Quién está detrás de los jóvenes
Juan José Morales
Escrutinio
Lo menos que comentaristas de reconocida afinidad por Peña Nieto —o
abiertamente pagados por él— han escrito sobre los estudiantes que
participan en las movilizaciones contra su candidatura, es que son
manipulados, que alguien está detrás de ellos, y que sólo así puede
explicarse que jóvenes de familias acomodadas, que pueden costearse sus
estudios en universidades privadas, se conviertan súbitamente en
activistas políticos. Y en apoyo de este punto de vista subrayan que el
movimiento antiPeña y antiTV nació entre los alumnos de la Universidad
Iberoamericana, tradicionalmente considerados niños bien, riquillos y
pirruris, y se extendió a otras instituciones particulares antes de
alcanzar el Politécnico, la UNAM y demás universidades públicas tanto de
la capital del país como de los estados.
A primera vista, tales sospechas se antojan fundadas. No parece haber
razón alguna para que estos jóvenes, que a los ojos de la gente son
privilegiados por cuanto tuvieron acceso a la educación superior, no
sufren carencias alimentarias ni de vivienda, a menudo poseen automóvil y
viven en el seno de familias de buena posición económica que incluso a
veces poseen negocios propios que heredarán más adelante, deban
preocuparse por un futuro que para ellos se antoja totalmente asegurado.
Pero, por principio de cuentas, no todos los alumnos de universidades
privadas tienen ese perfil. En la Ibero, el Tecnológico de Monterrey, la
Universidad Panamericana, el ITAM y otras muchas tradicionalmente
consideradas sólo para hijos de familias ricas, estudian multitud de
jóvenes que no lograron ingresar a las instituciones públicas y cuyas
familias de clase media hacen grandes esfuerzos por pagar las
colegiaturas. No pocos de ellos pueden cursar sus estudios a base de
becas o créditos.
En segundo lugar, la idea de que todo joven perteneciente a una familia
de buena posición económica y todo alumno que estudia en una universidad
particular tienen asegurado su futuro económico, es totalmente falsa. Ellos también se enfrentan a un futuro incierto, porque la crisis —cada
vez más grave— que agobia a México desde hace un cuarto de siglo,
también ha afectado a decenas de millones de medianos y pequeños
empresarios y miembros de la clase media que ven sus negocios en peligro
o francamente ya se han arruinado. Los jóvenes de las universidades
privadas que manifiestan su repudio a Peña Nieto y —en menor medida pero
también con toda claridad— a Josefina Vázquez Mota y Quadri, tienen
ante sí un futuro sombrío y desesperanzador. Y, por formar parte del
sector de la población mejor informado y con mayor capacidad de
análisis, saben muy bien que los responsables de esa situación son el
PAN, durante cuyos doce años de gobierno se han agudizado la crisis, el
desempleo y el estancamiento económico, el PRI, que sentó las bases de
la política económica neoliberal con la cual se inició la crisis. Por
ello los estudiantes —que como ellos dicen, sí conocen la historia
reciente de México— se aterran ante la idea de que el PRI vuelva al
poder.
De modo, pues, que no hay problema para identificar a quienes están
detrás de la movilización de los estudiantes, a los manipuladores no tan
ocultos, a los siniestros personajes que los impulsaron a protestar. Se
llaman —los más conocidos— Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo,
Vicente Fox y Felipe Calderón, auxiliados por otros individuos de
similar calaña que responden a nombres como Ulises Ruiz, el gobernador
de Oaxaca, Mario Marín, el famoso “Góber precioso” de Puebla o Elba
Esther Gordillo, (a) “La maestra”.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
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