Martí Batres Guadarrama
Objeciones de la memoria
Mejoramiento barrial; construcción de ciudadanía
Con recursos del gobierno capitalino y confiando en la gente, se construyeron banquetas donde nunca antes las hizo nadie, como en San Miguel Amantla, Azcapotzalco. Los vecinos de San Juan Tepechimilpa, en Tlalpan, trabajaron en su propia pavimentación.
En otras zonas con alta marginación se mejoraron y unificaron fachadas de casas, se hicieron obras de repellaje y pintura, como en los cinco pueblos de Coyoacán; fueron construidos centros para adultos mayores o centros sociales en Culhuacán y Atizapán; se colocaron juegos infantiles en parques, se construyeron jardines donde no los había.
De igual forma se repararon barrancas como la de Texcalatlaco, en Álvaro Obregón, y se construyeron andadores en pleno cerro, como el edificado en la colonia Gabriel Hernández, en la delegación Gustavo A. Madero, donde los habitantes subían prácticamente a gatas a sus viviendas.
Todo esto se logró mediante el Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial que inició el Gobierno del Distrito Federal el año pasado y que continúa con más recursos en el presente. Sus propósitos y aristas son varias.
Para fortalecer la democracia participativa en el Distrito Federal, el gobierno de Marcelo Ebrard, en consulta con organizaciones civiles, sociales y comunitarias, elaboró este programa para facilitar a los ciudadanos su capacidad de asociación y organización, de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas y con ello fortalecer, rescatar, preservar y mejorar las condiciones físicas y materiales del entorno donde viven. Esta es una manera también de rescatar y desarrollar la identidad cultural de los capitalinos.
Con él se busca desarrollar un proceso integral, sostenido y participativo de mejoramiento de los espacios públicos de los pueblos, barrios y colonias del Distrito Federal, particularmente de aquellos que tengan altos grados de conflictividad social y/o degradación urbana o estén clasificados como de media, alta y muy alta marginación.Mejoramiento barrial es un programa de imagen urbana, de desarrollo urbano incluyente, de obra pública e infraestructura, de desarrollo comunitario, confianza al ciudadano que recibe y ejerce recursos públicos ahí donde los particulares no invierten porque para ellos no es negocio.
La gente organizada, no el gobierno, es quien decide qué obra necesita el barrio, la colonia o el pueblo. De hecho, ellos votan su proyecto en asamblea y si es rechazado no se realiza. Asimismo, son ellos los que proponen las mejoras que necesita o requiere la comunidad en la cual habitan.
También en asamblea eligen los comités de administración y vigilancia para que haya un control estricto en el avance de obra y en el gasto ejercido.
Cabe señalar que los montos entregados van de uno a 5 millones de pesos por programa y los resultados son como los ya descritos.
Es la gente la que ejerce los recursos directamente. Contratan la mano de obra y los insumos que requieren porque tienen en su manos el control total del proceso. El Gobierno del Distrito Federal sólo aporta los recursos y supervisa.
Pero sobre todo es un programa de participación ciudadana. Ha sido una gran decisión confiar en la gente. Ésta ha demostrado rapidez, eficacia y pulcritud en el manejo de los recursos.
Lo más importante del programa no es la obra particular en cada caso, sino la construcción de tejido comunitario, la construcción de ciudadanía.
El gran aporte, después de todo el proceso, es que la gente se une, se organiza y trabaja para cambiar las condiciones de su comunidad, de su barrio, para el bienestar y el desarrollo social.
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