¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Triste día de la Constitución
María Teresa Jardí
Más bien ex-día de conmemoración de la Carta Magna que despertaba
orgullo entre los mexicanos y admiración en el mundo por lo avanzada que
era.
Triste
ex-día de la Constitución de 1917 que ya nada tiene que ver con el
despojo en que se ha tornado a la que queda hoy. Triste despojo en que
han convertido de a poco a nuestra Carta Magna, desde que Carlos Salinas
le empezará a meter mano, mutilando el 27 y cambiando el 25 como
objetivo para llegar al punto de que un Peña cualquiera pudiera
privatizar Pemex para hacer la entrega del último bien que le queda a la
nación mexicana, cada día menos soberana, para hacer frente a la
pobreza inaudita que como condena impuesta, por neoliberales a modo del
imperio yanqui, a millones de los mexicanos les ha arrebatado toda
posibilidad de vida digna en tanto exista algún miembro de esas familias
que no haya sido exterminado con las muchas limpias que aquí se
aplican.
Las mafias políticas adueñadas del poder desde Salinas no están
dispuestas soltarlo, aunque para ello quemen trabajadores de Pemex para
desaparecer las pruebas de la corrupción inmensa con la que a la
paraestatal se ha manejado a manera de pretexto para hacer la entrega.
Mafias adueñadas del poder, las que aquí nos desgobiernan y ahí están,
como vergonzoso ejemplo ante el mundo, el IFE y el TRIFE, el IFAI y la
Gordillo, la Corte y el Legislativo...
Mafias que no van a soltar el poder en tanto el pueblo mexicano no sea capaz de volver a arrebatárselos.
No sé si por la vía armada, aunque todo parece indicar que esa vía está
agotada. Pero que tampoco va a ser por la vía de los partidos, es claro
como el agua.
Los partidos se han convertido también en negocio de la mafia que se
reparte el poder y por eso cincuenta asociaciones se registran aspirando
a no quedar fuera del presupuesto. Siendo claro que sólo una, MORENA,
reúne las características necesarias para ser reconocida. Pero
justamente para restarle votos a MORENA es que se registran las otras.
Y no es tampoco que AMLO haya entendido que, llegados al punto en que
nos encontramos los mexicanos el combate a la mafia política adueñada
del poder y de la empresa con el aval de jerarcas de la Iglesia y de una
buena parte de la sociedad enajenada por la telebasura hacedora de
productos para ser vendidos como presidentes, el rescate de la nación
pasa por la refundación de la República y que lo anterior demanda de
entrada la restauración de la Constitución que hoy debería celebrar su
día como Carta Magna respetada.
Para cambiar el destino de México se necesita, de entrada, volver a dar
vigencia a la Constitución de 5 de febrero de 1917. Para nombrar, de
inmediato, a un nuevo Constituyente que se aboque a la restauración de
la República. Y una vez restaurada ésta y restablecida la división de
poderes, el trabajo inmediato será el de la creación de unas cuantas
instituciones, las necesarias para el buen funcionamiento de cualquier
república, con una sólida estructura ética.
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