Acoso judicial contra
periodistas, otra batalla
por Balbina Flores
Preocupación y alerta en el gremio periodístico ha causado la reciente detención del periodista Miguel Badillo, director de la revista Contralínea y la orden de arresto contra la reportera Ana Lilia Pérez, por presunto desacato a diligencias que nunca les fueron notificadas. El origen del arresto fue un exhorto del juzgado 13 civil en Jalisco, relacionada con una demanda de la empresa Multigas, por presunto “daño moral”. La octava demanda iniciada en contra de ambos reporteros por las empresas del accionista mayoritario del Grupo Zeta, Jesús Zaragoza, que se sintió ofendido por la publicación en Contralínea y Fortuna de información relacionada con las irregularidades en el otorgamiento de contratos con PEMEX a esa empresa.Todavía no terminamos de entender el aberrante juicio por “daño moral”, iniciado por el actual diputado federal priísta Gerardo Sosa Castelán en contra de Miguel Ángel Granados Chapa (absuelto en septiembre de 2008) y Alfredo Rivera Flores, autor del libro “La Sosa Nostra, gobierno y porrismo coludidos en Hidalgo”. Cuando los Magistrados Humberto Navarro Mayoral, Manlio Castillo Colmenares y la ponente Marga Albarrán Montaño, ratificaron el 12 de diciembre, la sentencia del Juez 29 Civil Miguel Ángel Robles Villegas, en contra de Alfredo Rivera, quien ahora promueve un amparo ante esta resolución de un proceso que dura ya cuatro años y medio.
Pero aún hay más en esta nueva batalla que tendrán que librar ahora los reporteros. Cinco periodistas han sido demandados por la Magistrada Consuelo Villalobos Ortiz, por presunto “daño moral” y la reparación del daño con seis millones y medio de pesos. Los reporteros son: Rubén Lara, columnista de Rumbo de México; Eduardo R. Huchim de Emeequis; Abel Barajas y Víctor Fuentes del periódico Reforma y Luís Soto del periódico El Financiero. ¿Quién sigue?
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