Repudio total
A lo largo y ancho de la República, en el marco de las manifestaciones
del Día Internacional del Trabajo, miles de trabajadores de diversas
tendencias sindicales coincidieron en mostrar su hartazgo de las
políticas de seguridad y laboral del gobierno panista de Felipe Calderón
/ Los indignados trabajadores mexicanos exigen poner fin al clima de
inseguridad que ha provocado ya decenas de miles de muertos, al tiempo
que demandan creación de empleos y salarios dignos / Rechazan la reforma
laboral que atente contra los logros e intereses de los trabajadores
MEXICO, D.F., 1 de mayo (LILIA ARELLANO/ESTADO DE LOS ESTADOS) El sector
obrero está harto de la administración de Felipe Calderón, de su
estúpida guerra contra el narcotráfico que detonó una violencia no vista
en el país desde la Revolución Mexicana, de la ineficacia de su
gobierno que impulsó el desempleo, el subempleo y salarios ínfimos para
la mayor parte de los trabajadores. Tanto las centrales obreras
aglutinadas en el Congreso del Trabajo (CT) como los denominados
“sindicatos independientes” repudiaron este primero de mayo en el centro
político de la República al régimen que ha propiciado la miseria en la
que viven millones de familias en el país. Los primeros exigieron al
gobierno federal y a quien asuma el poder tras las elecciones federales,
frenar la violencia y resolver la pobreza, el desempleo y los bajos
salarios. Los últimos demandaron un voto de castigo al PAN y al PRI en
los próximos comicios federales.
Al conmemorar el Día Internacional del Trabajo, trabajadores de la CTM,
de la COR, ferrocarrileros, de radio y televisión, transportistas y
hasta de la Procuraduría General de la República (PGR), entre muchos
otros, advirtieron a la clase política que gobierna al país, tanto en el
Poder Ejecutivo como en el Legislativo y el Judicial, que se va a
generar un estallido de “odio y violencia” si siguen velando únicamente
por los intereses del empresariado y de los organismos internacionales y
no por los de los trabajadores. Demandaron un urgente cambio de rumbo
de la política económica, social y laboral.
En tanto, Felipe Calderón permaneció oculto, una vez más, como lo ha
hecho a lo largo del sexenio, sin dar la cara a los trabajadores. Tan
sólo, de acuerdo con un boletín de prensa de la oficina de Comunicación
Social de Presidencia de la República, envió una carta a los dirigentes
de las “principales” centrales obreras de país para “agradecer” a los
trabajadores su “solidaridad” y compromiso con el país, en los adversos
momentos que se han vivido. El inquilino de Los Pinos no tiene cara para
presentarse ante los trabajadores del país cuando en su sexenio éstos
han registrado un aumento salarial de sólo 2.85% de diciembre de 2006 a
marzo pasado, que ha sido pulverizado por la inflación generada por los
mismos incrementos decretados por el Congreso a los combustibles y por
los altos precios que rigen en los artículos de primera necesidad entre
los que destacan los alimentos y medicinas. Al cierre de 2011, el poder
adquisitivo del ingreso laboral llegó al nivel más bajo desde 2005 y el
precio de la canasta básica de alimentos, al costo más alto.
Mientras, numerosos grupos trabajadores marcharon contra su
administración por Avenida Juárez y Madero hasta llegar a la plancha del
Zócalo capitalino; otro contingente salió de Avenida de los
Insurgentes, a la altura de Antonio Caso, en la colonia Tabacalera, y
circularon por San Cosme, Puente de Alvarado, Avenida Hidalgo y Tacuba,
hasta el Zócalo. Por las movilizaciones, en el Centro Histórico, las
calles 5 de Mayo y Tacuba, desde Eje Central hasta el Zócalo, así como
20 de Noviembre, permanecieron cerradas al tránsito vehicular.
RECHAZAN REFORMAS ESTRUCTURALES
A nombre de las 39 organizaciones que conformar el CT y que realizaron
nueve marchas que desembocaron en la Plaza de la Constitución, Ramón
Humberto Ojeda Silva, vicepresidente del CT; Reyes Soberanes, de la
Confederación Obrero Revolucionaria (COR); José Becerril, del Sindicato
Nacional de Trabajadores del Sector Financiero; y José Luis Mondragón,
de la Federación Revolucionaria de Empleados y Trabajadores, advirtieron
que evitarán ser utilizados en el marco de las circunstancias
electorales o los intereses políticos. Ojeda advirtió a los candidatos
presidenciales y legisladores federales que no pretendan aprovechar la
coyuntura electoral para aprobar reformas estructurales que perjudiquen a
los trabajadores. Sostuvo que defenderán sus conquistas ante quienes
buscan eliminarlas.
En un acto amenizado por artistas del Sindicato de la Música, el
vicepresidente del CT subrayó: “manifestamos nuestra condena y hartazgo
por la violencia y criminalidad que estamos viviendo en el país.
Exigimos al gobierno, que es el responsable de establecer el orden
social, un replanteamiento de la estrategia hasta hoy seguida contra el
Crimen Organizado”. A su vez, Soberanes destacó el rechazo de los
trabajadores al alza generalizada de precios y a los bajos ingresos que
tienen. Reclamó que mientras los que más ganan pagan menos impuestos, se
incrementa la miseria y cada vez más mexicanos viven en pobreza
extrema. Y Becerril pugnó por generar empleos suficientes y combatir la
corrupción, la impunidad y la inseguridad.
Al concluir la manifestación de los sindicatos afiliados al Congreso del
Trabajo, el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México
(CTM), Joaquín Gamboa Pascoe, sostuvo que el actual clima laboral en
México sustentado por el calderonismo ha provocado que 800 mil afiliados
a esta central obrera no tengan empleo. El líder sindical señaló a los
reporteros: “lo que estamos reclamando es lo que ustedes dicen diario:
que necesitamos vivir con más tranquilidad y que se abran los empleos
que se necesitan”. Agregó que se necesita fomentar un clima de trabajo,
de unidad externa e interna para impulsar inversión productiva, abrir el
campo y fortalecer el turismo.
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