¡¡Exijamos lo Imposible!!
El Yunque en busca de la colonización
María Teresa Jardí
Puede ser que efectivamente el nombramiento como embajador del Estado español recaído en Ramírez Acuña sea una sacudida de uno de los muchos molestos mosquitos que alrededor de su campaña le restan los votos de su familia, de García Luna y quizá de algún otro ingenuo, si alguno queda, que piense en votar por la representante de la más siniestra derecha mexicana. Puede ser que alguno quede que esté pensando en votar por Josefina Vázquez Mota sobre la sangre derramada de cientos de miles, quizá ya, de mexicanos limpiados de la faz de la Tierra.
Puede ser que el envío del nuevo representante de la derecha mexicana —porque representante del pueblo mexicano, ese impresentable exponente de El Yunque, no lo es en absoluto— como su embajador al reino de España sea para deshacerse de él, de entrada porque con su mala fama golpea a Josefina Vázquez, haciendo más difícil el fraude que efectivamente se prepara para dejarla a ella como cuidadora de la espalda del genocida, que debe estar preparando su salida en aras del futuro más impune posible, sin importar tampoco si la garantía se la otorga el producto chatarra que el PRI busca imponer, de la misma manera que lo hace la telebasura más corrupta del planeta para servirle a ella.
Puede ser... Aunque además no deje de ser un nombramiento ad hoc con la falange que hoy gobierna en una monarquía que exhibe su corrupción inaudita.
Es claro también que a pesar de que la telebasura ibérica se cuestiona, tibiamente, la presencia de elementos de El Yunque mexicano, por esa misma telebasura se hacen malabarismos para decir que es inaudito un monarca que pide perdón; que el yerno también se arrepiente y que la infanta, tan tonta, no se enteraba de nada y es claro que darán la bienvenida al enviado como representante de la derecha mexicana genocida. Más abominable, si cabe, aquí el asombro está enterrado con los miles de ejecutados en fosas clandestinas. Más detestable fue escuchar a sus pares legisladores (incluido el PRD, por supuesto, por boca de una mujer que pocas veces participa, de las de relleno, pues) alabar al compañero de bancada como si se tratara de otra persona de la que hablaban. La ausencia absoluta de respeto a los ciudadanos, a quienes los vividores legislativos nos consideran menos que nada.
El envío de Ramírez Acuña tiene que ver con la colonización de la clase política mexicana al pueblo español. Colonización a la inversa, de doble vía. Empezada por las clases sobre cómo corromperse impartidas por Ernesto Zedillo y Carlos Salinas a Felipe González. Colonización que pretende la falange de España a América Latina, entrando por México, enviando de sus sótanos a sus emisarios desde Fox y en particular con Calderón. Mensajeros usados también por “La Chepina” para crear el mismo miedo o buscar hacer creer en las falsas encuestas a la baja, ante la imposibilidad de crear más miedo del que dan el del PRI y la del PAN, en contra del que puede propiciar un cambio.
Y a cambio la derecha mexicana le envía un maestro a la falange a darle clases sobre cómo se jode a un pueblo sin que pase nada y nada cambie, a base de bajar la educación a los niveles inauditos necesarios para cancelar la memoria.
En realidad lo peor no es la corrupción de políticos y empresarios gringos ni la evidenciada por los mexicanos en los permisos inauditos otorgados a Wall Mart para llenar México con sus tiendas departamentales.
Lo inconcebible es que los mexicanos continuemos comprando a esas cadenas, permitidas aquí por canallas, los productos chatarra desechados, por malignos, en otros lugares del mundo. Productos que se traen a pueblos como el nuestro donde incluso la posibilidad de contagiar con enfermedades y matar con productos contaminados está permitido por los desgobernantes que no tienen perdón y los que ya preparan, efectivamente, otro fraude para imponer a otro llegado “haiga sido como haiga sido”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario