Zedillo y Calderón a tribunales por homicidios
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Existe una demanda civil contra Zedillo por 50 millones de dólares, como
corresponsable de la masacre de Acteal. Éste, sospechoso sustituto al
ser ultimado Colosio en una conspiración desde los pasillos del poder
presidencial, en la que “mucho tuvo que ver” Joseph Córdova Montoya,
pues se consideró que el sonorense no era el sucesor indicado, ya que
mostraba hechos de antisalinismo. Pero Zedillo le salió respondón a CSG,
al grado de que encarceló a su hermano Raúl y Carlos salió huyendo.
Es asesor de empresas privatizadas durante su sexenio y hoy director del
Centro de Estudio de la Globalización, en la Universidad de Yale, en
Connecticut, donde enseña a reprimir a los antiglobalizadores;
economista del monetarismo matematizador y quien se cubrió de “gloria”
por dejar caer al PRI, con Labastida, para abrirle paso al cómico de Fox
y éste a Calderón para la docena del desastre mexicano. Y según la
información, el gobierno de Calderón y el de Obama, quieren para él, una
cierta inmunidad diplomática, que es complicidad entre la Casa Blanca y
Los Pinos.
El gobierno del “Rápido y furioso”, que vendió más de 3 mil armas de
alto poder a los narcotraficantes, con las que incluso mataron a dos
agentes de la DEA, para dizque seguirle la pista a los sicarios y hasta
la fecha cero resultados, estaría interesado en otorgarle inmunidad
(impunidad) diplomática a Zedillo para no ser juzgado por una Corte
Federal, por la matanza de 45 indígenas: niños, mujeres embarazadas y
hombres, asesinados por la espalda cuando hincados rezaban en su
iglesia, por matones paramilitares tolerados por el zedillismo (Reforma:
24/VII/12). No se olvide que Zedillo inició la guerra que retomó
Calderón, porque odiaba la rebelión indígena de Chiapas y quería
terminar con ella a cualquier precio; y jamás movió un dedo para
perseguir y enjuiciar a estos asesinos que actuaron con alevosía,
ventaja y premeditación.
El otro acusado es Calderón en el Tribunal de La Haya, en Holanda, por
su guerra indiscriminada que arroja más de 100 mil muertos, de los
cuales debe responder pues actuó sin el fundamento del Art. 29, y tiene a
la Nación bajo el fuego cruzado de sicarios soldados, policías y
marinos, donde han fallecido miles de mexicanos inocentes. El cinismo
calderonista debe ser llevado a los tribunales extranjeros, ya que en
nuestro país el Estado de Derecho ha sido suspendido para los servidores
públicos.
Zedillo y Calderón no deben escapar a la justicia y deben ser juzgados
civil y penalmente. Y luego traídos a nuestro país para el juicio penal
donde respondan de sus actos y omisiones cuando abusaron del poder (al
que ahora quiere encaramarse Peña para convertir al país en un Atenco:
reprimir y matar a los que se opongan). En lugar de impunidad se
requiere, de una vez por todas, sentarlos en el banquillo de los
presuntos culpables. La Nación quiere deslindarles responsabilidades,
pues ya es hora de que los funcionarios de élite den cuenta y razón de
sus actos y negligencias, y no solamente responden “ante la historia”,
como si ésta fuera un tribunal, o ante su dios.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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