Por Esto!
Crimen organizado en Edomex
Gilberto Balam Pereira
¿No habrá encontrado el PRI un peor “presidente”?
El 22 de mayo pasado algunos medios estadounidenses dieron cuenta de tres ex gobernadores priístas tamaulipecos –Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores– en el sentido de que tienen fuertes lazos de involucramiento con el crimen organizado.
Pero echemos una hojeada hacia el Centro del país, vamos, en la misma casa del espurio Peña Nieto: en 2005-2011 se convirtió en el refugio favorito de los grandes capos del crimen organizado, así como en la capital del asesinato y violación de mujeres.
Con la indiferencia e incapacidad de Peña, los capos se han sentido muy confiados, a gusto, en esa entidad, impusieron éstos las reglas del juego, el “orden de las cosas” y comenzaron a disputarse la plaza.
Como ejemplo emblemático de las peores consecuencias de los abusos delincuenciales, dígase que los residentes de Huixquilucan están abandonando el municipio por miedo a la inseguridad.
Huixquilucan, residencia de narcos y políticos… la gravedad del asunto se acrecentó con la administración de Arturo Montiel. Fue, se ha comprobado, que el secretario estatal del agua del gobierno peñista, abrió las puertas de la municipalidad al crimen organizado. Tampoco es desconocido que opera un vasto corredor de la droga que incluye Metepec, Ixtapan de la Sal y Valle de Bravo donde los capos son los dueños de la fuerza y la intimidación. Ninguna autoridad parece encontrar la solución del problema. La delincuencia organizada reparte dinero a manos llenas en todos los niveles de gobierno a cambio de favores oficiales. . Están mejor armados que cualquier policía del estado.
Francisco Cruz Jiménez dice que “picar está en la naturaleza del alacrán” en alusión a la muerte de varios políticos a manos del crimen organizado. Como los casos del presidente municipal de Zacualpan, José Eduviges Nava Altamirano, secuestrado y ejecutado el viernes 19 de agosto de 2011. Y también el caso del amigo entrañable de Peña, Christopher Salvador Vergara Cruz presidente municipal de Ixtapan de la Sal asesinado en 2008. Este lugar de calles pintorescas parece ser un sitio en el que no pasa nada: comercio, turismo, migrantes y…narcotráfico. Todos han sabido adaptarse muy bien a las reglas de los delincuentes sin que nadie moleste a éstos. Todos se muestran tranquilos aún con los excesos y lujos de toda índole de la alta clase política mexiquense enriquecida en los sexenios de Peña y del tío Montiel.
Vergara, alcalde occiso, supo granjearse la voluntad de estos altos ricachos favoreciendo así a los grandes empresarios turísticos excluyendo, por ejemplo, a los pequeños hoteleros.
Cuando éste, Vergara, se casó siendo alcalde, el testigo de honor fue precisamente Peña Nieto, quien no volvió a hacer ninguna alusión a su querido amigo y ahijado de bodas por las circunstancias de su espectacular ejecución el 4 de octubre de 2008. El ex-alcalde Vergara, como muchos otros tantos ediles de la zona, fue sistemáticamente extorsionado por el crimen organizado exigiéndole un mínimo de 40 mil dólares mensuales a cambio de seguridad.
Las evidencias apuntaban a Los Zetas y a La Familia Michoacana especializados en secuestros, homicidios, extorsión, venta y distribución de droga.
Peña condenó el homicidio de su ahijado Vergara, pero se guardó muy bien las relaciones extralaborales que mantenía con los alcaldes difuntos.
Para entonces, al menos 34 municipios de la zona Sur de la entidad estaban cercados por el narco y 15 alcaldes habían sido víctimas de la extorsión. Lo único que querían a cambio los traficantes era que se les permitiera distribuir la droga en paz, y siempre lo consiguieron con Montiel y Peña. En muchos municipios del Edomex son los capos los que dan el toque de queda y exigen silencio.
El Edomex es importante no sólo porque es la entidad más rica del país –su presupuesto sexenal rebasa el billón de pesos–, sino porque también su situación geográfica y colindancia con Michoacán, Morelos, Guerrero y el DF ofrecen excelentes rutas para el trasiego de droga, su siembra, la instalación de laboratorios para procesarla y acceso al mayor centro financiero y bancario del país (DF). Todo ello con el consentimiento de las autoridades estatales y federales, priístas y panistas.
Viene también a la memoria la ejecución de José Manzur Ocaña, exdelegado de la PGR mexiquense y la del atlacomulquense Cuitláhuac Ortiz Lugo, jefe de la Policía Ministerial de Edomex, quienes también mantuvieron prendido el semáforo en verde a los narcos en ese estado peñanietista en 2009. Y el góber, protegido de Televisa y de tele Azteca, simulaba que controlaba una entidad en la “que no pasa nada”. Sólo que en su régimen se reprodujo una réplica más del narcotráfico, otro cártel, la de “La Mano con Ojos” cuyas tropelías comenzaban a ser famosas.
Un año antes, en 2008 se reportó la primera gran matanza colectiva de Edomex, cuyas víctimas, 24 humildes albañiles que vivían en promiscuidad en un terreno de La Marquesa acusados de vivir en homosexualidad, fueron masacrados “como un compromiso oficial de limpieza social”. ¡Qué tal! Mucha moralidad de Peña.
Para mayor información, consúltese los libros “Tierra Narca” y “AMLO, mitos, mentiras y secretos citados por Francisco Cruz Jiménez.
Por estos trabajos nos enteramos que “en Edomex las muertes violentas por arma de fuego aumentaron de 111 en 2007 a 623 en 2010. Y que durante los últimos cinco años se han cometido en el estado de Peña Nieto más de un millón 220 mil 142 delitos, o sea, unos 637 por día, o bien, un crimen cada dos minutos como promedio.
Vaya espurio que nos impuso el PRI, ¡qué tal estimados lectores! ¿No habrá encontrado el PRI un peor “presidente”?
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