Beltrones-Gamboa vs. Murillo-Osorio
Esperan el parto sin comprar pañales
Intentan salvar a un sexenio acotado
Abren baraja de aspirantes a burócratas
“Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree”.- Charles de Gaulle
Los puntos para analizar y que se refieren al pasado proceso electoral pueden partir de la base del manejo, del manipuleo de las encuestadoras que, como no hay referencias en la ley que puedan afectar su desempeño, tal y como se vio, pues se conforman con agachar la cabeza y hasta pedir una disculpa reconociendo errores que permitieron que durante semanas y semanas, se creara la percepción de un ganador sin oponente. A los políticos actuales les gustan los números y mucho, así que vayamos a ellos: los de Milenio o sea GEA se equivocaron nada más con un 18.4 por ciento; los del Grupo Fórmula con el 17.7 por ciento; el Universal con el 17.1 por ciento; el Excélsior con el 16 por ciento; los de Parametría con un 15.2 por ciento; Consulta Mitofsky con un 15.1 por ciento; SDP Noticias fallaron con un 11 por ciento; el Reforma, que trastabilló y pasó de darle un 4 por ciento incluso de ventaja a AMLO, movió sus números y erró en un 10 por ciento; UNO TV con el 7.8 por ciento; el PREP del IFE con el 6.5 por ciento y Berumen con el 6.1 por ciento.
Si la diferencia entre los candidatos apenas rebasó el seis por ciento, ya puede contemplarse plenamente que el trabajo realizado por las encuestadoras fue meramente publicitario y, por ende, influyó y mucho en el electorado, en los que no gustan de emitir un sufragio por quien consideran que lleva las de perder, por aquellos que prefieren estar del lado de quien les dice que va, como si fuera futbolista de “puntero” y compartir, como en esos juegos, triunfos en los que no tienen nada que ver. Otro punto de observación se refiere a los votos nulos, ya que estos alcanzaron 1 millón 241 mil 52, de los cuales 496 mil 31 salieron solamente de seis entidades que tradicionalmente han decidido quién gana la elección presidencial: Estado de México, Distrito Federal, Veracruz, Jalisco, Guanajuato y Nuevo León.
Ahora si la República puede pintarse muy claramente de colores porque el voto hegemónico estuvo presente. Para el PRI: Campeche, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Michoacán, Nayarit y Sinaloa, ninguno de ellos con un padrón electoral que influya de manera determinante en los resultados finales. Ya en alianza con el Verde aparecen: Colima, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Veracruz y Zacatecas, o sea que las alianzas con este partido sí que le fueron útiles a los tricolores y como se habla de que el acercamiento extremo tuvo como operador a Ricardo Salinas Pliego, es que se advierte que es el gran ganador en estos comicios, mucho más allá de lo que puede recibir en el futuro inmediato el propio Emilito Azcárraga, ya que el de Televisión Azteca se alza con las posiciones dentro de comisiones más relevantes en ambas cámaras, además de la gubernatura chiapaneca.
El PRD registró apoyos casi totales en el Distrito Federal, Guerrero, Morelos, Oaxaca y Tabasco. Los blanquiazules vieron bajar sus bonos hasta lograrlo sólo en dos entidades: Guanajuato y Tamaulipas. En este último, los tricolores siguen preguntándose qué fue lo que pasó, ya que si bien reconocen que el escándalo de los ex gobernadores les pegó y fuerte, no consideran que hubiese sido suficiente para prácticamente borrarlos de ese Estado, tal y como vieron suceder en Tlaxcala, donde los rechazaron al punto de no alcanzar ni la primera minoría. Ahí también se habla de la influencia de los ex gobernadores y de entre ellos de la propia Beatriz Paredes que no hizo nada ni en el DF, donde arrancó con porcentajes superiores de apoyo que con los que cerró la contienda y por lo que respecta a su entidad natal, los enfrentamientos y divisiones que provoca un grupo que ya solo respira por las heridas, ha causado severos dolores de cabeza y daños a Mariano González Zarur.
SE CIERRA EL CIRCULO
Así se llega a este jueves en el que habrán de tomarse definiciones que ya conocieron de acuerdos y no precisamente en lo oscurito, ya que mucho de lo que se hará ha sido ventilado con anterioridad y revela lo acotado que llegará Enrique Peña Nieto a la Presidencia, si es que el TRIFE valida la elección en la que logra esta titularidad. Por una parte, está la definición de la agenda, de una que no existe por más que el líder impuesto del PRI hable de que tiene reuniones con los líderes de los sectores y hasta se tome fotos con ellos; por la otra, la oficialización del liderazgo en el Congreso de la Unión que correrá por cuenta de Manlio Fabio Beltrones en la de Diputados y Emilio Gamboa en el Senado. También habrán de considerarse ya algunos nombres para el gabinete, ya que tiene que ponerse en un primer plano el establecimiento de un equilibrio que deje atrás el espectro que hoy rodea al mexiquense y que muestra que sólo estaría dedicado a la administración gubernamental.
A cada paso resulta más notorio que Felipe Calderón lleva a cabo acciones con las que pretende garantizar impunidad, dejar atrás cualquier acusación que pudiera surgir en su contra una vez que abandone la casona presidencial y, de paso, borrar las que ya existen incluso a nivel internacional. Se habla de que, con él, al único que pretende extenderle un manto protector es a Genaro García Luna y es en este punto en el que, dicen los tricolores, la factura es muy cara y quién sabe si da para pagarla. Con Manlio y Emilio puede hablarse de un control político en el que todavía no queda muy claro cuánta es la influencia y el peso del propio Peña Nieto. El pasado no puede borrarse y cuando va cargado de ambiciones, menos.
Por lo tanto y para contrarrestar aparecen los nombres de Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Osorio Chong. Un viejo refrán dice que “pa’ los toros de El Jaral, los caballos de allá mesmo” y el hidalguense que le heredó el trono estatal al de ascendencia china no es ningún inexperto en las lides de la política y de los acuerdos, ya que habremos de recordar que es el quien lleva al mexiquense a la silla estatal en medio de una situación adversa, ya que el escándalo de Arturo Montiel estaba en todo su apogeo, la figura del panista Rubén Mendoza le marcaba una diferencia de más de 12 puntos y la labor de Isidro Pastor y sus propios rencores mantenían al partido dividido. Murillo hizo gala de experiencia y logró llevar a EPN al poder y a partir de ahí se han vuelto inseparables y, obviamente, es la persona en la que más confía porque tiene pruebas y muchas de su lealtad. Una de ellas fue su renuncia voluntaria a dirigir el PRI, determinación que provocó que el cozumeleño ocupara circunstancialmente la posición.
Así, a Murillo prácticamente lo ubican en Gobernación mientras que a Osorio lo llevan a la PGR. Hay quienes dudan de esa decisión hasta que aparece la necesidad de convertir, otra vez como en sexenios de triste memoria, a esa institución en un cadalso político y de ahí que se haga necesario el establecimiento de una mancuerna que emula la de Beltrones con Gamboa. En Relaciones Exteriores aparecen dos nombres: Javier Treviño y Emilio Lozoya Austin; Erwin Lino se apunta en la secretaría particular, y el comunicador seguirá siendo David López, alumno del finado Amado Treviño: ya se había mencionado la posibilidad de que José Antonio Meade se mantuviera en Hacienda y esto sería hasta que Luis Videgaray recibiera todas las bendiciones de los Estados Unidos y de los diferentes organismos internacionales para poder ocupar esa posición. Natividad González Parás, ex gobernador de Nuevo León y a quien culpan de manera directa de la llegada de un político de chupón como le llaman a Rodrigo Medina, hace meses que se ocupa de la elaboración de un proyecto educativo, por lo que se da por un hecho su llegada a esa titularidad.
Para sustituir a Genaro García Luna aparecen: Alfonso Navarrete Prida, ex procurador mexiquense con muchas, pero muchas facturas pendientes de pago bajo el brazo y otro de los que conforman el círculo cerrado de Peña Nieto: José Antonio González Fernández. Gerardo Ruiz Esparza está a la cabeza de los que pueden llegar a Comunicaciones y Transportes; Carlos Camacho Gaos a la Sagarpa; a Pedro Joaquín lo ubican en la Semarnat. Hay otros personajes muy cercanos al mexiquense que dan por un hecho que algo va a tocarles: Santiago Levy, Ernesto Némer, Heriberto Galindo, Juan José Guerra Abud, Enrique Jacob Rocha, Idelfonso Guajardo, Juan Carlos Limón, Liébano Sáenz, César Camacho Quiroz, Jesús Sergio Alcántara, Jorge Corona, Francisco Guzmán Ortiz, Aurelio Nuño, Alejandra Lagunes, Jorge Carlos Ramírez Marín, Arturo Montiel, Emilio Chuayffet, Mauricio de María y Campos. Sus nombres aparecen dentro del organigrama del próximo sexenio, no lo dude ni por un momento.
De diputados, senadores y gobernadores hablamos mañana o pasado o cuando por fin le digan a Peña Nieto que sí o que no. Vaya usted a saber por qué, mientras tanto, sus fans “velan armas”.
DE LOS PASILLOS
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