Otro complot Versus AMLO
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Enfrentadas mafias de CSG y Zedillo
EU opera la sucesión 2012 en México
Declaración de Ginebra: fracasa FCH
Denuncia JS impunidad y corrupción
“La mejor estructura no garantizará los resultados ni el rendimiento. Pero la estructura equivocada es una garantía de fracaso”.- P. Drucker
La economía, la política, el rumbo y el proyecto que debe prevalecer en el país, así como su práctica democrática, están sujetas a las disposiciones y ordenamientos que se den en la embajada estadounidense. Así quedó debidamente demostrado en el registro de la historia que revela que en ese inmueble se dio luz verde para eliminar a Francisco I. Madero. En el presente, en una segunda reunión en ese lugar, se tuvo como indicativo debidamente respaldado el eliminar a Andrés Manuel López Obrador por ahora de la contienda electoral y para ello ya lograron el apoyo del galardonado con la medalla Belisario Domínguez: Cuauhtémoc Cárdenas.
Conforme avanzan los días se va aclarando el panorama sobre la elección de julio del 2012 y ninguno de sus personajes y lo que puede esperarse de ellos es medianamente tranquilizante, sino todo lo contrario. La verdadera pugna no parece centrarse solamente en las siglas de los partidos sino en una pareja de expresidentes que mantienen un peso e influencia específicas en todos los ámbitos: Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, cada uno con sus respectivos representantes y partidos y su propia mafia.
Además de una operación política que le volvió a permitir recorrer todo el país, el ex presidente Salinas de Gortari, en su más reciente publicación, hace una serie de críticas que hablan de una desmemoria que en la realidad no padece en lo más mínimo, pero que ahora le sirve de arma para no sólo intentar reposicionar al PRI sino para atacar de manera directa a quien considera su verdadero enemigo, a Ernesto Zedillo, al sucesor que él impuso y que le entregó el poder a un PAN que ya había sido rebasado y por la derecha por el propio Salinas.
Don Carlos menciona las privatizaciones, cuando fue él quien aprovechó las debilidades del también ex presidente Miguel de la Madrid para desmantelar al Estado vendiendo prácticamente todas las paraestatales y dando los primeros pasos para privatizar el sector energético. Ahora aparentemente se lanza en renglones que atacan a los monstruos que él creó, que alimentó, que encumbró. Vuelve a unirse con el clero utilizando varias vías, entre ellas la penalización del aborto.
Se queja de debilitamiento de la soberanía, cuando luchó denodadamente y contra todas las críticas para imponer el TLC, a sabiendas de que cuando se da la dependencia alimentaria se pierde todo control sobre las disposiciones internas; habla de ello, sin tomar en cuenta que su cercanía con el vecino del Norte quedó registrada y evidenciada en decenas de ocasiones. Hay un punto que lo hace enemigo de Zedillo y que aparece ligado a la actividad de estos días: el narcotráfico.
Durante por lo menos los tres primeros años de mandato zedillista, se dijo permanente –con todo y el hermano incómodo, Raúl Salinas, en la cárcel— que la decisión de Salinas para nombrar a don Ernesto su sucesor es que era el más bruto del gabinete y sería fácilmente manipulable. Zedillo acumuló rencores que están vivos en el presente por esas expresiones que le vienen por sus complejos que surgieron al ir ascendiendo en la escala de la política, ocultando a un padre biológico que les negó hasta el apellido, arrastrando una infancia de gran pobreza y acudiendo a las escuelas de ricos sólo al conseguir becas.
Zedillo dio vuelta a su hoja y a ese mismo Vicente Fox, que Salinas hizo gobernador de Guanajuato, fue al que le entregó la Presidencia, al que asesoró, al que le incrustó a priístas en el gabinete que, más que tricolores, han demostrado ser seguidores de ex presidentes y que han seguido actuantes en el sexenio de Calderón. En el PAN, ven a don Ernesto con ojos muy distintos a como se le ve en el resto del país. Y en los EU, también lo consideran en un nivel que en lenguaje coloquial lo sitúa como a los consentidos “gatos de angora”.
Así que todo apunta a que cada uno va mostrando sus armas. Carlos Salinas tiene al PRI, a su candidato Peña Nieto, al propio Beltrones que conoce el juego y que fue otra víctima de Zedillo, obviamente a los gobernadores tricolores y, según las malas lenguas, a “Los Zetas”, a quienes ya comenzaron a ver como los brazos ejecutores armados para contrarrestar a los carteles del grupo contrario, es decir al de los zedillistas.
Por su parte, Ernesto Zedillo cuenta con su gente incrustada en el gobierno panista que tiene por sí mismo a otra parte del clero, al propio PAN, donde lo quieren, a los “chuchos”, a Cárdenas, y a la mafia que han conquistado los blanquiazules y que lidera el de la Forbes: Joaquín Guzmán Loera. Nada tonto y para seguir maniobrando deja la designación del candidato a Calderón, dice que no se mete aún y cuando busca que sea la Vázquez Mota quien resulte ganadora.
Ahora la pugna está por atraer para cada grupo a los hombres de dinero, de ahí que se muestren tan exigentes en conocer qué les ofrece en el tapete cada candidato y en ese rejuego involucran a Andrés Manuel López Obrador, a quien de nueva cuenta lo traicionan desde esa cuna de la izquierda que defiende y que presenta un proyecto alejado totalmente de las perversiones de todas estas mafias políticas, económicas, delincuenciales. Todavía a esa reunión en la embajada de EU, le falta tela para recortar y conocer su repercusión en la elección en la que la mayoría exige un cambio.
ALTOS NIVELES DE VIOLENCIA
Ante la sordera de la administración calderonista y su necedad de mantener la misma fallida estrategia hasta el final de esta gestión, sin importar que mes a mes se sigan acumulando centenas de muertos, el activista Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, se trasladó a Washington, a denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el estado de “inseguridad atroz, la impunidad y corrupción” que prevalece en México, donde, aseguró: “nos pueden secuestrar, nos pueden asesinar y nuestra muerte quedará impune”. Se quejó que “el 98 por ciento de los crímenes en México permanecen impunes. Mi caso es un caso doloroso, a mi hijo lo asesinaron. Es uno de los casos que se ha resuelto, quizá el único en los últimos tiempos. Es decir la justicia es excepción, la impunidad es la norma”.
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