba haciendo las
cámaras de televisión un recorrido que dejara ver la gran cantidad de
policías y de retenes instalados para seguridad de quien obtuvo el
poder, según refieren, apoyado por una inmensa mayoría de mexicanos.
Inútil caer en ese tipo de escenarios si se tiene la experiencia de lo
que vivió Vicente Fox o Felipe Calderón, quienes pese a todo hicieron
acopio de fuerzas e interpretaron de manera correcta lo que significa
hacer frente a los reclamos.
Tal vez sea culpa de la globalización que ahora no se deban seguir los
lineamientos que marcan las fechas de gran simbolismo para los mexicanos
y que tampoco se respeten esos días. Aunque también, podría estar el
centro de este nuevo calendario en una necesidad que cambia la entrada
de unos dólares por los conocimientos cívicos y su respeto que son, en
los tiempos difíciles, la bandera que envuelve a quienes luchan por su
país, por su patria, por su soberanía e independencia. El argumento base
de los “puentes”, se basa en el aprovechamiento de un mayor número de
días de asueto los fines de semana para incrementar el turismo nacional,
o sea que no son tiempos de captación de los muy cotizados dólares sino
de pesitos, de los devaluados. De ahí que la lectura del mensaje
presidencial, del que antaño era una síntesis de lo realizado durante
los pasados 365 días y un panorama del presente político más el esbozo
del futuro, quedó disminuido notablemente, se supo de él por la entrega
de unos tomos lujosos y secretos y la voz del Ejecutivo se escuchó 24
horas después, bajo un escenario oficial reconocido como carpa.
Debo reconocer que desconozco que contenga el legajo de más de 800
páginas que por fin le entregaron al Congreso, aunque se fue sin copias.
Todo ese papel, el que se ocupe, correrá por cuenta del presupuesto de
las Cámaras. La sugerencia que hacen, es que se consulte por Internet y
sólo se imprima lo que interese y eso es a lo que se le llama
“austeridad republicana”. Lo que no pasó inadvertido para nadie fueron
los asistentes a Los Pinos; según se supo las invitaciones giradas
sumaron 800, los que llegaron fueron poco más de 700 y no hay excusa
para los que faltaron porque no había ningún congestionamiento en torno a
la casona presidencial, como tampoco lo hubo a más de un kilómetro de
distancia en el perímetro del edificio de San Lázaro, por lo que no se
sabe a qué temía el mexiquense que decidió no asistir a ese recinto.
Nada que provocara alarma a su llegada; la entrada libre al contar con
una mayoría tricolor más los satélites que están prestos, al igual que
el PAN, a apoyar todas sus iniciativas, todas las que se le ocurran,
cualquier planteamiento que tenga como hilo conductor al Pacto por
México y sus operadores.
Seguramente que doña Angélica Rivera manejó dos emociones: la del
orgullo y los celos. Ambas producto de la apariencia física de su señor
marido ante las leyes de los hombres y de la Iglesia, de esa institución
que tuvo a bien darle una falsa primera bendición, en un lugar
sacrílego, en la playa, por lo que dejó de tener validez el compromiso
“hasta que la muerte nos separe” ante los ojos del Creador y su corte
divina. El traje que portó ayer el primer mandatario mostró un corte
impecable, una caída perfecta, sin una sola arruga ni siquiera al
momento de efectuar movimientos con los brazos, lo cual es revelador de
portar una gran marca o de contar con un sastre de los que cobran por
puntada. A quienes son bajos de estatura, delgados y con espalda semi
caída da más trabajo vestirlos que lo contrario. Si sus ex compañeras de
labor llegan a fijarse en el mexiquense, la “gaviota” pasará malos
ratos, de ahí que los celos hagan su aparición porque con eso de
futurizar sin medida a la pareja presidencial nadie les gana.
En fin que se quedaron sin respuesta algunas interrogantes, no muchas y
las primeras se relacionan con esa captura de capos tan publicitada, ya
que se antojan muchos para no tener un solo decomiso de dinerito, de
alhajas, de droga, sin haberles asestado ningún golpe a sus bolsillos, a
sus finanzas, sin recuperar ni un céntimo. ¿Así son los cambios en
materia de combate al narcotráfico? También me quedé pensando en el
mentado addendum y en los cambios que dicen han hecho a la reforma
educativa que, insisto, es un documento laboral para el magisterio y
nada o menos que nada tiene que ver con la enseñanza, salvo que el hecho
de que los padres de familia tengan que hacerse cargo por completo del
mantenimiento de las escuelas sea el significado. Claro que me hubiese
gustado conocer el estado que guarda la Ley de Transparencia o si la van
a seguir guardando, ya que la aprobación data del año pasado y sigue
pendiente por el regreso que de ella hizo el Senado.
¿Qué tal si hubiese sido más claro en eso del manejo de las deudas de
estados y municipios? Según todo estaba listo para la Comisión Nacional
Anticorrupción pero no se avanzó nada; como congelaron la reforma que
elimina el fuero porque no quieren que esa figura desaparezca a nivel
presidencial, tampoco se tiene conocimiento ni de su presente ni de su
destino. Las leyes secundarias de la reforma política se mantienen en el
archivo de “pendientes” y la que corresponde al 2013 está sujeta a que
primero sea la energética y fiscal y luego… ya veremos, dijo el ciego
porque como estrenaron en ese renglón la mentada figura del addendum y
ahora se busca la creación de un Instituto Nacional Electoral, la
reelección de legisladores y alcaldes y el establecimiento de segunda
vuelta en la votación presidencial, todo apunta a que es preferible
guardar silencio.
Muchas iniciativas y propuestas del mexiquense guardan el sueño de los
justos: reforma financiera, la de telecomunicaciones, las leyes
secundarias en las modificaciones a derechos humanos, el código único de
procedimientos penales, así que a la vista está el hasta hoy
considerado fracaso político que se une al económico y social.
Situaciones todas ellas de las que no se recibió un solo reporte pero
eso sí, estamos empachados de buenos deseos, de promesas como las de
campaña pero ya sin firma notarial, con mucho énfasis en lo sicológico
para hacer presente un impulso que, como las drogas, tiene un efecto
temporal al que le sigue el de la gran depresión. Ahora que, en un país
como el nuestro que ya se encuentra prácticamente ahogado en corrupción,
donde la impunidad está enquistada en los máximos poderes desde donde
se le nutre enviando a sus mejores exponentes en atracos, abusos,
desvíos de fondos, relaciones sospechosas, fraudes, a las embajadas o
devolviéndoles sus capitales, todos mal habidos con la respectiva
negociación para no pagarles intereses que correrían, obviamente, por
cuenta de los que pagan impuestos, más que cambios es urgente una limpia
y esa no aparece en ninguna de las intenciones.
El informe presidencial del 2013, vaya que tendrá su propio registro y
en él aparecerá que a ese pueblo al que se le pidió el respaldo y el
voto mediante promesas y tarjetas, se le huyó. Pero eso sí, le
reiteraron los puntos que en el futuro se harán presentes, siempre y
cuando se hagan las cosas como el Ejecutivo federal quiere y no como los
ciudadanos las necesitan. Bastaron 65 minutos para saber que hay cinco
grandes metas: “México en paz”, o sea sin tanto revoltoso que es minoría
pero que si sumamos los de los desaparecidos, con los que exigen se
aclaren los más de 120 mil crímenes que ya se han cometido, más los que
demandan seguridad, más los desempleados, más los afectados en sus
empresas, más los ex jubilados y pensionados, más los que militan en la
oposición, más los maestros de sindicatos –porque no sólo es la CNTE, en
las entidades hay registros al por mayor de otras organizaciones-, más
los de la CFE, los de Mexicana, los mineros, los que defienden el
patrimonio petrolero, y otros, resulta que no son los menos a los que se
refirió el mexiquense que no deben afectar a las mayorías, ¿a cuáles?
Hay que lograr, nos dijo, un México incluyente, o sea que estén más en
la lista de Forbes, ver que crezcan sus fortunas de tal manera que los
incluyan porque ellos y nadie más son México, la Nación. Un México con
educación de calidad, sin pizarrones, ni gises, ni borradores, con
libros de texto plagados de errores, con cursos de capacitación con
vigencia para un año y al siguiente la guía es distinta y el pasado no
sirvió, con muchos “invisibles” en la nómina de la SEP, con funcionarios
de nivel y excelentemente pagados, con revisiones sobre los libros
hechas por universidades norteamericanas, entre otros grandes e
importantes renglones. Promover un México próspero, uno que adquiera con
los ojos cerrados y en grandes cantidades todos los artículos que se
maquilan en China a un muy bajo precio y con catálogo a la mano al estar
el Dragon Mart en funciones; los datos sobre ese comercio hablarán, sin
duda, de una prosperidad que no se alcanzó con el respaldo
gubernamental y con la participación de la banca y de las dependencias
que deberían promoverlo.
Otro reto es el de consolidar un México con responsabilidad global y en
ello se incluye la protección ambiental, esa que prevalece cuando se
niegan las autorizaciones para devastar selvas, manglares, cuando se
exige a los grandes hoteleros instalaciones que no afecten las aguas, ni
las marítimas, ni las de los lagos, ni las de los cenotes, ni los
mantos freáticos, ni las corrientes subterráneas; unas que no contemplen
la contaminación auditiva ni la visual. Para estar acordes con los del
primer mundo que estiman que ahí está el centro de la sobrevivencia de
la especie humana. Esto debe ir acompañado de estrategias transversales,
de esas que se les van a atravesar, de las que atravesadamente deben
asumir dependencia y entidades federales; deberá democratizarse la
productividad y se hará presente el ejercicio de un gobierno cercano y
moderno, entendiendo en esto último la cercanía que da tener un
televisor en la recámara o de plano en el baño, sin por ello dejar de
encender los radios para escuchar lo bien que va el país, en voz de cada
uno de los responsables que esto suceda y que fueron nombrados por
quien desde Los Pinos gira las instrucciones.
Eso sí, el orgullo, la gran satisfacción se generó en las giras
ininterrumpidas de don Enrique, quien lo mismo estuvo con los
mandatarios de Estados Unidos y Canadá, reiterando las seguridades de
convertir nuestro territorio en una extensión del suyo y con las
promesas –sin Notario de por medio- de seguir puntualmente todas sus
recomendaciones, sus requerimientos, sus necesidades hasta convertirlas
en propias, que con los de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y
Nicaragua, con los que se firmó otro de esos tratados comerciales que
nos permiten seguir importando sin producir. También hubo esfuerzos
múltiples por aliar al país con Chile, Colombia y Perú, así como el
relanzamiento de la relación con China, Japón y la Unión Europea. A los
primeros hasta les van a cumplir se instalen miles y miles de familias, a
fin de que vaya desahogándose su territorio. La ventaja es que
tendremos muralla para lucirla como el modelo mexicano y así captar
muchos turistas que no tendrán que ir hasta China para conocerla. Será
una réplica pero muy bien hecha, con todo y cadáveres empotrados.
Lo mejor de todo es que el año que viene habrá otro gran informe
presidencial y con más cambios que se signifiquen por desconocimiento en
materia reglamentaria y vestimentas de primer mundo.
DE LOS PASILLOS
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