¡¡Exijamos lo Imposible!!
En las urnas pagará el fracaso
Julio Pimentel Ramírez
Si bien el 2012 arranca de manera lenta, como sucede cada año, despejándose de los vapores de la temporada vacacional decembrina, en esta ocasión lo hace de manera compleja en el ámbito político electoral, con dos precandidatos únicos -Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador- realizando sólidas actividades públicas con militantes y simpatizantes de sus partidos y organizaciones sociales que los respaldan, mientras que al PAN y sus tres grises aspirantes se les complica el panorama y no atinan a enderezar el rumbo perdido en los preámbulos electorales.
Mientras esto sucede en la arena electoral, en el ámbito de la economía surgen informaciones que reiteran el fracaso de las administraciones panistas del falso cambio democrático: se estancan los salarios, se eleva el desempleo y el endeudamiento mientras el gobierno cuenta con elevadas reservas monetarias, que se quedan inmovilizadas siguiendo instrucciones de los organismos financieros internacionales neoliberales, que privilegian la estabilidad macroeconómica en detrimento de la inversión productiva.
Ya no es noticia que nuestro país se convirtió en los últimos años en ejemplo del peor desempeño económico en el Continente, algo que tiene algunas de sus explicaciones en la dependencia estructural de Estados Unidos y en la instrumentación de extremas medidas neoliberales durante las tres últimas décadas, cambie usted el orden de los factores que no se modificará el desastroso resultado para la mayoría de los mexicanos y extremadamente favorable para un selecto grupo de empresarios y funcionarios gubernamentales.
Sólo después de Colombia y Nicaragua, donde los salarios se estancaron, México registró el peor desempeño en la región, con un incremento menor a uno por ciento en el ingreso de los trabajadores, reveló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según el organismo de Naciones Unidas, en lo acumulado al tercer trimestre de 2011 los salarios reales en el sector formal mostraron en general aumentos pequeños, que en el caso mexicano fue de sólo 0.8 por ciento. Incluso estas alarmantes cifras son “optimistas” pues se sustentan en estadísticas oficiales que suelen encubrir el nivel real de la inflación.
El desempleo en México es otro de los rubros que desnuda el fracaso del ilegítimo gobierno de Calderón, quien no se cansa de recurrir al Twitter para presumir que en 2011 se generaron 590 mil 797 empleos formales netos, ya restadas las bajas y liquidaciones, reconociendo de manera indirecta que en diciembre fueron lanzados a las calles 225 mil mexicanos más.
Como su antecesor panista, Felipe Calderón traza un mundo ideal, falso, que ya no engaña a nadie. Muchos de los empleos que registra el IMSS no son nuevas fuentes de trabajo sino plazas detectadas en las revisiones que realiza la institución a las empresas. Esto sin olvidar que muchos de los empleos formales son mal pagados, por lo que con frecuencia las personas se ven obligadas a buscar otras fuentes de ingreso.
Es más, con datos aportados por el falso presidente del empleo su administración reportaría un déficit cercano a 600 mil plazas formales tan sólo en 2011, y cercano a 4 millones de puestos laborales si se considera el quinquenio.
Con base en el reporte oficial del IMSS, suscrito por la Secretaría del Trabajo: en los cinco años de estancia en Los Pinos se generaron casi un millón 136 mil empleos formales (permanentes y eventuales urbanos), a razón de 227 mil 190 anualmente, lo que permitió que sólo 23 de cada cien mexicanos en edad y condición de laborar tuvieran acceso al mercado formal de trabajo, independientemente de la calidad de las plazas, cada día menos con prestaciones y salarios dignos.
Por otra parte, las reservas internacionales de México alcanzaron un nuevo máximo histórico al cierre de 2011, con un monto de 142 mil 475 millones de dólares. Sin embargo, este acervo sólo permite respaldar con recursos propios del Banco de México dos de cada tres de los dólares que el país ha recibido como inversión extranjera de cartera –poco más de 201 mil millones–, que se encuentran colocados en bonos de deuda del gobierno mexicano y en acciones de empresas que cotizan en el mercado de valores.
Si bien el gobierno mexicano cuenta con el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI), con una línea contingente de crédito por alrededor de 70 mil millones de dólares, su uso representaría elevar aún más la deuda externa del país y no alcanzaría para respaldar la inversión extranjera directa.
En fin, la situación crítica de la economía será otro de los factores que los ciudadanos deberán tener en cuenta para emitir su voto, conscientes de que hacerlo por el PAN es seguir por el mismo sendero de fracaso; optar por el PRI es impulsar el retorno al gobierno federal de un partido que mantendrá la política económica neoliberal responsable de la inequidad, la pobreza y la injusticia. El frente progresista y de izquierda que encabeza Andrés Manuel López Obrador representa la alternativa del cambio verdadero.
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