Un amigo en España que lee con frecuencia las noticias sobre México, me decía que el consuelo que los mexicanos podríamos tener es que a nosotros nos roban las elecciones; sin embargo, que los españoles con elecciones bastante equitativas (donde no se utilizó la televisión como medio para apoyar un candidato, con debates reales, con editorialistas que y comentaristas que no se decantaban descaradamente por un candidato, sin acarreos, sin Monex, ni Sorianas, sin utilización del dinero público, sin lavado de dinero, sin compras de votos), sabiendo que Rajoy, del partido de la derecha, el partido popular (equivalente al PAN o al PRI) se los iba a “joder”, que los iba a engañar, que no iba a cumplir sus promesas, votaron por él . Y por eso estaban como estaban: jodidos, por imbéciles.
Que muchos jubilados, funcionarios, pequeños y medianos empresarios españoles votaron (por el PP) para que se los “jodieran”. En cambio en México, que no es un consuelo, se puede decir, mientras no se pruebe lo contrario, que la mayoría voto por alguien honesto que creíamos que intentaría mejorar la situación del país. Sin embargo, también hay que reconocer que en México como en España, muchos maestros, profesionales, pequeños y medianos empresarios votaron para que se los jodiera TELEVISA, TV AZTECA, los bancos y los políticos corruptos. Sin embargo, las más recientes encuestas en Cataluña y en el país Vasco demuestran que la mayoría de catalanes y vascos prefieren la independencia de un estado corrupto e incompetente como es el estado español.
La mayoría podemos decir que no votamos por Felipe Calderón, y por lo tanto no somos responsables de las 60,000 mexicanos muertos en un sexenio, por la corrupción, por el cinismo, por la pobreza y por el despilfarro a donde nos llevó esa administración. Seis años después, tampoco votamos por mas corrupción, por más educación de baja calidad, por más Elba Esther, por más pobreza para la mayoría y privilegios para el 0.1% de los multimillonarios y las corporaciones internacionales. Esa pobreza y mala educación que ni el PRI ni el PAN están dispuestos a cambiarlo. Ellos saben que si la gente come no venderá su voto, si comprende lo que dicen los medios, no se le engañará.
A México le espera seis años más de retraso, de falta de competitividad y de falta de una democracia con los mínimos que establecen los organismos internacionales. Con esa pobreza, educación, presidente, televisión, muchos medios de comunicación, y represión, muy pocos están dispuestos a quejarse, se promueve el conformismo, la corrupción, el oportunismo y el cinismo. Cocktel idel para mantenerse en el subdesarrollo.
A pesar de ese patético pero real panorama mexicano, existe espacio para la esperanza: los jóvenes, el Yo soy #132, y otras organizaciones que seguramente, como profesionistas por la democracia, que desde hace más de seis años hacemos lo que está a nuestro alcance, que continuaremos luchando de manera individual o de grupo, para que una vez por todas se inicie la transición a la democracia en nuestro país.
Además, se encuentran las instituciones internacionales (independientes de los gobiernos de México y de sus partidos políticos con poco interés real por la democracia), que de una manera más imparcial pueden ayudar para que en México se inicie una transición hacia la democracia, tan cacareada y al mismo tiempo, tan inexistente.
Juan Perez Cuzcate.
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