Narcodominio
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Aumentará violencia en México: Strafor
Se extienden e imponen “Chapo” y “Zetas”
Infiltra EU a los cárteles: New York Times
Promueve FCH más reformas neoliberales
“Los dictadores pueden reformar las leyes, pero no las costumbres”.- Jacinto Benavente
Aún sin resolver cabalmente el problema de la sucesión presidencial, ante el poco entusiasmo que genera su “delfín”, Ernesto Cordero, y las difusas posibilidades de establecer una alianza para impulsar un candidato externo, Felipe Calderón se muestra decidido a llevar, hasta el último día de su administración, sus dos proyectos torales: la guerra contra el narcotráfico para mantener la regulación del mercado de estupefacientes de Estados Unidos, y la solidificación el proyecto neoliberal PRI-PAN iniciado hace 30 años, para lo cual sigue empujando en el Congreso de la Unión la aprobación de las reformas Energética, Laboral y de Asociaciones Público Privadas que, tras la Reforma Política avalada en lo general en la Cámara de Diputados, dejarían al Estado mexicano en sólo un simple gerente de los negocios de la burguesía trasnacional.
La preocupación de las fuerzas políticas de oposición por la percepción de que está perdiendo la guerra contra los cárteles del narcotráfico mexicano, no es un asunto que quite el sueño al actual inquilino de Los Pinos, puesto que su estrategia ha sido realmente exitosa si tomamos en cuenta que su objetivo final no es acabar con todas las organizaciones delincuenciales, sino regular el mercado de los estupefacientes del mayor consumidor del mundo, Estados Unidos, para lo cual se ha seguido la estrategia de empoderar a un solo cártel, en este caso del de Sinaloa que encabeza Joaquín “El Chapo” Guzmán, liberado en el sexenio del primer presidente panista, Vicente Fox, y empoderado y enriquecido en la segunda administración federal de ese partido.
Calderón no ha perdido su guerra porque ha alcanzado los objetivos trazados por los Estados Unidos: el control de la producción y tráfico de estupefacientes desde su principal abastecedor, México, que conservadoramente se ha duplicado sin alterar los precios, lo que garantiza la atención a los millones de adictos estadounidenses; garantizar que las exorbitantes ganancias del narcotráfico se “laven” en el sistema financiero de Estados Unidos, al grado que se ha convertido en un pilar de su economía; infiltrar a los cárteles de las drogas mexicanos con agentes de inteligencia estadounidenses para controlarlos; mantenerlos como clientes permanentes de su industria armamentista; y reducir a un número manejable las organizaciones criminales.
Lo anterior se evidencia en el más reciente reporte trimestral de la consultora Strategic Forecasting Inc (Strafor), que asegura que las tendencias actuales de los cárteles del narcotráfico en México tienden hacia la polarización de dos grandes bloques liderados por los cárteles más fuertes, el Cártel de Sinaloa y “Los Zetas”. En el caso del primero, son innumerables los reportes que dan cuenta de la protección que la actual administración federal les ha brindado, lo que les ha permitido su expansión no sólo en territorio mexicano, sino hacia Centro y Sudamérica, e incluso Estados Unidos y hasta Europa.
Por lo que toca a “Los Zetas”, ex brazo armado del Cártel del Golfo, según el reporte de esa consultoría, a pesar de estar involucrados en múltiples frentes de batalla con cárteles rivales (del Golfo y el de Sinaloa) y fuerzas federales, sus capacidades operativas y alcance territorial no se han visto afectadas. Muchos de los golpes que han recibido se han visto compensados con incursiones en territorios que antes no les pertenecían. “Los Zetas” han sido golpeados por el Ejército mexicano en los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Veracruz, lo que ha sido aprovechado por el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CNJ). No obstante, se aferra a las estratégicas plazas de Monterrey, Nuevo Laredo y el puerto de Veracruz. Además, está tomando el control de territorios adicionales en Zacatecas, presionando en Jalisco, Nayarit y el Estado de México, y disputando el control de Oaxaca y Chiapas a la organización criminal de “El Chapo” Guzmán.
En contraste, el Cártel del Golfo experimenta un “cisma” entre dos facciones enfrentadas que amenaza con hacerlo explotar, según el reporte de Strafor, lo que abriría la puerta a que “Los Zetas” y el Cártel de Sinaloa ganen más poder en el Noreste y que aumenten la violencia en la región. En ese sentido, la consultoría destaca la pelea entre “Los Metros”, liderados por Jorge Eduardo “El Coss” Costilla y “Los Rojos”, leales a la familia Cárdenas Guillén. Por esta rivalidad, “el cártel puede romperse violentamente en los próximos 3 a 8 meses”, advierte la firma consultora con sede en Austin, Texas, quien explica que el descubrimiento el 3 de septiembre pasado, del cuerpo de Samuel “El Metro 3” Borrego Flores (jefe del Cártel del Golfo para la plaza de Reynosa y principal lugarteniente de “El Coss”), puede ser atribuido directamente a la disputa interna con “Los Rojos”.
La división del Cártel del Golfo se remonta a finales del año pasado, con la muerte de Antonio (Ezequiel) Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta” (hermano del antiguo jefe del cártel, Osiel Cárdenas Guillén) cuando su sobrino Rafael “El Junior” busca hacerse del control de esa organización criminal. Pero, “El Coss” asumió el control completo del grupo y se formaron dos facciones, una de “Los Metros”, liderada por “El Coss”, y la otra de “Los Rojos”, leales a la familia Cárdenas Guillén. Este enfrentamiento tiende a una ruptura total del Cártel del Golfo, lo que abre la posibilidad de que “Los Zetas” (con quienes están enfrentados) y el Cártel del Golfo busquen ganar terreno, lo que incrementará la violencia en el Noreste de México.
Los enfrentamientos entre los carteles entre sí y con las fuerzas armadas federales siguen expandiendo las ganancias de las armerías en el sur de Estados Unidos, cuyas operaciones no han podido ser restringidas por la administración de Barack Obama para detener el flujo de armas a bandas criminales en México. En medio de la controversia por el operativo “Rápido y Furioso” y por la revelación de “Receptor Abierto”, el Departamento de Justicia exigió a las armerías que reporten cuando los clientes compran varios rifles de alto poder, a lo que los dueños de las armerías de California, Arizona, Nuevo México y Texas se negaron a dar dicha información a la Oficina Federal para el Control de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
En ese contexto destaca la denuncia del diario estadounidense The New York Times, en el sentido de que agencias de seguridad de Estados Unidos, como la DEA, han construido redes de informantes mexicanos que les han permitido infiltrarse en secreto en algunas de las más poderosas organizaciones criminales, con lo que han ayudado a las autoridades mexicanas a capturar o matar a alrededor de dos docenas de traficantes de alto y medio nivel. De inmediato, el gobierno de Estados Unidos, a través de su embajada en México, negó que esté participando en acciones directas contra la delincuencia organizada en nuestro país, aunque admitió que coopera contra el crimen trasnacional en la región, “en pleno respeto a la soberanía y a las leyes mexicanas”. En un comunicado, señala que admiran el “valeroso esfuerzo que el Gobierno de México está haciendo para luchar contra las organizaciones trasnacionales”.
Por otro lado, la expansión de las operaciones de los cárteles mexicanos y colombianos a Europa preocupa al Parlamento Europeo que aprobó un informe, en el que alerta sobre el problema de la creación de cooperación con las organizaciones delictivas europeas y del norte de África. El reporte, elaborado por la eurodiputada Sonia Alfano, destaca que la delincuencia organizada actúa en la actualidad sobre una base trasnacional y transfronteriza, por lo que debe ser combatido de la misma forma. Destaca que “la presencia y la implantación de las mafias italianas (Ndrangheta, Camorra, Cosa Nostra, Sacra Corona Unita) en casi todos los países de la Unión Europea es, a todos los efectos, un problema europeo, al igual que las redes creadas entre las organizaciones delictivas europeas y no europeas, como la mafia rusa, la mafia china, la mafia albanesa, la mafia nigeriana, las organizaciones turcas y del norte de África y los cárteles de la droga colombianos y mexicanos”.
Las redes se han forjado especialmente por el aprovechamiento de la globalización, la abolición de las fronteras de la Unión Europea, las dispares legislativas entre los socios comunitarios y, sobre todo, porque la delincuencia organizada ha creado una red de apoyo basada en infiltraciones en el mundo de la política, la administración pública y la economía legal. El volumen de negocios de las organizaciones delictivas que actúan en Europa asciende a 135 mil millones de euros como mínimo, denunció la eurodiputada.
VA FCH POR MAS REFORMAS
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