viernes, 27 de abril de 2012

La moneda de cambio esa 'Ley Televisa'

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Debate Entre López Dóriga y López Obrador, La Ley Televisa y la Ley de Apoyo a Peña Nieto.


De manera poco usual en esta campaña, el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador protagonizó en la tarde del jueves 26 de abril un debate en Radio Fórmula con el conductor del noticiario estelar de Televisa, Joaquín López Dóriga, para ventilar algo que estaba pendiente en los propios espacios mediáticos masivos: el episodio de la Ley Televisa, una contrarreforma impuesta por el mayor consorcio de comunicación y de poder en este país hace seis años, y el papel de la empresa de Azcárraga Jean como promotor, protector y beneficiario de la campaña de Enrique Peña Nieto.

La polémica se originó a raíz de la declaración de López Obrador, en el noticiario de MVS conducido por Carmen Aristegui (vetada hasta por su nombre en los espacios de la pantalla de Televisa), a quien le aclaró que no participó en el segundo debate del 2006 y en la mesa del posdebate porque le preparaban una trampa en el Canal 2.

López Dóriga acusó a López Obrador de mentiroso en sus espacios radiofónico, televisivo y periodístico. Se valió de esta polémica para “decretar” en el programa Tercer Grado, de Canal 2 que con estas declaraciones “terminaba la República Amorosa” de López Obrador y éste volvía al tono “rijoso de siempre”.

Otro antecedente, menos visible, explica este episodio reciente. López Obrador ha sido el único de los candidatos presidenciales que ha propuesto en esta campaña la “democratización de los medios”, durante una intervención en Jalapa, el 17 de abril pasado. Ya sabemos que para Televisa cualquier propuesta que implique abrir la competencia en televisión abierta y en el triple play representa veneno puro.

Esta polémica alentada por López Dóriga constituye una manera del “Canal de las Estrellas” para tomar nota del golpe. Televisa, una vez más, se vuelve juez, parte y beneficiario de la contienda presidencial del 2012.

Obviamente, el debate no se generó en el espacio de la televisión abierta (Canal 2) sino en Radio Fórmula, empresa que generalmente ha apoyado las posiciones de Televisa por una razón fundamental: depende del consorcio de Azcárraga Jean para que no “bajen” la señal de TeleFórmula en Cablevisión, Sky y en otras empresas de televisión por cable que controla la empresa de Azcárraga Jean.

Una tercera característica de esta polémica entre López Dóriga y López Obrador es que se realiza 10 días antes del primer debate entre candidatos presidenciales, ordenado por el IFE. El candidato priista Peña Nieto ha rechazado asistir a debates no sólo en MVS con Carmen Aristegui sino en espacios académicos donde él pueda salir cuestionado. López Obrador le ha reprochado a Televisa que no miden con la misma vara a él y a Peña Nieto, cuando éste también se niega a debatir en espacios no controlados ni “amigables”.

La Nota del PreDebate

Esta especie de “pre-debate” entre el comunicador y el candidato presidencial del PRD-PT-Movimiento Ciudadano es importante por la siguiente razón:

-Por primera vez, López Obrador afirma de manera pública que la Ley Televisa fue una “moneda de cambio” para los candidatos presidenciales del 2006. Y que el voto negativo de la bancada del PRD en el Senado (durante aquella prolongada e histórica sesión del 30 de marzo de 2006) fue el banderazo de salida para la “guerra sucia” que inició en abril del mismo año.

López Obrador no señaló que la bancada del PRD aprobó la Ley Televisa el 1 de diciembre de 2005 en la Cámara de Diputadospero fue claro que en la colegisladora, en el Senado, los perredistas fueron los únicos que votaron como bloque partidista en contra de esa ley. El PAN quedó lastimado y dividido. El propio Manuel Espino, entonces dirigente nacional del blanquiazul, ya admitió en entrevista con don Julio Scherer, que fue una “orden” de la campaña de Felipe Calderón para que se aprobara esa ley. El PRI también quedó dividido. Roberto Madrazo, su candidato presidencial, fue el primer impulsor de la Ley Televisa en la Cámara de Diputados, pero acabó en tercer sitio, enterrado por sus errores, la división en su campaña y el pacto que la empresa de Azcárraga Jean ya había articulado con Calderón Hinojosa y con Fox.

-López Obrador develó otra manera de operar de Televisa. Indicó que, a partir del 11 de abril, fecha de promulgación de la contrarreforma, “Televisa nos exigió pago por adelantado para transmitir nuestros mensajes”. Cuatro días sin spots en la pantalla de la única televisora que llega a todos los hogares mexicanos. Ante esta acusación, López Dóriga simplemente no dijo nada. Dejó correr la versión.

-“Ahora Peña Nieto no quiere debatir y los medios no lo tocan, lo protegen, lo patrocinan como en el caso de Televisa”, remató López Obrador. El conductor televisivo se excusó diciendo que él sólo es un periodista y no un candidato.

“Hay medios que quieren imponer a Enrique Peña Nieto”, sentenció López Obrador.

Y ésta es la frase que quedó como remate de un primer round de sombras con el mismo consorcio que en el 2006 quiso obtener todos los beneficios de la polarización política en México: una ley que les favoreciera en todo su plan de negocios y un presidente electo “rehén” de la espada de Damocles de Televisa.

Esa espada de Damocles quedó, por lo menos, un poco abollada tras este debate.

La Ley de Apoyo a Peña Nieto, a cuenta de millonarios convenios de publicidad y tráfico de favores, también quedó nuevamente exhibida.

A continuación, la versión estenográfica de este episodio:

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