domingo, 1 de abril de 2012

Pemex siempre una fuente de saqueos

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Pemex, saqueado por el presidencialismo de Alemán a Calderón



El 1938 el general Lázaro Cárdenas expropió la entonces inmensa riqueza petrolera, explotada por manos extranjeras, para darle viabilidad e independencia económica a la nación y sustentar el despegue industrial del país. A partir del presidente Miguel Alemán Valdés (1946), la corrupción política-administrativa del presidencialismo hizo de Petróleos Mexicanos (Pemex) una fuente de saqueos (directa o indirectamente) con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de por medio y ahora con la de Energía, que usaron para sus fines personales Juan Camilo Mouriño y su familia, con la complicidad de César Nava y el propio Felipe Calderón.

Sesenta y seis años exportando petróleo y los mismos de rapiña, desde la cúpula presidencial y de sus dirigentes sindicales (que no se han hartado de saquearlo). De Alemán a Ernesto Zedillo fue una surtidora de dólares para gastarlos como si fueran suyos y no de la nación, a la que desde entonces le han tocado migajas. En la oposición, el Partido Acción Nacional (PAN) censuró las malversaciones petroleras, pero el foxismo y el calderonismo hicieron lo mismo, pero con el agravante de haber culminado el saqueo (tan ladrones unos como otros). La riqueza natural no renovable del oro negro acusa pavorosa disminución en sus reservasaun con los nuevos descubrimientos y la quiebra de Pemex.

Solamente los trabajadores petroleros han recibido algunos beneficios de esta empresa pública; pero sus “líderes” tienen contratos para sus empresas y los politiquillos, antes del Partido Revolucionario Institucional (ahora del PAN), junto con contratistas nacionales y extranjeros, se han aprovechado de sus relaciones de poder económico y político y la telaraña de intereses para saquearla; y cada titular de la Presidencia ha echado mano del capital de la paraestatal para usarlo para pagos, bonos y aguinaldos de sus colaboradores como si fuera gasto corriente. Y como no hay ningún control sobre las ventas de Pemexmucho menos rendición de cuentas–, entonces sus cúpulas administrativas, públicas y privadas desvalijan, como rateros vestidos de funcionarios y empresarios, sus entradas multimillonarias.

Esto ha provocado su quiebra, pues lleva no menos de 50 años acusando pérdidas. Pero Calderón acaba de responsabilizar a sus trabajadores en activo y pensionados, y amenaza con que los jubilados están en “peligro” de perder o ver reducidas sus pensiones. Pero nada dijo del saqueo que ha hecho el calderonismo. Éste, en vez de corregir los desvíos y el botín, se fue encima de la parte obrera de Pemex; mientras convive con la dirigencia sindical atracadora y su director Juan José Suárez Coppel (un panista encubridor).

La nación sabe que los de “arriba” asaltan a la empresa y se llevan, a manos llenas, la riqueza en dólares que genera la venta del petróleo. Van y vienen aniversarios de la expropiación de 1938, y los funcionarios en sus cargos la celebran, pero callan los asaltos que han llevado a cabo y señalan que Pemex va a la baja, casi en la quiebra, que ya no hay reservas, que van a construirse refinerías y etcétera. Lo cierto es que la empresa paraestatal en 74 años ha generado mínimos beneficios al país, pero se han enriquecido líderes, políticos, empresarios y una pandilla depredadora.

*Periodista

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