¡¡Exijamos lo Imposible!!
Aguirre Rivero y García Luna, a juicio políticoÁlvaro Cepeda Neri
Los que tienen el poder institucional
siguen matando para dizque solucionar los problemas. Lo hacen los
gobernadores César Duarte Jaquéz en Chihuahua, Rodrigo Medina de la Cruz
en Nuevo León y Javier Duarte de Ochoa en Veracruz. En Coahuila, los
hermanos Moreira con su caciquismo tienen al estado en la ruina
económica y, por su negligencia, a mineros privados de la vida. La
responsabilidad en este caso también es de los que han sido titulares de
la Secretaría del Trabajo, con Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón
Hinojosa. Hay crímenes (y robo de agua) en el panismo arbitrario del
calderonista-corderista del gobernador Guillermo Padrés Elías, en
Sonora. Feminicidios y narcotráfico en el Estado de México durante el
peñismo. En Oaxaca no se procede contra el corrupto exgobernador Ulises
Ruiz, mientras que el secretario de Finanzas, Gerardo Cajigas (muy
sobrado de justificaciones) defiende a Gabino Cué Monteagudo (gobernador
de Oaxaca) y no paran los homicidios… todo se arregla con el abuso del
poder policiaco y militar, como pone el mal ejemplo el señor de Los
Pinos (el de la misa y la complicidad papal para allegarse votos).
En la embestida brutal en contra de los estudiantes de la Escuela
Normal Rural Raúl Isidro Burgos, en la cual la policía asesinó a dos de
sus alumnos (Gabriel Echeverría de Jesús, de 20 años, y Jorge Alexis Herrera Pino, de 21) sin duda participaron policías estatales y federales a quienes sus jefes inmediatos ordenaron disparar; pero el desgobernador
de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y el actual secretario de Seguridad
Pública, Genaro García Luna, fueron enterados y aprobaron las acciones.
Los jóvenes solicitaban que la escuela aumentara la matrícula para que
hubiera un mayor cupo de inscripción, y una entrevista con Rivero, quien
déspota y prepotente, se negó una y otra vez a pesar de que durante su
campaña prometió resolver los problemas y atender el reclamo de la
destitución del autoritario director de la Escuela Normal Rural de
Ayotzinapa.
Esto exige una investigación sin concesiones a la luz de las pruebas, videos y declaraciones que señalan al desgobernador de Guerrero salido del arsenal
del Partido Revolucionario Institucional más antiguo (el que apoya a
Enrique Peña Nieto y su facción mexiquense) y que Marcelo Ebrard, Manuel
Camacho Solís y los Chuchos cooptaron para postularlo por su
Partido de la Revolución Democrática. El otro es García Luna, protegido
de Calderón y del Partido Acción Nacional, ya de por sí derechista y
proclerical (con un papa que encubre la pederastia de los curas) que ha
traicionado su doctrina desde que el calderonismo y el foxismo lo
usaron, convirtiéndolo en un partido nazifascista y golpista-militarista
que hoy encubre a García Luna y los policías que golpearon salvajemente
a los estudiantes cuando éstos se retiraban ante la embestida, y los
capturados sufrieron la furia policiaca.
Si prospera la presión social contra Aguirre Rivero y éste renuncia
o pide una licencia, igual debe de hacer García Luna, para ser juzgados
en un juicio político por el Congreso de la Unión donde, con los
elementos que se les imputan, no tendrán más salida que destituirlos de
sus cargos y ponerlos a disposición de los tribunales penales, junto a
los que dispararon. A ningún precio debe tolerarse el abuso policiaco.
Ernesto Zedillo Ponce de León y Rubén Figueroa gozan de impunidad por la
matanza de El Charco y Aguas Blancas. Y Zedillo, Emilio Chuayffet,
Julio César Ruiz Ferro, Liébano Sáenz y Jorge Madrazo sin sanción por la
de Acteal. Y si García Luna y Aguirre Rivero son de facto exonerados, entonces en este país no hay esperanza de justicia.
*Periodista
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