Y ... corriendo acudió a la cita

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Calderón se le Arrastra a Obama
Por Enrique Cisneros Luján

En otros tiempos México era reconocido mundialmente como un país que tenía dignidad y que veía en los Estados Unidos a un país que le había arrebatado la mitad de su territorio. Actualmente el gobierno mexicano ha convertido al país en una caricatura en el que los gobernantes se arrastran ante el poder de los mandatarios gringos.

Obama, como ya se le conoce al próximo mandatario de los Estados Unidos llamó a Felipe Calderón a platicar y éste, solícito pregonó que era privilegiado pues sería el único mandatario que se entrevistaría con el candidato electo antes de que tomara la presidencia ¿Y qué tiene eso de extraordinario? Nada, pero los medios justificaron la actitud rastrera de Calderón tratando de hacer creer que eso era una muestra de reconocimiento hacia el chaparrito.

Calderón no se comportó como Presidente de otro país sino como si fuera el embajador gringo en México, haciendo pública su propuesta de que los mexicanos le ofrecían a Obama una relación de integración estratégica ¿qué significa esto? Simplemente fue un “Usted mande, señor Obama, que mi país obedece”

Obama fue muy claro: además de respetar lo que ya se agachó Calderón con Bush al grado de comprometer la soberanía con el Plan México (Alianza Mérida) y el ASPAN, le dijo que aunque el mexicano había declarado que no se revisaría el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), se tenía que modificar para que los mexicanos no le quitaran trabajos a los gringos (esa fue desde hace años una bandera del Partido Demócrata).

Tan sólo en 2008 murieron alrededor de 700 mexicanos que trataron de llegar a los Estados Unidos ¿Dijo algo Calderón sobre eso? Nada, ni mucho menos sobre el muro fronterizo. El presiente espurio mexicano guardó silencio y aceptó gustoso las propuestas de Obama sobre lucha contra el narcotráfico, donde Obama no mencionó el rol de Estados Unidos como solapadores de los consumidores de drogas.

Triste papel de Felipillo que ya no sabe que hacer para que no le quiten la tablita de salvación gringa.