Reporte INDIGO
Por: Icela Lagunas
Un nuevo capítulo del conflicto entre los grupos afínes a Marcelo Ebrard Casaubón y a Andrés Manuel López Obrador tuvo lugar en la capital del país. La causa: la suspensión de la elección de consejeros nacionales y estatales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quienes serán los responsables de definir los criterios para los comicios electorales de 2012. La Ciudad de México fue el escenario en el que la planilla 10 –afín a López Obrador– y la 22 –ligada a Ebrard Casaubón–, protagonizaron una disputa que antecede a la contienda por la candidatura presidencial de la izquierda. El polémico René Bejarano Martínez, de vuelta a las andadas, intervino directamente en la fallida elección interna del PRD. Hoy encabeza la mesa política capitalina para destrabar el enfrentamiento que generó el encontronazo de las tribus perredistas. El sábado y domingo pasados esas distintas tribus evidenciaron sus confrontaciones por medio de manoteos, gritos y jaloneos que echaron por tierra la renovación de la dirigencia del PRD. La Izquierda Democrática Nacional, de René Bejarano; la Nueva Izquierda, de “Los Chuchos”; la Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas, de los hermanos Gilberto y Erasto Ensástiga; el Foro Nuevo Sol, que dio cabida a Marcelo Ebrard, y Alternativa Democrática Nacional, del senador Héctor Bautista, no lograron ponerse de acuerdo y tronaron la elección en cinco entidades federativas, incluido el DF. Mediante un boicot, las corrientes antagónicas del sol azteca impidieron que la paquetería electoral saliera de las instalaciones de la Canaco-DF, evitando así la instalación de mil 364 casillas. Aunque Marcelo Ebrard Casubón y AMLO no estuvieron presentes, fueron sus adeptos quienes evitaron ceder espacios al grupo contrario.
En el Distrito Federal, las fuerzas se dividieron de la siguiente forma: en la esquina de AMLO, en la planilla 10, se dejó ver y sentir la poderosa corriente de Izquierda Democrática Nacional (IDN) cuyo líder es el influyente profesor René Bejarano y su esposa Dolores Padierna. Además se sumaron Nueva Izquierda (NI), representada por el diputado Julio César Moreno; Izquierda Social (IS) de Martí Batres Guadarrama, y la Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas (RUNI) de los hermanos Ensástiga. En la esquina de Ebrard, en la planilla 22, se identificaron las corrientes de Unidad y Renovación (UNyR), del también poderoso y polémico actual secretario de Transportes y Vialidad, Armando Quintero; así como el delegado en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo. Del lado del jefe de Gobierno también estuvieron la corriente Foro Nuevo Sol; Alfredo Hernández Raigosa, director general de Regularización Territorial y su esposa, Dione Anguiano, procuradora social del GDF, además de grupos locales de algunas delegaciones como Iztapalapa y Xochimilco. Mientras esto sucedía los opositores PAN y PRI se burlaban de cómo una vez más los perredistas se hacían pedazos entre ellos mismos.
Para intentar contener los efectos del zafarrancho los líderes del PRD fueron obligados a encabezar una encerrona el pasado domingo en las instalaciones de un hotel ubicado entre Viaducto e Insurgentes. Ahí, describen quienes asistieron, hubo reclamos y golpes de mesa que obligaron a un receso antes de que los ánimos subieran más de tono. Al final, los perredistas llegaron a la conclusión de que, de no superar sus diferencias, su partido irá en caída libre hacia el 2012. “Este proceso que es muy costoso para nosotros, en el caso del Distrito Federal, que se haya cancelado la elección, en las condiciones que se canceló, es una imagen que nos pone en caída estrepitosa al PRD”, señala en entrevista para Reporte Indigo DF, Alejandro Sánchez Camacho, integrante de la Comisión Política para destrabar el conflicto. (CONTENIDO)
TRIFE LOS PONE EN JAQUE
Cuando los perredistas estaban empeñados en demostrar unidad de cara a la elección de su candidato presidencial al 2012, una sentencia del Tribunal Federal Electoral (Trife) los obligó a confrontarse. Y esto se dio mucho antes de la batalla para elegir entre López Obrador o Ebrard.
La resolución SUP-JDC-4970/2011 del tribunal electoral ordenó al PRD renovar sus órganos de control a nivel nacional y federal antes de las elecciones para elegir presidente de la República. En el DF, la noticia tomó desprevenidos a sus líderes, quienes se vieron obligados a fijar posturas con uno de los dos candidatos de su partido que aspiran ser presidentes.
Alejandro Sánchez Camacho, uno de los actores fundamentales en el proceso de organización electoral, explica lo que ocurrió: “Nosotros ya habíamos resuelto que esta elección se fuera hasta el año 2012, después de la elección presidencial; pero es una sentencia del Tribunal Electoral, la tenemos que cumplir”. No fue tarea fácil. Los comicios internos que por naturaleza requieren de un periodo aproximado de tres meses para su planeación, en este caso, se armaron en tan sólo 40 días.
Con reloj en mano, los líderes comenzaron a mover la maquinaria de sus distritos y delegaciones para conducir el voto a su favor. Para lograrlo, echaron mano de todo lo que estuviera a su alcance. “Hay algunos equipos, algunos líderes, que empiezan a utilizar métodos que no existían en su origen en el PRD, ¿cuáles son estos métodos?, pues la compra del voto a través de despensas o amenazando que si no votas te vamos a quitar tal programa social en el que participas y este asunto pues dañó mucho”, detalla el también diputado local.
ACUSACIONES MUTUAS
El sábado 22 de octubre todo parecía estar listo para la jornada electoral del domingo 23 de octubre.
Fue entonces cuando integrantes de la Planilla 22, afines al jefe de Gobierno, impidieron la salida de los paquetes con las boletas que se encontraban en el edificio de la Canaco, en la calle de Morelos de la delegación Cuauhtémoc. Así dio inicio un cúmulo de acusaciones mutuas.
La planilla 10, afín a López Obrador, acusó a la 22 de no haber permitido presenciar el proceso de selección de la empresa encargada de imprimir las boletas electorales. A su vez, los integrantes de la planilla 22 acusaron a la 10, donde opera René Bejarano, de haber rasurado el padrón en las delegaciones políticas en las que el jefe de Gobierno y sus aliados, “Los Chuchos”, tienen más fuerza. Los seguidores del jefe de gobierno capitalino explicaron que hasta el miércoles de la semana pasada las tribus habían acordado que el padrón de votantes era de aproximadamente un millón de personas. Sin embargo, para el viernes esta cifra se había reducido a 854 mil electores, entre los que 112 nombres aparecían duplicados. Además explicaron que el grupo encabezado por Bejarano había presionado para que la planilla 22 sólo tuviera representación en el 20 por ciento del total de las casillas, mientras que la gente de López Obrador estaría presente en todas, lo que los colocaba en una situación de desventaja. El choque entre las tribus se hizo cada día más evidente. Los seguidores de uno y otro candidato movilizaron a sus huestes para no perder ni uno solo de los espacios.
Dolores Padierna, secretaria general del PRD, pidió a Marcelo Ebrard sacar las manos de la elección. En respuesta, Jesús Ortega, exigió a René Bejarano no entorpecer el proceso electivo. A decir de Sánchez Camacho, los militantes tomaron la elección del pasado domingo como si se tratara de la elección de cargos públicos rumbo al 2012.
“En estas elecciones van a nombrar a nuestro consejo nacional, estatal y a nuestros delegados, estos son los órganos de dirección a elegir. Sin embargo, da la apreciación que este proceso es prácticamente para la candidaturas, ¿esto qué ocasiona?, que se genere más tensión, que todos le echen la carne al asador porque muchos están pensando 'si pierdo este distrito local en esta elección y al rato quiero ser candidato a diputado por este distrito pues no voy a poder porque lo perdí'”, dice. Es decir, que los grupos al interior del PRD, se dieron cuenta de que la elección interna del pasado domingo sería determinante para medir las fuerzas de las corrientes y de los candidatos con miras a los comicios del próximo año. “Observaron que esta elección también proyecta el asunto del 2012, ¿por qué razón?, porque vamos a elegir a los consejeros nacionales y el bloque que sea mayoría va a tener un peso de incidencia a favor del candidato correspondiente”. Por ejemplo, si de la elección resulta que en el nuevo Consejo Nacional hay un bloque mayoritario que apoya a Macelo Ebrard pues entonces ese Consejo Nacional tendrá esa tendencia o inclinación a favor de su candidatura. “Todos estos elementos influyeron para que esta elección, que es para elegir órganos de dirección, pareciera una elección de candidaturas aunque no lo es, pero parece”, apunta el legislador.
PACTO DE CONVIVENCIA MÍNIMA
Luego del enfrentamiento que impidió las elecciones internas en Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y el Distrito Federal, vino la encerrona de la cúpula perredista para hacer un recuento de los daños. “Fue una reunión, en una primera etapa 'de patín y trompón', muy estricta, de todas la partes; fue muy tensa, polarizada, tonos altos de voz, manotazos en la mesa, de ruptura, 'no se puede, no hay condiciones', de ‘recojamos del PRD lo que queda en pedazos pues no se puede', 'vámonos', 'pues vámonos' y nos parábamos, luego volvía la calma”, describe Sánchez Camacho, actor en toda la jornada. Al cabo de las horas, los presentes tuvieron que entender que pese a sus diferencias tenían que sobreponer los intereses del partido a los de grupo.“Se planteó un receso y vino la segunda etapa ya más tranquila, más propositiva, sin dejar de ser de discusión, son apreciaciones que son luego diferentes y hay que encontrar un punto de equilibrio ya construyendo alternativas para concluir en una alternativa final”. Lo expuesto entre los presentes fue: recuperarse del zafarrancho del fin de semana o asumir el costo de la fractura rumbo al 2012 en donde el PRD se veía en caída estrepitosa.Por: Icela Lagunas
Un nuevo capítulo del conflicto entre los grupos afínes a Marcelo Ebrard Casaubón y a Andrés Manuel López Obrador tuvo lugar en la capital del país. La causa: la suspensión de la elección de consejeros nacionales y estatales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quienes serán los responsables de definir los criterios para los comicios electorales de 2012. La Ciudad de México fue el escenario en el que la planilla 10 –afín a López Obrador– y la 22 –ligada a Ebrard Casaubón–, protagonizaron una disputa que antecede a la contienda por la candidatura presidencial de la izquierda. El polémico René Bejarano Martínez, de vuelta a las andadas, intervino directamente en la fallida elección interna del PRD. Hoy encabeza la mesa política capitalina para destrabar el enfrentamiento que generó el encontronazo de las tribus perredistas. El sábado y domingo pasados esas distintas tribus evidenciaron sus confrontaciones por medio de manoteos, gritos y jaloneos que echaron por tierra la renovación de la dirigencia del PRD. La Izquierda Democrática Nacional, de René Bejarano; la Nueva Izquierda, de “Los Chuchos”; la Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas, de los hermanos Gilberto y Erasto Ensástiga; el Foro Nuevo Sol, que dio cabida a Marcelo Ebrard, y Alternativa Democrática Nacional, del senador Héctor Bautista, no lograron ponerse de acuerdo y tronaron la elección en cinco entidades federativas, incluido el DF. Mediante un boicot, las corrientes antagónicas del sol azteca impidieron que la paquetería electoral saliera de las instalaciones de la Canaco-DF, evitando así la instalación de mil 364 casillas. Aunque Marcelo Ebrard Casubón y AMLO no estuvieron presentes, fueron sus adeptos quienes evitaron ceder espacios al grupo contrario.
En el Distrito Federal, las fuerzas se dividieron de la siguiente forma: en la esquina de AMLO, en la planilla 10, se dejó ver y sentir la poderosa corriente de Izquierda Democrática Nacional (IDN) cuyo líder es el influyente profesor René Bejarano y su esposa Dolores Padierna. Además se sumaron Nueva Izquierda (NI), representada por el diputado Julio César Moreno; Izquierda Social (IS) de Martí Batres Guadarrama, y la Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas (RUNI) de los hermanos Ensástiga. En la esquina de Ebrard, en la planilla 22, se identificaron las corrientes de Unidad y Renovación (UNyR), del también poderoso y polémico actual secretario de Transportes y Vialidad, Armando Quintero; así como el delegado en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo. Del lado del jefe de Gobierno también estuvieron la corriente Foro Nuevo Sol; Alfredo Hernández Raigosa, director general de Regularización Territorial y su esposa, Dione Anguiano, procuradora social del GDF, además de grupos locales de algunas delegaciones como Iztapalapa y Xochimilco. Mientras esto sucedía los opositores PAN y PRI se burlaban de cómo una vez más los perredistas se hacían pedazos entre ellos mismos.
Para intentar contener los efectos del zafarrancho los líderes del PRD fueron obligados a encabezar una encerrona el pasado domingo en las instalaciones de un hotel ubicado entre Viaducto e Insurgentes. Ahí, describen quienes asistieron, hubo reclamos y golpes de mesa que obligaron a un receso antes de que los ánimos subieran más de tono. Al final, los perredistas llegaron a la conclusión de que, de no superar sus diferencias, su partido irá en caída libre hacia el 2012. “Este proceso que es muy costoso para nosotros, en el caso del Distrito Federal, que se haya cancelado la elección, en las condiciones que se canceló, es una imagen que nos pone en caída estrepitosa al PRD”, señala en entrevista para Reporte Indigo DF, Alejandro Sánchez Camacho, integrante de la Comisión Política para destrabar el conflicto. (CONTENIDO)
TRIFE LOS PONE EN JAQUE
Cuando los perredistas estaban empeñados en demostrar unidad de cara a la elección de su candidato presidencial al 2012, una sentencia del Tribunal Federal Electoral (Trife) los obligó a confrontarse. Y esto se dio mucho antes de la batalla para elegir entre López Obrador o Ebrard.
La resolución SUP-JDC-4970/2011 del tribunal electoral ordenó al PRD renovar sus órganos de control a nivel nacional y federal antes de las elecciones para elegir presidente de la República. En el DF, la noticia tomó desprevenidos a sus líderes, quienes se vieron obligados a fijar posturas con uno de los dos candidatos de su partido que aspiran ser presidentes.
Alejandro Sánchez Camacho, uno de los actores fundamentales en el proceso de organización electoral, explica lo que ocurrió: “Nosotros ya habíamos resuelto que esta elección se fuera hasta el año 2012, después de la elección presidencial; pero es una sentencia del Tribunal Electoral, la tenemos que cumplir”. No fue tarea fácil. Los comicios internos que por naturaleza requieren de un periodo aproximado de tres meses para su planeación, en este caso, se armaron en tan sólo 40 días.
Con reloj en mano, los líderes comenzaron a mover la maquinaria de sus distritos y delegaciones para conducir el voto a su favor. Para lograrlo, echaron mano de todo lo que estuviera a su alcance. “Hay algunos equipos, algunos líderes, que empiezan a utilizar métodos que no existían en su origen en el PRD, ¿cuáles son estos métodos?, pues la compra del voto a través de despensas o amenazando que si no votas te vamos a quitar tal programa social en el que participas y este asunto pues dañó mucho”, detalla el también diputado local.
ACUSACIONES MUTUAS
El sábado 22 de octubre todo parecía estar listo para la jornada electoral del domingo 23 de octubre.
Fue entonces cuando integrantes de la Planilla 22, afines al jefe de Gobierno, impidieron la salida de los paquetes con las boletas que se encontraban en el edificio de la Canaco, en la calle de Morelos de la delegación Cuauhtémoc. Así dio inicio un cúmulo de acusaciones mutuas.
La planilla 10, afín a López Obrador, acusó a la 22 de no haber permitido presenciar el proceso de selección de la empresa encargada de imprimir las boletas electorales. A su vez, los integrantes de la planilla 22 acusaron a la 10, donde opera René Bejarano, de haber rasurado el padrón en las delegaciones políticas en las que el jefe de Gobierno y sus aliados, “Los Chuchos”, tienen más fuerza. Los seguidores del jefe de gobierno capitalino explicaron que hasta el miércoles de la semana pasada las tribus habían acordado que el padrón de votantes era de aproximadamente un millón de personas. Sin embargo, para el viernes esta cifra se había reducido a 854 mil electores, entre los que 112 nombres aparecían duplicados. Además explicaron que el grupo encabezado por Bejarano había presionado para que la planilla 22 sólo tuviera representación en el 20 por ciento del total de las casillas, mientras que la gente de López Obrador estaría presente en todas, lo que los colocaba en una situación de desventaja. El choque entre las tribus se hizo cada día más evidente. Los seguidores de uno y otro candidato movilizaron a sus huestes para no perder ni uno solo de los espacios.
Dolores Padierna, secretaria general del PRD, pidió a Marcelo Ebrard sacar las manos de la elección. En respuesta, Jesús Ortega, exigió a René Bejarano no entorpecer el proceso electivo. A decir de Sánchez Camacho, los militantes tomaron la elección del pasado domingo como si se tratara de la elección de cargos públicos rumbo al 2012.
“En estas elecciones van a nombrar a nuestro consejo nacional, estatal y a nuestros delegados, estos son los órganos de dirección a elegir. Sin embargo, da la apreciación que este proceso es prácticamente para la candidaturas, ¿esto qué ocasiona?, que se genere más tensión, que todos le echen la carne al asador porque muchos están pensando 'si pierdo este distrito local en esta elección y al rato quiero ser candidato a diputado por este distrito pues no voy a poder porque lo perdí'”, dice. Es decir, que los grupos al interior del PRD, se dieron cuenta de que la elección interna del pasado domingo sería determinante para medir las fuerzas de las corrientes y de los candidatos con miras a los comicios del próximo año. “Observaron que esta elección también proyecta el asunto del 2012, ¿por qué razón?, porque vamos a elegir a los consejeros nacionales y el bloque que sea mayoría va a tener un peso de incidencia a favor del candidato correspondiente”. Por ejemplo, si de la elección resulta que en el nuevo Consejo Nacional hay un bloque mayoritario que apoya a Macelo Ebrard pues entonces ese Consejo Nacional tendrá esa tendencia o inclinación a favor de su candidatura. “Todos estos elementos influyeron para que esta elección, que es para elegir órganos de dirección, pareciera una elección de candidaturas aunque no lo es, pero parece”, apunta el legislador.
PACTO DE CONVIVENCIA MÍNIMA
“Por eso hicimos un pacto para reconstruir todo este proceso, pacto de entendimiento, pacto de convivencia mínima y de unidad”, puntualiza el perredista.
El pacto incluye que si existen inconformidades de uno u otro grupo por anomalías detectadas durante el proceso, la obligación será recurrir a las instancias correspondientes, de carácter legal, para que se sancione a quien corresponda y un posible conflicto no escale más lejos. Es decir, que sean los órganos internos quienes determinen las responsabilidades y no dejar que los grupos cobren justicia por su propia mano, cosa común en el PRD.
Otra parte del acuerdo creado durante la encerrona del pasado domingo fue la de evitar ventilar los conflictos y diferencias internas del PRD ante los medios de comunicación. ¿Podrá el PRD dominar al propio PRD? Se antoja difícil.
Hasta el cierre de esta edición, los integrantes de la mesa política para destrabar el conflicto seguían intentando ponerse de acuerdo. Ahí, en el segundo piso de las oficinas centrales del sol azteca, ubicadas en la calle Benjamín Franklin, René Bejarano intentaba trazar las condiciones idóneas. No es cosa sencilla, no en vano las tribus perredistas han ganado su fama a lo largo de los años. La fecha tentativa para reponer el proceso de elección interna en el Distrito Federal y otros cuatro estados, es el próximo domingo 30 de octubre.
Esto es solo un anticipo del escenario que se avecina rumbo a las los comicios internos de 2012.
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