Mientras que Vázquez Mota no crece en las encuestas, López Obrador agarra impulso en las preferencias con Peña Nieto aún en primer lugar, pero con tendencia a la baja
A casi dos meses de las elecciones, el panorama electoral ya no es igual al que existía cuando arrancaron las campañas.
Los
spots publicitarios de cada candidato, así como su desempeño personal,
empiezan a tener un impacto en la mente de los electores potenciales.
Sobre todo en los llamados indecisos o indiferentes.
De
acuerdo con los resultados de la encuesta de Grupo Reforma, de marzo a
abril, tanto el priista como la panista han caído tres puntos.
En un mes, Enrique Peña Nieto pasó del 45 al 42%, mientras que Josefina Vázquez Mota cayó del 32 al 29%.
En cambio, el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, subió cinco puntos.
Y
por lo que hace al candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, habrá
que admitir que su crecimiento fue “espectacular”. Duplicó sus
preferencias al pasar del 1 al 2%.
Dicho
de otra manera. El candidato que está arriba va de bajada. Vázquez Mota
también, y ya está en un empate técnico con Andrés Manuel López
Obrador, mientras que al final de la tabla de posiciones se encuentra el
“entusiasta de la Combi”, Gabriel Quadri.
Las
cifras han alarmado a priistas y panistas. Y es que pareciera que los
ataques panistas al ex gobernador Peña Nieto, acusado por los azules de
que no cumplió sus promesas en el Estado de México, terminarían
beneficiando a López Obrador y no a Vázquez Mota.
De los seis puntos que en conjunto perdieron Josefina y Peña Nieto, cinco fueron a dar al tabasqueño y uno a Quadri.
Si
López Obrador ganara cinco puntos adicionales cada mes, como los ganó
en abril, llegaría a las elecciones de julio con un 37 por ciento de
preferencias.
Es decir, estaría en un empate técnico con Peña Nieto, quien bajo esta hipótesis, habría perdido 6 puntos (tres cada mes).
¡El priista estaría en un empate con López Obrador!
Bajo esa misma tendencia, la panista terminaría la contienda en el tercer lugar con un 23 por ciento.
Cambio de rumbo
Esta circunstancia tiene preocupados tanto a Peña Nieto como a Calderón.
Y
es que ni Felipe Calderón se imagina entregándole la banda presidencial
al “presidente legítimo”, como tampoco en los escenarios de Peña Nieto
está considerada una protesta en el zócalo capitalino para exigir voto
por voto.
Por
eso, no ha faltado quien piense que Felipe Calderón ya se entendió con
Enrique Peña Nieto. Y por eso hasta le ordenó al presidente del PAN,
Gustavo Madero, regresar a su curul en el Senado de la República.
En
concordancia con esta tesis, otros sostienen que la designación del
panista Francisco Ramírez Acuña como embajador de México en España es un
clara señal de que a Josefina Vázquez Mota la empiezan a dejar sola y a
la deriva.
Como sucede con los barcos que empiezan a naufragar.
El pacto secreto de Calderón
Si Josefina está condenada a perder, el presidente Calderón solo tiene tres opciones:
La
primera: pactar con Enrique Peña Nieto. La segunda: pactar con López
Obrador. Y la tercera: Rezar para que suceda un milagro, como a los que
se refirió Josefina cuando le dijo ayer a Vicente Fox: “Los milagros sí
existen”.
En la opinión de algunos, no hay duda que el presidente Calderón se habría sumado a la causa de Enrique Peña Nieto.
De concretarse, no sería la primera vez que Felipe Calderón realiza un pacto secreto con el mexiquense.
Cuestión
de recordar el 30 de noviembre de 2009, cuando se firmó el “Pacto de
Bucareli” para que se dieran las alianzas políticas entre el PAN y el
PRD en las elecciones del Estado de México.
Cómo
olvidar los apuros por los que tuvieron que pasar Beatriz Paredes,
entonces presidenta del PRI, y César Nava, presidente del PAN, cuando se
hizo público aquel pacto secreto.
Y
ni qué decir cuando supimos que el famoso acuerdo también incluía las
firmas del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y del
secretario del Gobierno del Estado de México, Luis Enrique Medina Vara.
Por
otra parte, habría que considerar también que la crítica que Enrique
Peña Nieto hace a la política del presidente Calderón simplemente ya
está fuera de la agenda.
A pesar de la gran cantidad de evidencias que acreditan que este gobierno no fue precisamente exitoso, sino todo lo contrario.
Y si no, que le pregunten su opinión al ex presidente Vicente Fox, quién ha sido más crítico. ¿O no?
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