Gilberto Balam Pereira
Urgencia de que Movimiento Progresista cierre filas
Escribió hoy Guillermo Fabela Quiñones en nuestro POR ESTO!
La propuesta de GFQ es de suma importancia ante la constante amenaza de PRI y PAN de convenir la transa con las fuerzas más oscuras, antes de permitir que se logren los objetivos de los cambios estructurales que se propone el Movimiento Progresista. Pedro Joaquín Coldwell, dirigente del PRI, acaba de anunciar que “pese a las discrepancias con Elba Ester, nuestras relaciones no están rotas y no es remoto que, ante el peligro que representa las amenazas para las instituciones, las enfrentaremos con una ‘alianza de facto’ con el partido Nueva Alianza”.
Las palabras de PJC tienen fundamento por el fracaso que se ve venir de la candidatura de Josefina Vázquez Mota. Y el PAN prepara sus bártulos para un eventual apoyo al candidato del PRI, para sumar fuerzas. Este partido, PRI, está puestísimo a aceptar la tórpida alianza, en virtud de que ambos institutos políticos persiguen los mismos objetivos: mantener las estructuras del neoliberalismo iniciado con mayor fortaleza desde el período de Miguel de la Madrid.
El presidente del PRI no tuvo empacho en agregar que “estamos dispuestos a dialogar con las fuerzas políticas con las que existen coincidencias en transformar nuestro país”. Aunque omitió el pronunciarse por la clase de transformaciones que ambos partidos en coalición efectuarían. No son más que alianzas entre los núcleos más retrógrados y conservadores del país.
Tiene razón Fabela Quiñones: desde el momento de que los candidatos presidenciales de PRI y PAN no han dado ningún nombre de los Secretarios que ocuparían su gabinete, se debe a la sencilla razón de que TALES TRANSFORMACIONES NO EXISTIRÁN, más bien, digo, serán CONSERVACIONES y continuidad, más de lo mismo. Me pregunto si con esta clase de política de partidos amorosos en amasiato, los mexicanos votarían por ellos. ¿Acaso hemos perdido la más mínima capacidad de reflexión para decidir nuestro voto?
Tanto el PRI como el PAN, dice Fabela, “buscan la perpetuación del modelo económico implantado por los tecnócratas salinistas. Sus tesis y propuestas no difieren en nada”. Of course, don Guillermo.
Pero la única alternativa que puede ofrecerse a la población son las fuerzas progresistas del país, que sí existen, pero que andan a la greña y los sombrerazos dejando pasar el tiempo, perdiendo las oportunidades de una eficaz participación a causa de las diferencias fabricadas por los enemigos de AMLO al interior de las izquierdas, circunstancia que sirve de justificación a las encuestas hechizas de preferencias electorales, aunque El Universal informó recientemente resultados diferentes, que ya son conocidos. Esas encuestas hechizas aseguran que la pejemanía se atascó en 2006.
Agréguese la enorme brecha de las cantidades inequitativas asignadas para las campañas de los partidos, así como los tiempos desiguales que dedican los medios a los candidatos.
Pero ¡aquí nadie se rinde! Ante un PRD deshilachado, el candidato del Movimiento Progresista, en conferencias de prensa diarias, a las siete de la mañana, da a conocer sus propuestas de campaña, ante la desigualdad de los tiempos en los medios. Además, se trata de estrechar el acercamiento con jóvenes, mujeres, clase media, empresarios, asociaciones religiosas, etc.
En sentido de autocrítica, diremos que la disputa por las candidaturas en el PRD y los cinco años de distanciamiento del partido donde milita AMLO han sido contraproducentes en el arranque de su campaña, pero confiemos en la reconciliación entre los militantes de las izquierdas para que nuestros candidatos progresistas alcancen el poder y para iniciar los programas democráticos regionales de acuerdo con los ejes de las acciones sectoriales.
No hay dinero para las campañas de la coalición de las izquierdas, pero los simpatizantes están dedicando más tiempo, prestan sus autos y sus casas para las actividades proselitistas, que serán sobrias y austeras, pero de mucha comunicación. Porque sin la alianza de las fuerzas progresistas no podríamos difundir nuestras propuestas. Los enemigos, que los hay, tergiversarían nuestros postulados y llegarían manipulados a las bases.
Aunque un sector del PRD se desmarcó de Andrés Manuel, debemos mostrarnos optimistas que llegaremos aliados en virtud de las circunstancias, por encima de diferencias partidarias. Sólo de esta manera conseguiremos un cambio verdadero en el país.
Una de la razones para este optimismo, es que en la actualidad se cuenta como mínimo con 50 mil comités seccionales, 2 millones y medio de representantes de la izquierda y casi 4 millones del protagonistas del cambio verdadero.
Hay que evitar las discrepancias que han surgido en los comicios. Por ejemplo, la gira del 31 de marzo se realizó en Tlajomulco, Jal. Y en Irapuato, Gto., donde se evidenciaron las diferencias entre el PRD, el PT y el MC; en estos lugares la coalición está rota.
El cuarto día de campaña, nuestro candidato, en el evento de Jiutepec, Mor., hizo énfasis en la reconciliación y levantó la mano del aspirante a gobernador, el perredista Graco Ramírez con quien limó asperezas. Andrés Manuel terminó su discurso ese día con una vehemente y sentida proclama:
“Son momentos fundamentales, decisivos, por encima de diferencias de grupo o partido. Estamos todos llamados a la unidad para lograr la transformación de México. Ese es el objetivo superior”.
¿Qué tal mis estimados perredistas yucatecos? Nos vemos en Valladolid el próximo sábado 21 a las 11 hrs. para aclamar a nuestro candidato.
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