¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Reforma reducida al sometimiento de los educadores
Gilberto Balam Pereira
Represión laboral al magisterio
“Utilizaré
todos los instrumentos posibles de que dispone el Estado para evitar
cualquier obstáculo que se oponga a la iniciativa federal de la Reforma
Educativa”.
Bastaron unos minutos del final del discurso presidencial del día 2
pasado para quitarse EPN la máscara de iracundo represor solapado.
Iniciativa que se reduce a la evaluación en servicio de los docentes
“para ver quién se va”, según agregó Chuayffet.
¡Si se va a evaluar, con Peña hay que empezar! respondió la disidencia.
Un discurso limitado a amenazas contra el Magisterio y repetición de formulación de proyectos sin ningún resultado a la fecha.
Un discurso dicho con nerviosismo. No era para menos.
Fue verdad el haber dicho que las inversiones extranjeras han aumentado
en México, pero el crecimiento económico se ha reducido a menos de 1%. Y
es verdad también que los muertos por la delincuencia organizada
bajaron un 12%, aunque el delito del secuestro se ha elevado un 25%.
Es cierto que “la mayoría de los maestros están cumpliendo dando clases
en este momento”, pero la población percibe que la protesta de los
profesores va en aumento como lo constatan algunos medios que dan cuenta
de las extensas movilizaciones en gran número de las ciudades más
importantes del país.
A dichas protestas se han sumado representantes de numerosas
agrupaciones civiles de alumnos, padres de familia, electricistas,
telefonistas, indígenas, defensores de la nacionalización del petróleo, y
muchas más, hartos todos del dominio y sujeción con que la ladronzuela
oligarquía nos tiene maniatados a los mexicanos sin empleo, sin una
alimentación sana y suficiente, con una inflación que denuncia la caída
de la productividad de bienes, carestía de los alimentos básicos y
secundarios. Elevación galopante de la gasolina y el gas, de la energía
eléctrica, la telefonía, uso de las carreteras, de medicamentos y
servicios públicos otrora privatizados.
Si Peña sólo empleó unos minutos para ratificar su papel de alcahuete de
una oligarquía devastadora, los comentaristas democráticos le han
respondido poniéndolo en su sitio de vocero de comparsa y de unos 600
alcahuetes aplaudidores, que asistieron a Los Pinos a cumplir con su
misión de lambiscones, vividores del erario y de lame botas. Es tal la
indignación popular que cualesquiera calificativos se quedan cortos de
indecencia. Porque… ¿Fue acaso consciente la omisión en el discurso de
tantos e innumerables problemas que aquejan a la población mexicana cuya
relevancia merecían al menos ser aludidos en un mensaje de tal
importancia? Sí, esos problemas que han sido recordados con coraje y
denuedo por tantos analistas progresistas. Al menos, casi todos los
colaboradores de nuestro diario POR ESTO! han expresado sus opiniones
críticas al desempeño y discursos del señor Presidente. Muy bien por la
tarea editorial.
-Por ejemplo, es inexplicable e inaceptable que dicho señor haya omitido
la necesidad imperiosa de formular y desarrollar proyectos y acciones
concretas a favor de la mujer mexicana que continúa en gran medida como
víctima de la violencia, de la discriminación de género y del crimen.
-Ni una palabra tampoco acerca del problema de los migrantes mexicanos y
hermanos centroamericanos, cada vez más discriminados y sacrificados
por el imperialismo y el hampa organizado.
-Ni una palabra sobre la corrupción cada vez más intolerante de grandes
empresarios y de la clase política como es el caso de los gobernadores,
Granier, Moreira, Montiel, Fidel, Oliva, González; pero el que no se
queda atrás es el tal Juan Sabines, ex de Chiapas quien ha fijado su
residencia en insultante mansión acapulqueña, mientras en Tuxtla
Gutiérrez andan “bailando” 22 mil millones de pesos, faltantes de
comprobar en el gasto público de la administración de Juan, según
reciente revisión de la Auditoría Superior de la Federación.
-Otros futuros ladronzuelos de la misma calaña que los anteriores son
los que están demandando a gritos que se les cese o al menos se les
suspenda sus salarios a los maestros faltistas que se están manifestando
en contra de la Reforma Educativa, “para frenar la insurgencia
magisterial”. Estos “gobernantes” son el oaxaqueño Gabino Cué, el
poblano Rafael Moreno Valle, quien le da toda la razón a su colega Cué,
el morelense Graco Ramírez, quienes piden “se aplique toda la Ley con
rigor a los maestros faltistas” (sic).
Estos ciudadanos mactaes no se ocuparon en prestar atención al vacío y
decepcionante discurso peñanietista, por el contrario, lo aplaudieron a
rabiar, a pesar de nuestro desalentador panorama ignorado por el
presidente.
-El Pacto por México, la Cruzada contra el Hambre, la Campaña
Anticorrupción, el Plan Energético fueron proyectos simplemente
ignorados. Proyectos ridículamente mencionados sin resultados objetivos y
concretos.
-A Peña sólo le interesa el aspecto meramente laboral de la educación
para golpear. Los problemas que verdaderamente padece el Sector no
parecen ser de su competencia:
-No le importa que el promedio de grado de escolaridad en el país sea de apenas 8 años.
-Que el 45% de la población mayor de 15 años no tenga educación básica completa.
-Que sólo el 8% de la población cuenta con una licenciatura y la gran
mayoría carece de un empleo relacionado con su formación académica.
-Tampoco le interesa a Peña pulsar otros grandes problemas vinculados
con la docencia, como es la corrupción en el SNTE en el que se está
dando la continuidad de la irregularidad de las cuotas de los maestros,
la negociación de las plazas, las llamadas comisiones con doble y triple
salario, herencia y permutas a conveniencia, deficiencias en la
infraestructura de los planteles e insuficiencias en la dotación de
materiales de trabajo para los maestros.
Estas y muchas otras más, fueron las vergonzosas deficiencias del Primer Informe Presidencial.
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