El fraude íntimo
Jesús Peraza MenéndezSimulación y compra de conciencias
“Qué maneras más curiosas de recordar tiene uno hoy, recuerdo mariposas que ayer sólo eran humo…” (Silvio Rodríguez)
El proceso electoral terminó, por lo menos en cuanto a la ingeniería de la imposición de Enrique Peña Nieto, lo que sigue lo hará la creatividad de los movimientos sociales. Los viejos priístas Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones, dirigirán sus respectivas fracciones en el Senado y la Cámara de Diputados.
Emilio Gamboa, yucateco de sombría procedencia, es sin duda un personaje representativo del neoliberalismo. Egresado de la Universidad Iberoamericana (campus donde inició la rebelión estudiantil Yo soy 132. No es casual, el sistema lleva sembradas las contradicciones que lo destruirán). Fue el secretario particular del presidente Miguel de la Madrid, el que terminó sus días señalado como “loco” por exponer a Carlos Salinas de Gortari como el responsable de la desgracia mexicana con el saqueo de los recursos económicos, el endeudamiento con la imparable pobreza para más de la mitad de los mexicanos, la venta a precios pírricos de las empresas del Estado y la destrucción del ecosistema.
Emilio Gamboa, considerado por los analistas e investigadores sociales como el operador de Carlos Salinas de Gortari, el filtrador de información privilegiada que llevó a este personaje a la presidencia. Es destacado empleado de Televisa. Su notoriedad brilló con el escándalo de la pederastia de empresarios y políticos, con el Rey de la Mezclilla, Kamel Nacif y Succar Kuri, quienes explotaban sexualmente niños y niñas en Cancún.
POR ESTO! puso al descubierto esta empresa y Lydia Cacho demostró que compartía este placer degenerado con el “Gober precioso” Mario Marín, de Puebla, y el controvertido Miguel Angel Yunes, priista-elbista-panista. Todos ellos, en la misma frecuencia del poderoso Marcial Maciel, jefe supremo de los Legionarios de Cristo, los que educaron a Peña Nieto, que se niega a la comprensión de la lectura. Según los publicistas de EPN, se trata de lo más avanzado del “nuevo PRI” y, tiene razón.
Manlio Fabio representa una corriente del PRI que perdió la carrera por la presidencia, pero cobró con la coordinación de la fracción priísta en la Cámara de Diputados. Representa a un grupo que estaban excluyendo de las ganancias por la venta de PEMEX y, la energía eléctrica, de los medios electrónicos. Logró reposicionarse.
Manlio Fabio sí precisa posiciones: “Somos el grupo mayoritario y por tanto la agenda del presidente será la agenda de la Cámara de Diputados”. Pero se equivoca, no es la mayoría. A menos que se haya construido una mayoría más allá del PRI como parte del fraude sistémico, con los Chuchos de Nueva Izquierda y con los panistas resentidos con FECAL y hasta los de FECAL y Josefina Vázquez Mota, que son arribistas mezquinos como los otros miembros de la partidocracia y la clase política.
Carlos Navarrete, Chucho Ortega, Chucho Zambrano (de ahí lo de “los Chuchos”) son las cabezas de la alianza con Manlio Fabio Beltrones, andan movidos para ocupar el mayor número de puestos en los gobiernos “perredistas”, en los priístas y panistas con los que hicieron alianzas a cambio de aceptar el fraude sistémico, cobran prebendas, derechos de piso al más puro estilo de la era del narcotráfico. Desde su posición ganan siempre, viven de sus servicios al poder.
En Yucatán, el operador de los Chuchos es Eric Villanueva Mukul, quien patentizó la gran simulación. Su función fue contra MORENA y AMLO. Tendríamos que preguntarnos: ¿Cuantos actos públicos hizo por su propia cuenta en colonias, pueblos, comisarías, centros de trabajo, centros educativos? ¿Cuándo discutió el proyecto político y el programa de gobierno con el pueblo? (Palomeaba lo que le parecía, sin análisis ni explicación, los otros sumisos reproduciendo las relaciones del poder).
¿Cuándo hizo públicas sus alianzas reales o la manera de elegir a sus candidatos y candidatas? Eso sí, colgó su fotografía con la de AMLO en espectaculares sin proponer nada. El síntoma social lo recibió en los actos de masas de AMLO: el pueblo le dedicó al unísono algunas mentadas de madre, todas muy sentidas.
Participé de la posibilidad de dar una discusión política de hacer desde esta realidad miserable algo distinto. Me equivoqué, lo asumo autocráticamente. Lamo mis heridas y las que pude causar. Hice pública esta situación, me enfrenté a él y sus esbirros, unos de estos seducidos por el dinero de la campaña (aseguran los muy cínicos que no hubo dinero, algunos “ingenuos” se lo creen) y, otros por el pase a las ligas con los Chuchos, dueños del aparato perredista para las alianzas espurias en busca de canonjías.
Mientras, Villanueva Mukul contrató a un grupo de incondicionales. Algunos le han servido desde hace años. Invitó a otros burócratas descompuestos en sus sueños de grandeza, funcionarios relegados, incapaces de analizar, criticar o proponer en procesos sociales. No construyeron nada en los cocteles en hoteles o en audiencias reducidas de traspatio, sin posibilidades de crítica, discusión política. En tanto el movimiento de jóvenes marcha por las calles de Mérida, como no había sucedido desde el Charras, Efraín Calderón. Quedó clara la distancia real que hay entre MORENA, el Yo soy 132, la sociedad con el político-académico de los Chuchos y su séquito de incondicionales.
El silencio frente a estos hechos de Villanueva Mukul, significa participar del fraude con un tinglado de omisiones, mentiras y encubrimientos. que hiere la conciencia de los jóvenes, y todos los que luchamos por otra cultura sana, es decir, creativa, crítica, constructiva y, amorosa. Es una contradicción, de esas que descompone las entrañas, es un fraude íntimo tratar de mandar al olvido lo que origina la simulación, la miseria política. Tenemos que informar, debatir, hacer, nada de claudicar. Se aprovechó del ánimo de unidad de intelectuales responsables -los y las-, que expusieron su credibilidad acompañándolo sin criticarlo. Por esta razón nacieron las hostilidades, las que sólo benefician al sistema, preservan viejas amistades que no se inmutan con la cruda realidad se sobreponen a todo. Es ésta una discusión ausente, que ha dejado vacíos, dudas en ese mundo de lo “académicamente correcto”, lo “políticamente correcto” o hasta “lo intelectualmente correcto”, más allá del bien y del mal.
Villanueva Mukul, se apunta varias decenas de libros. ¿Cuántos son realmente útiles para la construcción social? ¿O son réplicas de compilaciones sin análisis crítico, sin propósito público, son méritos políticos sin esencia humana para los trabajadores henequeneros? ¿Ven estos compañeros intelectuales al “académico correcto” como alguien distinto al político descompuesto, miembro de los Chuchos de Nueva Izquierda?
Ahora coinciden todos estos movimientos contra el fraude sistémico. Falta construir estructuras de gestión política. Prepárense porque viene una selectiva compra de conciencias y voluntades. Ya empezó en Oaxaca. Son también los Chuchos (los hermanos Cirigo y René Arce). Lo abordaremos en otra ocasión. Sin desencanto, sin depresión, sin aversión, sin resentimientos, sin duda alguna: La resistencia sigue.
(Está hasta el 27 de agosto mí exposición de escultura y pintura “Piedra con Alas”, en el Teatro José Peón Contreras).
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