¡¡Exijamos lo Imposible!! • ¿Tiempos de censura?
Entre todos, mi estimado, ¿lo harán todo?
La semana se antoja irremediablemente atractiva, primero con los resultados de la simpática consulta ciudadana, la cual definirá el destino del petróleo con todo y el arreglón de la cúpula legislativa de las lacritas tricolores y el PAN, donde el chisguete energético presidencial hace algunas lunas se fue al nabo sin escalas.
Finalmente, para deleite y repugnancia de varios originales sectores y sus respectivas lacras, Andrés Manuel López Obrador sigue siendo epicentro de la agenda nacional.
El divertido tabasqueño, my friend, desencadenó los seductores demonios para evitar el atraco legislativo en despoblado que pretendía hacer Calderón y su dumb squad junto con al PRI, encabezado por Manlio Fabio Beltrones, hoy único flotis energético del refrito de la venta de la patria. La iniciativa tricolor, es evidentemente, es la misma gata revolcada y empanizada para terminar de coronarse como el factótum de poder del célebre “sí se puede”. Sobre todo cuando ese “sí se puede” (or we´re simply fucked) está cercado por sugestivas promesas a distintivos consorcios y donde el hilo toca poderosas puertas en la entretenida Sultana del Norte. Ahí donde algunos temerarios ya tocan algunas campanas de triunfo rumbo al accidentado y muy lejano proceso de 2012.
Lo que es innegable, amable lector, es el tino de la estrategia priista que terminó rebasando por la derecha la desarrollada de Los Pinos, donde los chicos del poder… del no poder nunca tuvieron afinada, coordinada, argumentada y estudiada su táctica más allá de la infame y grotesca cascada espotera del mentado tesorito de las profundidades que sacará al país del rezago y a los mexicanos de jodidos, insultando la inteligencia del sonriente respetable, y ya ni hablar del monumental costo de la estupidez, aderezada de terquedad, oficial.
Y la obsesión, mi estimado, nunca es buena con exceso, yes?
Ahora, Felipe tiene que plegarse a los caprichos de sus captores políticos, los tricolores, si quiere ver recuperado algo de lo prometido de su tesorín... energético. Y parece que este verano ha sido excelso en ir poniendo a cada uno en su lugar (including the usual media suspects) en ese indigestivo deporte de terminar tragando camote. Como estupendo botón está el regreso, como hace mucho le adelantamos en este irreverente espacio, del ex presidente del PAN Manuel Espino, quien mañana presentará su libro Señal de alerta, que en las últimas semanas ha creado, digamos, a wonderful blue political swirl.
El tipo de divertida mezcla, my friend, que ha desencadenado (gastritis crónica presidencial) las sugestivas olas alrededor del inservible Gymboree de Felipe, que ha comenzado a hacer caras de fuchi ante el bocado espinao que se han tenido que tragar… completo. Y no debe ser fácil andar poniendo sus caras en la misma foto con el personaje que han denostado, criticado y golpeado desvergonzadamente por arriba y debajo de la maravillosa mesa.
En una insaciable guerra mediática que durante meses intentó borrar del mapa a Espino —quien en un ocurrente timing político, indiscutiblemente ligado al proceso electoral del 2009, envió atentos saludos de Alerta con algunos de sus amenos párrafos que involucran a, como señalara Beltrones a la revista Índigo, los enanos clave del inner circle (of morons) presidencial antes y durante la controvertida elección de 2006—, hoy parece terminar en un cuento de hadas azul. Sí, leyó bien, hadas… pero maléficas, my friend.
Y en donde la ex pareja presidencial de Vicente y Marta entra de lleno con bombo y platillo en un capítulo donde tras bambalinas blanquiazules se derramaron una increíble serie de amagos, chantajes y presiones que harían palidecer a cualquier capo tricolor y que dista de ser capítulo (cerrado) pasado.
No, no… al final, Felipe se quedó sin fichas pero, eso sí, con un par de tesoritos desprestigiados, desacreditados y altamente vulnerables. Ese par de chisguetes que lo han llevado a tomar malas decisiones…Y éstas, my friend, conllevarán un monumental costo donde el tiempo corre… pero en su contra.
Welcome back to hell.
Por la mirilla
Pésimas señales las lanzadas por el gobierno federal de andar censurando a medios críticos del régimen que han dado la vuelta en el mundo cibernético. El caso de Fórum, la revista dirigida por Eduardo Ibarra Aguirre, comienza a sumarse a una lista que pinta de cuerpo entero lo chaparrito del término tolerancia y libertad de expresión…
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