domingo, 19 de agosto de 2012

En realidad televisa la que metió cizaña

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Banda ancha contra banda presidencial, breve historia


Desde 1989, a inicios del gobierno de Carlos Salinas, MVS comenzó a operar frecuencias en la banda 2.5 Ghz para el uso de televisión restringida. De un total de 62 títulos de concesión, el 16 por ciento fueron otorgadas como asignaciones directas por el salinismo y sujetas al pago de una contraprestación equivalentes al 9 por ciento del total del ingreso del concesionario; el 37 por ciento se adquirieron vía licitaciones públicas y el 47 por ciento restante fueron compras a terceros autorizadas por la SCT.

En 2003 y 2004, durante el gobierno de Vicente Fox, MVS obtuvo 20 autorizaciones para comenzar a dar servicios bidireccionales de datos y de transporte de señales de voz de telecomunicaciones, lo que sería el inicio de la utilización de esta banda para servicios de doble y triple play. La Secretaría de Hacienda estableció el pago de una contraprestación basándose en la última licitación de la banda 3.4 Ghz.

Durante los dos últimos años de la anterior administración MVS construyó una red para dar servicios de banda ancha en internet vía inalámbrica a través de la banda 2.5 y comenzó a buscar socios y contratos con otras empresas telefónicas como Axtel, Alestra, Avantel, Marcatel, Protel y Mexis. Para el año de 2008 alcanzó a tener 47 mil suscriptores en la empresa MVS Net y más de 450 empleos, según sus propios informes.

MVS Net invirtió 80 millones de dólares en la construcción y operación de esa red que pronto se convertiría en el inicio de un proyecto más ambicioso, denominado “Banda Ancha para Todos”, formado por un consorcio de 5 grandes inversionistas.

Ocho de sus 62 concesiones en la banda 2.5 Ghz se vencieron en 2005. MVS presentó las solicitudes de prórroga ante la Cofetel. Ahí comenzó el litigio para que no se les renovaran estos títulos durante el sexenio de Felipe Calderón.

A pesar de que en agosto de 2008 Cofetel autorizó el refrendo de estos títulos de concesión, en diciembre del mismo año, los comisionados atendieron la solicitud de Grupo Televisa y de su filial Cablevisión para revocar la renovación de estas concesiones vencidas.

La decisión de Cofetel coincidió con otro hecho que generó molestia en Televisa: en noviembre de 2008 MVS lanzó el servicio de televisión restringida satelital conocida como Dish. Hasta febrero de 2012, este sistema había alcanzado más de 2 millones de suscriptores, representando la mayor competencia para la empresa Sky, filial de Televisa, la única que ha registrado un crecimiento sostenido de más del 10 por ciento en los últimos años.

-Se va a molestar Emiliole comentó Felipe Calderón a Joaquín Vargas, cuando el presidente de MVS le presentó el proyecto de Dish.

La referencia a Azcárraga Jean era obvia. Desde ese momento, las negociaciones entre el gobierno federal y MVS para renovar los títulos de concesión y aceptar un ambicioso proyecto de inversión para ofrecer servicios de internet en banda ancha, más ágil y a menor precio que el ofrecido por Infinitum, de Telmex, se atoraron.

“Durante cinco años, MVS y el gobierno federal han sostenido conversaciones orientadas a definir el futuro de la banda 2.5 Ghz sin haber alcanzado hasta el momento los acuerdos y la certidumbre que permitan detonar inversiones y desplegar la red abierta de banda ancha móvil”, subraya la empresa de Joaquín Vargas en un extenso informe enviado a Dionisio Pérez Jácome, titular de la SCT, el 27 de marzo de 2012.

“El retraso de esta decisión ha implicado no sólo  un perjuicio económico para un grupo concesionario, sino sobre todo un costo de oportunidad muy alto para los usuarios de servicios de telecomunicaciones y para la competitividad de nuestro país. En efecto, al día de hoy México sigue teniendo una de las velocidades promedio de acceso a internet más bajas y uno de los costos promedio más altos por este servicio dentro de los países miembros de la OCDE”, advierte el informe.

En efecto, mientras el promedio de porcentaje de usuarios de la banda ancha móvil es de 54.3 por ciento de la población en los países miembros de la OCDE, México tiene 7.7 por ciento, por debajo de Chile que tiene 17.4 por ciento y muy lejos de Suecia con 98 por ciento, Finlandia con 87.8 por ciento (en ese país es un derecho constitucional el acceso a la banda ancha), y Japón con 82.4 por ciento, de acuerdo al último informe de la OCDE.

En su informe de marzo de 2012 ante la SCT, Grupo MVS relata que incluso ante el presidente de la República se ofreció pagar una contraprestación por servicios bidireccionales de datos y aceptando devolver 50 de los 120 Mhz que detentan, “en el entendido de que el gobierno reconocería a MVS el valor de esas frecuencias”.

Esto nunca sucedió. La decisión del gobierno de Calderón paralizó inversiones por mil millones de dólares, que realizaría un consorcio concesionario formado por 5 socios, incluyendo a Ericsson, para que el uso de las concesiones de la banda 2.5  funcionara como una especie de súper carretera de banda ancha o “carrier de carriers” a través del cual podían operar otras empresas telefónicas o de telecomunicaciones.

El informe de MVS remata con un reproche claro al sexenio calderonista:

“Es importante señalar que la gran mayoría de nuestras concesiones tienen vencimiento hasta los años 2018 y 2020, y que hoy es la fecha en la que aún no se han precisado temas elementales para su mejor uso y explotación. ¿Cómo es posible que la Secretaría de Hacienda pueda determinar el monto de la contraprestación de una banda de frecuencias que no ha sido objeto todavía de importantes definiciones de política pública?”.

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